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Paz y Ciencia

domingo, 16 de mayo de 2010

Relación fantasía con objetos

Desde dentro del mundo de la fantasía se pueden ver muchos objetos. Muchos de estos son internos, otros son externos. La facilidad y posibilidad de discernir cuando corresponde a un objeto interno y cuando lo es a un objeto externo es lo que representa una psique capaz de diferenciar fantasía de realidad. En el caso en que se viva con objetos internos, esto es connotativos, como objetos externos, se está proyectando el mundo interno en el mundo externo. Fenómeno corriente en las psicosis. El deformar la realidad externa en función de la significación de los objetos internos y su valor subjetivo-connotativo es lo que Winnicott llamaba fantaseo. Para este autor la fantasía es una fuente de creatividad, de vida, de vigor, de fortaleza, de salud y bienestar. Sin embargo el fantaseo, corresponde a la enfermedad porque no hay una tolerancia de la realidad externa y se intenta eludir el contacto con la realidad construyendo una imagen de esta más acorde con el deseo del sujeto. Este deseo tiene un aspecto actitudinal, diría Castilla del Pino, este módulo actitudinal es afectivo-emocional y deriva de fuentes inagotables de subjetividad, de fantasías, de anhelos, de vivencias y de una biografía que troquela el psiquismo del individuo marcándole y generando huellas mnémicas que determinarán el devenir de su psiquismo.
Para deformar la realidad externa vale con que uno se ciña de manera tajante a su saber, como una creencia férrea, sin contrastar con la realidad empírica, aquí lo que vale es el imperio de la certeza. Eso es la psicosis, el derrumbe de la persona, el "breakdown" que llamaba Winnicott, la ruptura biográfica generada que se revierte analizando (punto uno) y punto dos, realizando una labor de síntesis por parte del sujeto de esos fragmentos del objeto escindidos. Un mecanismo común es la identificación proyectiva, una parte del sujeto es proyectada en el objeto de forma que se idealiza o devalúa, que se le tiene amor u odio, pero el sujeto se desprende de ella como mágicamente para colocarla fuera, el yo se empobrece dirían Melanie Klein o Bion. El destino es convertir los objetos subjetivos en objetos objetivos.

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