Una flauta en la sala desnuda

Entre el ruido de la masa enardecida por el tedio y el consumo surge una figura que representa el saber Ilustrado. Un ente del Renacimiento, que vive en un Palacio y toca la flauta entre Piera Aulagnier, Castoriadis, Winnicott y Freud. Allí, sentado en una gran sala desnuda hay una silla de hace un par de siglos. En medio de la sala se dispone a tocar su flauta travesera para que le sigan los duendecillos de ese pueblo donde mora y crea. Recuerdo que un buen día hablando de la segunda piel de Bick se propuso el pintar un tronco de árbol de varios colores para representar en una escultura natural el falso self. Los viernes, después de trabajar se reune con el Sr. Juerga, acuden a casa del último y escuchan los vítores de los vecinos que cautivos y desarmados se rinden al poder embriagador de la música celestial que compone un médico psicoanalista y un músico psicoanalista, ambos orientados a la creación científica y artística.
Entre un objeto a y algo de espacio potencial llega el sábado cuando acude presto en busca de la princesa, y así continua el mundo onírico de ensueño. Desdiciendo al gran Freud cuando escribía en "El Poeta y los sueños diurnos" que el artista es un niño, un neurótico que sublima. Creo que él tampoco es muy freudiano devoto. Seguiremos informando. Saludos.