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Paz y Ciencia

martes, 16 de noviembre de 2010

Sobre los modelos conductuales en TLP

Como decía es un modelo para elaborar, útil en lo conductual y al automanejo del estrés, la frustración y la impulsividad. Como me ha dicho algún paciente límite que ha tenido experiencias en tratamientos conductuales, a veces tienen la percepción de que no se ahonda en sus vivencias, en sus miedos y en su mundo interno, cuestión que, por otro lado, es difícil de acceder para estas personas que están cargadas negativamente de experiencias caóticas y muchas veces traumáticas. Una persona me contaba que había estado en tratamiento y que no le había contado a su psicóloga nada acerca de los abusos sexuales. Esto indica dos cosas, la reserva de la paciente y la poca confiabilidad de la atmósfera terapéutica que estaba dirigida al entrenamiento conductual sin prestar demasiada atención al modo de interpretar la realidad de la persona, a la forma de construir el mundo y a su biografía. Creo que esto son errores de bulto que suelen aparecer en muchos tratamientos y que no siempre es responsabilidad del terapeuta ya que el paciente es libre de contar lo que quiera. Pero el tratamiento conductual deja de lado la mismidad, la identidad del paciente y lo mete en un lecho de Procrusto del que es difícil salir. A veces la identificación con el trastorno es tal que se reproducen los mismos síntomas que han sido señalados, el vacío de estas personas y el mimetismo son dos de las variables que están implicadas en estos procesos. Hay que pensar en realizar tratamientos más integrales destinados al crecimiento mental de la persona, al contacto con su self y a que puedan aceptar su realidad interna y la realidad externa, a veces se ven como monstruos y es propio de la percepción de un mundo hostil troquelada por sus experiencias vitales. Una desconfianza que se traslada a los profesionales de la salud mental y que hay que saber conectar de un modo adecuado, exigen mucho y dan poco, otras veces se pueden volcar, a veces se aburren, otras cuestionan el tratamiento, la consulta no es más que un cosmos donde se reproduce su inestabilidad emocional  su identidad difusa que se debe contener y explicar.

3 comentarios:

Lilith dijo...

Hola soy TLP diagnosticada desde hace 7 años, he pasado por un grupo de terapia de orientación conductual, y he tenido también "sesiones individuales". Estoy de acuerdo con lo que dices de que normalmente los terapeutas no profundizan, pero si creo que en parte es un fallo de ellos. Según mi experiencia de varios años, los psicólogos nos tienen miedo, no saben empatizar con nosotros y tratan de dar soluciones estúpidas que ya habríamos mediado la mayoría de nosotros si fuésemos capaces de llevarlas a cabo. Creo que es muy complicado encontrar a un profesional que sepa lo que hace con un TLP, que no se desborde y pueda guiarlo desde el entendimiento y la comprensión. No digo que no haya buenos psicólogos, que los hay por supuesto, pero hace falta más que un par de abracadabras para conectar con una persona que sufre tanto, y se siente aislada emocionalmente del mundo. Un poco de interés real por el paciente no hace daño, y nosotros somo especialistas en descubrir la frialdad de la gente. Pero reitero, hay buenos psicólogos, igual que los maestros, es solo que no todos tienen vocación.

Anónimo dijo...

¿Frialdad de la gente?... Yo fui pareja de un TLP durante años, y ese si que era un experto en no empatizar con los semtimientos de los demás.

Anónimo dijo...

Entonces es probable que no fuese TLP, sino esquizoide. Las personas con TLP si que empatizamos por regla general. Otra cosa son nuestras reacciones emocionales, y el mal rollo que le puedan dar a la gente. Pero si no empatizásemos, no nos commoveríamos, ni enfadaríamos, ni nos sentiríamos culpables. Y nuestro abanico de emociones es bastante amplio. Ojalá hagan algún estudio sobre las neuronas espejo y el TLP.