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Paz y Ciencia

miércoles, 28 de enero de 2009

Necesidades ambientales; primeras etapas; dependencia total e independencia esencial (1948)

Necesidades ambientales; primeras etapas;
dependencia total e independencia esencial
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Ya me han escuchado en varias charlas. En lo que les dije hasta ahora traté de levantar un edificio, por decir así. Creo que ese edificio (el exterior) es lo que se puede apreciar de las charlas en este momento.
(quiero considerar las distintas fases del desarrollo de los niños. Estaba pensando que podríamos compararlas tomando la palabra "moral".
Para los niños que alcanzaron cierta etapa, la de ser humano íntegro, diría que la moral es una transacción. Ellos tienen su propia idea acerca de lo que está bien y lo que está mal, pero, como saben, pueden darse cuenta de que el otro tiene su punto de vista, y entonces muy a menudo se produce una transacción o solución de compromiso. Hay una etapa un poco anterior en la que la moral parece representada por la reparación de la culpa; en este sentido, la culpa es tolerable si algo se hace al respecto. Cuando llegamos a estas cosas más primitivas, la moral se ha vuelto algo tremendo y terrible.
No hay transacción: es la vida o la muerte. Si alguien no logró completar algo en estas primeras etapas,nada puede hacerse; esas personas no aceptarán ninguna solución de compromiso, preferirán pasar su vida en un hospital neuropsiquiátrico que ceder. Podemos entender qué significa eso cuando tomamos casos extremos ya sean nuestros o de niños que se las arreglan para sacar la cara por algo en ciertos
momentos, por su integridad, por su individualidad, por sus derechos como seres humanos individuales.
De todos modos, me parece que hay algo muy feroz en la moral del bebé, y en todo lo nuestro que corresponde a la infancia y al desarrollo infantil más temprano.
Ahora quiero referirme a la introducción de la realidad externa en el bebé humano, y no quiero que me entiendan mal si digo que sé lo que pasa entre una madre y su recién nacido. Un bebé viene al mundo y sin duda suceden muchas cosas de las que no estamos hablando, pero en cierto momento comienza a interesarse en algo externo; hay un vuelco de la personalidad hacia algo del exterior. Empieza a tener hambre. Está dispuesto a aceptar algo que viene de fuera de él y no tiene idea de lo que va a ser, pero tiende una línea hacia algo, la madre. Entonces, está la madre con su pecho, y tiene algo que ofrecerle y parece tan fácil, si uno no lo pensó. El bebé ve y siente lo que hay ahí y lo estimula, y a su vez el bebé estimula al pecho y a todo lo fisiológico, y es verdadero pero no suficiente. Tenemos que advertir que
aquí hay una situación muy engañosa, que me hace temblar cuando pienso cuán fácilmente interfieren los médicos y las enfermeras. Está el bebé con su capacidad de alucinar algo, y está la madre, que tiene lo que ella sabe que es bueno para el bebé pero éste aún no lo sabe, y la madre debe ingeniárselas para situarse de modo que lo que el bebé desee encontrar sea efectivamente a ella misma. En tal caso,
podríamos decir que se las ingenia para darle al bebé la ilusión de que lo que él obtiene, encuentra y toma es lo que creó a partir de sus propios sentimientos, de su propio poder de alucinar. Esto, desde luego, es una cuestión de vivencia. La madre organiza de diversas maneras su trato y su contacto con el
bebé, pero el asunto sigue adelante, y en el caso corriente, la madre se ha situado muchas veces en la dirección apropiada para el bebé y éste, poco a poco, ha llegado a tener, a partir de la experiencia real, material para alucinar, y se las ingenia para ver el pezón efectivo, y experimenta los detalles del pecho, su olor y todo eso, y gradualmente, a través de un largo y penoso proceso, es capaz de imaginar en qué va a convertirse realmente. Esto es algo que se hace, y cuando se hace con éxito, le da al bebé la base de su salud mental, y es muy difícil que la pierda. Pero nunca el éxito es completo, y ahora veremos qué pasa en el caso de haber fallas.
Las palabras "ilusión" y "realidad" aparecen en los escritos de psicólogos y filósofos... Podríamos afirmar que nos hablan de algo parecido a esto, pero es probable, les decimos, que dejen fuera la base,que es esta experiencia entre la madre y el bebé en los comienzos. No se trata de un concepto teórico. Si
no hay dificultades, se le debe algo a alguien; éste es el factor externo. Parecería que pudiera decirse que cierto grado de falla es muy común, y a veces una falla total.
En un nivel muy temprano se produce una escisión de la personalidad, que es uno de los sentidos de la palabra "esquizofrenia". En ese caso el niño tiene dos relaciones con la realidad externa. En una hay sometimiento, el tomar efectivo sobre la base de la sumisión; y luego hay una experiencia puramente imaginaria con una realidad imaginada. En el caso extremo, tiene lugar muy poco contacto, el niño no tiene nada para imaginar salvo lo que está en él mismo, lo que equivale a chuparse el pulgar o hacer movimientos de vaivén, algo muy empobrecido. Por otro lado, puede haber tenido lugar para un bebé un contacto real y una ilusión suficientes para edificar un mundo con mucho dentro que, según podemos reconocer, proviene de nuestra realidad compartida. Y en el caso de que esto haya pasado a constituir un rasgo importante a raíz de un derrumbe posterior, y el niño vuelve a una escisión, con frecuencia
tenemos un niño en un mundo extremadamente rico, rico de cosas que conocemos, propias de nuestra realidad compartida.
En los niños se aprecian dos relaciones con la realidad externa. Una parece a veces muy satisfactoria, en el sentido de que el niño toma todo, si hablamos de comida, o, si hablamos de aprendizaje, acepta todo y se comporta bien, pero uno tiene todo el tiempo la sensación de que algo falta, y no le sorprende encontrar, más adelante, que esta relación -que no era con la realidad externa sino con el mundo internose
derrumba. Quiero referirme a una niña que permaneció dormida tres años, que había vivido durante un largo período en este mundo y luego hizo una regresión y se retiró al suyo. Cuando uno se encuentra con un niño que se retira ya sea por unos minutos, unas semanas o años enteros, le interesa tratar de averiguar qué habrá del mundo externo que todos conocemos en su experiencia interna del mundo.
Si hablamos de Shakespeare y de la capacidad de introducirse en el propio mundo interno, vemos que el mundo interno de Shakespeare era tan rico como el mundo en que vivimos. Todo lo que nos viene de él podría haberse basado en observaciones muy agudas sobre los seres humanos del mundo real. Todo lo que él conoció y sintió se le metió adentro, y cuando pudo sacarlo, lo reconocemos y verificamos.
Podemos considerarlo a Shakespeare para mantener un sentido de proporción en esto. Pero si tomamos a un músico como Beethoven también encontraremos que ahí están representadas todas las emociones y los sentimientos y las relaciones humanas, no en persona sino en términos del "vaivén" de las fuerzas de la espontaneidad, sin que aparezcan seres humanos. Si ahora contemplan las actividades de "meterse adentro" de los niños que están al cuidado de ustedes, notarán que algunos no se preocupan mucho
porque tienen un rico mundo interno, relacionado con el mundo externo, y su vida es rica; pero otros tienen un mundo interno muy empobrecido, tan separado que uno reconoce en eso una enfermedad.
Tomemos dos niños, ambos preocupados. Uno de ellos no nos inquietará si sabemos que está lleno de riqueza, pero el otro sí si lo sabemos enfermo, si su preocupación carece de riqueza; si en los comienzos no hubo nadie que le diera a este niño lo suficiente como para formarse una ilusión acerca de la realidad.
La realidad permaneció para él como algo que nunca podrá ser totalmente aceptado[...]

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