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Paz y Ciencia

lunes, 3 de noviembre de 2008

Fenómenos "infranormales" en Radio Nikosia





Fenómenos “infranormales” en Radio NiKosia

No se trata de una radio, ni de una asociación, ni de enfermos mentales, ni de etiquetas, ni fármacos. No se trata de psiquiatras, de psicólogos o antropólogos. Se trata de una lucha incansable para decir “lo indecible”. En un entorno hostil, sin miedo por mi parte a decir una idea delirante paranoide.
Las personas que configuran dicho grupo-no grupo son desconocidas por mí personalmente, lamentablemente. Quizá eso tenga solución con un poco de voluntad, no quiero pecar de abulia.
Este grupo humano siente y se comunica, cuando el problema para comunicar, para expresar los sentimientos, el lenguaje incoherente, la ideación distorsionada y la afectividad aplanada debería rendir cuentas en un universo que trata de salir a la vida, que no a la salud. Prejuicios que producen perjuicio. La salud no tiene por qué llevar implícito el concepto de vida creativa y este grupo de personas se vinculan a la esperanza a través de un proyecto común que les desate de las cadenas que la sociedad todavía les ha colocado, o al menos así lo viven, como diría algún purista del mundo interno.
No estamos hablando de realidades compartidas sino de una realidad psíquica, de una realidad compartida por todos aquellos que han pasado por un ingreso (o varios) y saben cómo se las gasta el establishment con la sintomatología psicótica, podemos incluir aquí un rico grupo de trastornos DSM como la esquizofrenia pero sin desmerecer al trastorno bipolar o trastornos de personalidad como el límite. Todo son etiquetas para informar a una persona de qué tiene, pero no de lo que es. Reduccionismo en aras a una mejor praxis y un progreso científico. Pero la gente de Radio Nikosia y otros muchos siguen sufriendo, a pesar del afán por entender “científicamente” el síndrome.
Hoy, y cada día que estas personas siguen levantándose para escribir un nuevo “guión de vida” se está reconstituyendo su psiquismo y además se está despertando del letargo a muchos incautos que ven un enemigo en las patologías de la psique.
Hay algo inefable en esa experiencia que trato de desprender como un perfume, se trata de una energía inusitada, unas ganas de hacerse valer dignas de alabar, una forma de revolverse de las cadenas que merece ser observada por otros que, como ellos, hayan pasado por el desván de la locura.
La locura no se asocia con violencia generalmente, no se asocia con idiotez, no tiene demasiado que ver con el estereotipo de locura. Pensemos en lo que decía Aristóteles: porqué los genios siempre son melancólicos… Pensemos en lo que dicen representantes de la ciencia “psi”: el tener un bajo CI hace más vulnerable al individuo para tener síntomas esquizofrénicos.
En un vídeo de Punset en Redes que trata sobre la esquizofrenia y el desafío que supone quedan tres partes presentadas, el que se cuestiona, el de quien sufre y quien está señalado por la sociedad para aliviar dicho sufrimiento. Es la misma sociedad la que clasifica entre enfermos y psiquiatras, cuando en la realidad, la diferencia, en ocasiones no es tal. Es de dominio público pero hay ciertas negaciones, incluso en las personas catalogadas de normales. Curioso adjetivo para llevar con la cabeza alta. Singularidad resulta más interesante. En el vídeo la gente de Radio Nicosia presenta su pensamiento, su lucha. Decir aquí que esa lucha puede ser interpretada de dos maneras por lo menos, una la del pureta de la salud mental o el “enterao”, otra es la del sentido común: el pureta (llámese psiquiatra o psicólogo) se refiere a dicha lucha como un acto de la agresividad que estas personas necesitan sublimar. Personas que están canalizando su rabia hacia una actividad superior adaptada socialmente. Incluso existe el trastorno de cambio de personalidad por enfermedad psiquiátrica.
El sentido común nos dice que objetivamente estas personas son perseguidas, encerradas, incomprendidas y humilladas. Tal vez no generalmente, pero sí cuando más susceptibles son, en momentos de ingresos hospitalarios o de consulta a un especialista.
La sensibilidad que procuran expresar en campañas es un destilado de esa ira que tiene que ver con el no sentirse comprendidos, a veces ni con demasiado interés de acercarse a ellos de una manera abierta, con curiosidad y afecto. Eso sigue cercenando la vitalidad, la imagen inconsciente de sí mismo, la identidad. Y esa “lucha” que mencionaba me recuerda a Pinel o a los padres de la antipsiquiatría cuando quisieron cambiar lo establecido. Siempre hay resistencias propias del narcisismo, esto es, el miedo y la envidia de lo diferente. Algo así diría el mentor de los “psi”, Freud, en Introducción al Narcisismo.
Ingenuidad he leído. Sí, esa sensación tuve cuando leí un texto que pretendía curar la psicosis sin medicamentos. Otros como el de M.S. Sechehaye: La realización simbólica, trata de una cura de una paciente con síntomas de esquizofrenia y que había sido dada por incurable. El diario de una esquizofrenia es la parte que escribe la paciente. Juntos en la edición del Fondo de Cultura Económica.
La ingenuidad es pensar que con los medios dispuestos de tipo estándar se puede facilitar la cura de estas personas. Una revolución científica supone un cambio de paradigmas y Radio Nicosia invita, incita y presiona a la salud mental en España a reciclarse y empezar a tratar personas que tienen síntomas y no a los síntomas que tiene la persona.
La “lucha” parecerá romántica, una locura, debemos decir que la historia de la locura y su atención a los dos lados de la mesa, o del diván ha sido siempre absurda. Véase el libro clásico de Foucault. Pues con el privilegio de estar locos y de ser bellas personas la gente de Radio Nicosia y sus ventanas deben seguir abriéndose para sensibilizar y reformar lo casposa de la atención en salud mental en España.

Rodrigo Córdoba Sanz; Psicoterapeuta Dinámico. Zaragoza, 2008.
Email: rcordobasanz@gmail.com

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