PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

jueves, 15 de abril de 2010

Neurociencias: Esquizofrenia

Científicos españoles identifican un sistema de señales en el cerebro implicado en la esquizofrenia
El estudio, realizado en ratones, explica como la mutación de dos genes implicados en la esquizofrenia conduce al mal funcionamiento de unas neuronas reguladoras de la corteza cerebral

ALICIA RIVERA - Madrid - 15/04/2010 EL PAIS


"Si hay una enfermedad cerebral de la que conocemos poco su sustrato biológico es la esquizofrenia, y me refiero no a lo que aprecian los psiquiatras, los síntomas, sino a qué neuronas funcionan mal", avanza el neurocientífico español Oscar Marín. El investiga con su equipo desde hace años dos genes que, cuando son normales, se ocupan en el embrión de que unas neuronas de la corteza cerebral, llamadas interneuronas, lleguen a su posición correcta. Ahora, en colaboración con el equipo que co-dirige con la también neurocientífica Beatriz Rico, ha descubierto que los mismos genes son necesarios para que se formen las conexiones de las interneuronas, es decir, para que puedan comunicarse con otras neuronas. Y lo más interesante es que cuando están mutados, esos dos genes son clave en la esquizofrenia. Los investigadores parecen así haber dado un nuevo e importante paso adelante al descifrar cómo afecta la alteración de estos dos genes al sistema de señales entre neuronas, provocando el mal funcionamiento de la corteza cerebral que es característico de la esquizofrenia. Marín, Rico (Instituto de Neurociencias, Alicante) y sus colegas dan a conocer los resultados de su investigación, realizada con ratones, en la revista Nature.

En la corteza cerebral hay dos tipos de neuronas, explica Rico. La mayoría son de las llamadas piramidales, que hacen múltiples funciones; el otro tipo son las interneuronas, especializadas en regular la actividad de las primeras. El trabajo de estos científicos no va a pasar desapercibido en absoluto ya que, mientras que la mayoría de las investigaciones en este campo se han centrado en las neuronas piramidales, Marín y sus colegas apuntan hacia las otras, las interneuronas, como desencadenantes de la esquizofrenia cuando funcionan mal.

Los dos genes en los que ellos se centran son los denominados Nrg1 y ErbB4. Se han identificado hasta ahora unos 10 ó 12 genes relacionados con la esquizofrenia, pero son menos los que realmente parecen claves en la enfermedad y los dos con los que trabajan Marín y Rico, según explican ellos mismos, parecen ser los favoritos. Todos las mutaciones que han probado estos investigadores españoles en el experimento provocan disfunciones características de la corteza cerebral en pacientes con esquizofrenia.

"Lo que me parece más interesante es que las mutaciones de diferentes genes, en esta enfermedad, podrían converger en las interneuronas", dice Marín. En la investigación participan seis científicos del Instituto de Neurociencias (CSIC-Universidad Miguel Hernández), un experto de la Universidad de Castilla-la Mancha, y un estadounidense, de la Universidad de California en Davis, que ha aportado los ratones transgénicos del experimento. La investigación se inscribe en el programa Consolider del instituto de Alicante.

"La esquizofrenia es una enfermedad compleja que interfiere en las funciones de varios sistemas cerebrales necesarios para las actividades cognitivas y el comportamiento social", recalcan los investigadores en Nature. En cuanto al componente genético del trastorno, Marín explica que su "carácter hereditario es enorme", lo que no excluye que haya una influencia del entorno notable para desencadenar el trastorno esquizofrenia en quienes padecen la predisposición genética. En realidad, dice este investigador, es muy posible que no se trate de la esquizofrenia, sino de esquizofrenias, diferentes formas de la enfermedad, algo así como el cáncer de hace unas décadas ha resultado ser muchos diferentes cánceres.
---------------------------------------------------------------------------------
Hasta aquí la noticia. Por otro lado, y desde otro ángulo es increíble acercarnos a un problema como la esquizofrenia desde el punto de vista genético. Considero que todavía hay mucho por trabajar en este sentido y que lo que se hereda es una predisposición, una vulnerabilidad. Dicha tendencia se ve expresada en el fenotipo en función del medio ambiente. Así pues, una madre o un padre pueden tener esquizofrenia y tener hijos sanos. Lo que resulta peligroso es que ese hijo no tenga un maternaje y una educación por parte del padre sana. También hay que considerar aspectos relacionados con los tóxicos, las drogas pueden precipitar este problema. Artículos como este nos colocan en la dialéctica de Nature-Nurture. Por un lado la biología y la simple bioquímica y por otro el efecto de la relación con los padres.
Es importante identificar tempranamente estos problemas para que se haga un tratamiento precoz con un psicoterapeuta acreditado y que, en su caso, se prescriba la medicación oportuna para que exista un ajuste psicosocial.
No se me ocurriría mantener un tratamiento con una persona con esquizofrenia sin contemplar la posibilidad dialogada con él o ella de mantener un tratamiento farmacológico. La esquizofrenia, el trastorno depresivo mayor y el trastorno bipolar son enfermedades cerebrales. No obstante los tratamientos tienen una fisura y es olvidar el aspecto de la mente, la "psique" del paciente. Lo que se suele llamar una inetrvención psicosocial a través de una psicoterapia que debe tener funciones diversas con un énfasis en el apoyo y la psicoeducación, alejándose del psicoanálisis puro.
No obstante existen tratamiento psicoterapéuticos con jóvenes y adolescentes con problemas psicóticos en la literatura psicoanalítica. Por ejemplo el Caso Dominique de Françoise Doltó o el Caso Philippe de Piera Aulagnier, éste último estaba en un hospital mientras mantenía las consultas con Piera.
Hoy existen datos suficientes para hacer más elástico nuestro sistema de referencia y nuestro marco teórico de intervención para compatibilizar una medicación que le va a reportar un gran beneficio sobre todo en cuanto a los síntomas positivos (delirios y alucinaciones) y también sobre los síntomas negativos (anergia, abulia, anhedonia).
En el caso de la depresión también tiene una eficacia probada en la mejora de síntomas como el llanto, la tristeza y la anergia. En el caso del trastorno bipolar el litio y los eutimizantes, así como antipsicóticos y antidepresivos son fundamentales para el equilibrio de la persona.
Lo que hay que denunciar es que estas personas tengan un tratamiento psicoterapéutico (en Madrid y Barcelona es mucho más sencillo disfrutar de un tratamiento, es la línea de trabajo psicoterapia + medicación), que es imprescindible para su mejoría, esto lo saben los psiquiatras más cerrados biológicamente hasta los psicoanalistas. Una psicoterapia ayuda al individuo a entenderse y a entender su enfermedad, a controlarla y a construir una vida de una forma saludable, feliz y plena. No creo que haya que negarle esta posibilidad a nadie, por mucho esfuerzo que conlleve, ya que la psicoterapia, como dicen los pacientes con frecuencia "cuesta", ya no tanto por el dinero, que a poquito del tratamiento se estima una buena inversión, sino el esfuerzo psíquico que conlleva el hablar, en ocasiones de aspectos tristes y dolorosos. Rodrigo Córdoba Sanz.

No hay comentarios: