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Paz y Ciencia

viernes, 22 de enero de 2010

El espacio al que la esquizofrenia puede advenir

El espacio al que la esquizofrenia puede advenir
Dado el momento en que ejerce su función, era lógico empezar por interrogar el discurso del portavoz para apreciar sus consecuencias sobre la psique del niño. El discurso y el deseo del padre, las causas que facilitaron la respuesta psicótica en lugar de ofrecer al niño un soporte que lo ayudase a relativizar las fallas del portavoz, desempeñan un papel igualmente determinante en la organización del espacio psíquico que encuentra el infans; su análisis es el único que puede permitir comprender la acción que ejerce la realidad psíquica de los otros sobre el niño y los riesgos que puede hacerle correr. Piera Aulagnier, La Violencia de la Interpretación.

Piera Aulagnier, esposa de Castoriadis, filósofo y psicoanalista tiene una manera francamente críptica de escribir, hay que acostumbrarse a su prosa, tan rica que las páginas han de ser degustadas como pequeñas tapas donostiarras del Restaurante de Arzak.
Y la psicosis es algo "esquizito", Piera defiende el estatuto de sujeto de estas personas a las que no se les ha permitido constituir su subjetividad sin el enunciado identificante invasor, llamo con esto a un enunciado que desidentifica al sujeto que le desinviste y descatectiza. Se trata de un deseo de otro que no se corresponde con el deseo del sujeto, es un deseo inoculado que identifica a la locura. Por tanto Piera recuerda la confusión de lenguas, los préstamos y la violencia de las intepretaciones de las diversas corrientes que estudian las psicosis: los kleinianos, lacanianos, Bion, la antipsiquiatría, el grupo MRI de Palo Alto, son miradas que interpretan la psicosis.
Su tesis es clara y la expresa descriptivamente, poéticamente y con gran complejidad en distintos pasajes de su obra.
El infans se ve inscrito en el discurso de su madre y de su padre, también en las fantasías y momentos libidinales de pulsión de muerte y angustia de castración. El sujeto es lo que el otro le va mostrando de él mientras su psique es arcaica, originaria-:

Cuando pensamos al infans, tratamos de imaginar los movimientos inconscientes, las representaciones pulsionales más primitivas, más arcaicas de ese psiquismo; tratamos de decodificarlos interrogándonos acerca de las reacciones que provocan en el entorno familiar y más específicamente en la madre. Hubo un intento de pensarlo de otro modo, Lacan trató de matematizarlo, sólo que hacer esto es salirse del campo clínico, es transformar la teoría psicoanalítica en una especie de teoría metafísica, que se denominará como tal o no, pero que de algún modo sale del campo del análisis, que es el campo clínico, el campo de los afectos, el campo relacional. Con esto no quiero decir que toda tentativa de matematización de la teoría psicoanalítica no pueda tener algún valor, pero en ese caso no se trataría de una teoría acerca del psiquismo, sería una teoría sobre una metafísica de la clínica.

Volver a hablar sobre las identificaciones histérica, primaria y narcisista, implicaría retomar toda la teoría freudiana. Con relación a lo que podría ser el registro de las identificaciones imaginarias y de las simbólicas, puedo referirme primero a lo que escribí en La violencia de la interpretación, tratando de separar lo que es del registro de lo imaginario y lo que es del registro de lo simbólico en la identificación, y sobre todo a lo que escribí después tratando de mostrar que en la neurosis el conflicto va a darse entre el yo y sus ideales. Conflicto que no pone en peligro los referentes simbólicos, lo que llamé "puntos de certeza", mientras que en el registro de la psicosis es en el nivel de las dos caras del yo donde se ubica el conflicto. Efectivamente, el psicótico sólo puede sostenerse en lo que llamé "puntos de permanencia" en su registro identificatorio, solamente si alguien del exterior le sirve de prótesis. Si ese alguien del exterior de repente le reenvía a un enunciado identificatorio que no puede ocupar, seguramente se pondrán de manifiesto trastornos psicóticos.

Como ejemplo de violencia de la interpretación voy a citar un caso de una paciente con esquizofrenia, asintomática es ingresado por voluntad propia tras la muerte de un familiar cercano. Confusa y angustiada ingresa con una profunda ansiedad que se le manifiesta con dolor precordial.
El psiquiatra le ingresa. Al día, tras el ingreso, la paciente se encuentra bien, remite la sintomatología pero el psiquiatra decide mantenerle ingresada. Por no hacer absurdo el ingreso por parte de las dos partes.
Aquí hay una clara violencia institucional que patologiza a un sujeto por una enfermedad que está compensada. Siguiendo unos esquemas previos, una violencia de interpretación del texto y del sujeto, un pretexto que puede llegar a inscribir el estatuto de enfermo-loco a esta persona.

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