PEACE

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Paz y Ciencia

domingo, 28 de febrero de 2010

Movidos por el odio

Fuego intachable gobernando los retazos de ira que se deslizan por tu cuerpo herido
listas inagotables de razones y motivos viscerales para el odio y la repulsa
esto es el alimento de la tristeza, es la sin razón del dolor propio y ajeno
mientras navegas en caminos resbaladizos otros contemplan el andar errático de tu persona
procurando la venganza
pero mientras tanto te consumes y además fatigas a cuantos te rodean.
La vida es un trasiego de amor y límites, como decía un músico el viernes en un ágape,
la vida es más sencilla que todo eso y el odio acaba con la esperanza y la ilusión,
dando de comer a la tristeza y la desilusión, rompiendo lazos y alienando al sujeto en una misión desmesurada sin salida alguna hacia la felicidad.

Visita a Boltaña

Desde un pueblo de la comarca del Sobrarbe en Aragón, cerca de L`Ainsa, la capital del Sobrarbe, donde su árbol aparece en el escudo de la bandera de Aragón.
Allí, en un pequeño lugar, un señor llamado Jorge, con barba y aire despistado ronda por las fiestas, ahora carnavales, de la zona.
Los domingos intenta jugar a fútbol. Se trata de un individuo curioso, para él las cosas que le hacen sentir vivo es la naturaleza y la vida de pueblo, el poder hablar de forma llana con los lugareños.
Un hombre de un gran corazón. Trabajaba en una gestoría y luego se hizo autónomo, allí, como con los alcaldes, las personas buscan la persona no el partido, lo que hace que esté absorbiendo los clientes de la gestoría, un negocio de un "cacique" de Huesca que poco sabe de las gentes de la zona. Él juega en el equipo del Boltaña, trabajó en Ainsa y vive en el Pueyo de Araguás, a unos pocos kilómetros de ascensión (muy empinada) de Ainsa.
Su corazón es tan grande y su ambición tan acotada que le da lástima que más clientes se cambien con él porque hay dos mujeres a las que respeta en esa gestoría y sería muy malo para ellas que él se encargara de "hacerles los papeles" a todos esos clientes.
Gracias a la bondad de este ser humano tengo una bonita historia que contar, fruto de un encuentro, un sábado por la tarde en Boltaña mientras recordábamos otros tiempos y proyectábamos ideas para más adelante. Él vive el aquí y ahora, no se agobia con las apariencias, no se preocupa del qué dirán, vive sencillo, con su perra Lupa y su nueva compañera Misifú. Así tiene suficiente, junto con algunas pinceladas más para ser feliz, porque ha hecho de su vida un lugar habitable y querible, porque es una persona extraordinaria y digna. Un saludo a Jorge y su perra loba Lupa.

El detector de mentiras

sábado, 27 de febrero de 2010

El aprendiz de historiador y el maestro brujo. Piera Aulagnier


Me inclinaría a comparar nuestra teoría con una historia de la ontogénesis del deseo, y la relación analítica, con un encuentro entre un analista historiador, que posee su versión de esa ontogénesis, e historiadores profanos que defienden cada una la suya: estos se consideran dueños de una versión exhaustiva merced a su creencia en una identidad espacial y temporal entre el yo y la totalidad de la psique. En biología, la ontogénesis trata del desarrollo del individuo desde la fecundación del huevo hasta el estadio final de su desarrollo. En análisis, la ontogénesis trata de los deseos (de las causas) por los que un huevo pudo ser fecundado, y de las consecuencias que traen en el entero devenir de ese "huevo".

Si el yo puede ignorarlo todo sobre la ontogénesis en la aceptación biológica del término, y desempeñarse sin desmedro alguno, en cambio no puede prescindir de un saber sobre su "ontogénesis psíquica" o, para dejar de lado las metáforas, sobre su propia historia libidinal e identificatoria. Es una necesidad de su funcionamiento situarse y anclar en una historia que sustituye un tiempo vivido-perdido por la versión que el sujeto se procura merced a su reconstrucción de las causas que lo hicieron ser, que dan razón de su presente y hacen pensable e investible un eventual futuro. Malgrado la diferencia de los conocimientos, del léxico empleado, de la significación que uno y otro historiador confieren a ciertos términos de su capital semántico, ninguno ignora la existencia y los efectos de esas "cosas" que le es preciso volver decibles y, por eso, pensables... pág. 15

...De ahí la fascinación enteramente comprensible que suscitaron esas aperturas teórico-clínicas del pos-Freud, las que debemos a Melanie Klein, a Lacan y a algunos otros. En cada ocasión el analista parece haber esperado que los nuevos elementos aportados al edificio teórico conseguirían un día poner fin a toda divergencia entre las promesas de la teoría y los resultados de su aplicación en el campo clinico. De ahí también esa oscilación entre dos posiciones extremas: o bien una desvalorización de todo conocimiento teórico en aras de un sedicente don (¿innato?), que sería lo único necesario y siempre suficiente, para conducir y llevar a buen término una experiencia analítica. Justo es agregar, si lo juzgo por propia experiencia, que hay siempre momentos en que nos acercamos a una de las dos. Sea esto porque focalicemos nuestro investimiento, nuestra procura de una prima de placer, indispensable para nuestro funcionamiento y para nuestra función, del lado de la teoría, del brillo de una demostración que deje satisfecha a nuestra lógica o que nos lleve a formular una hipótesis nueva; o a la inversa, porque descubramos del lado de la clínica una respuesta que de repente trueca la posición de los peones en el tablero, sin que (o antes que) la teoría haya podido sugerírnosla, o anticiparnos sus elementos metapsicológicos. Momento de corte entre pensamiento teórico y escucha clínica, pero un corte que es sólo aparente. En este segundo caso permanece escondido para nosotros el subterráneo trabajo de ligazón, que pone en relación lo que oímos en el hic et nunc de nuestros encuentros clínicos y las adquisiciones sedimentadas merced a un trabajo de teorización flotante, hasta latente, que nos han permitido oír lo novedoso y oírlo de esa manera... De ahí mi pregunta: ¿Cómo se produce, en el ejercicio de nuestra arte, esta ligazón entre lo ya-conocido de una teoría y lo todavía-no-conocido a que nos enfrenta el discurso que escuchamos?...Si espero en cambio, demostrar que a todo analista le es indispensable preservar esta alianza entre conocido e ignorado, entre lo ya sabido y los conocimientos nuevos que deberemos a nuestros partenaires y que nos dejarán siempre insaciados, entre los constreñimientos que la reflexión teórica impone y la libertad que nos es forzoso dejar a unas asociaciones y a unos pensamientos imprevistos e imprevisibles, hasta incomprensibles. págs. 18-19 Amorrortu Editores.

viernes, 26 de febrero de 2010

La libertad interior en el psicópata y el neurótico. Hugo Marietán. Interpsiquis

1) La libertad interior del psicópata http://hdl.handle.net/10401/907
El motor: la necesidad especial
En el psicópata la libertad interior tiene un núcleo central en el psicópata que viene de la necesidad especial, ese núcleo que va a organizar su mente. La necesidad especial tiene la potencialidad de acción de cualquier necesidad común (comer,ingerir líquido, abrigarse, etc.) pero gira sobre otros ejes (violación, canibalismo, el afán desmesurado de poder). Para implementarla necesita crear
códigos propios (además de conocer los códigos comunes), y a su vez eso le da una ampliación de la libertad interior.
La libertad interior es la capacidad de pensarse libre a sí mismo y la capacidad de pensar que se pueden realizar en lo real lo que generan sus pensamientos y, además ejercer la voluntad para llevar adelante la acción.
En el hombre común, esta libertad interior esta acotada por las leyes, por los valores internos como externos, entonces esta libertad tiene un rango de acción amoldado a las conductas generales para una cultura dada.
El neurótico acota aún más su libertad interior a través de sus miedos, de sus angustias y del propio fantasma que él se crea, es decir, el neurótico tiene una libertad, un “poder hacer” menor, es un poder hacer con permisos. El neurótico vive pidiendo permisos a los demás y a sí mismo para hacer las cosas.
En el psicótico ocurre algo paradojal, su libertad exterior está extremadamente acotada, puede hacer poco, tiene una capacidad práctica muy limitada, de hecho es un incapaz, y sin embargo tiene una libertad interior muy ampliada. En su interior todo es posible hasta lo extremadamente posible según lo que le marque el delirio. Por ejemplo, cuando dicen “soy la madre de Juno y soy la madre progenitora de toda la humanidad…” implica, desde el discurso, una extensión increíble de su libertad interior pero que, lógicamente, no puedo aplicarla en la praxis. Yo asistía una parafrénica que decía ser la hija de Juno y la Madre Primordial, generadora de toda vida en el universo. Y le preguntaba: “En su casa ¿que hace?” y ella contestaba con frescura: “Hago la comida - para mis sobrinos, limpio y aseo, hago las tareas de la casa”. En la práctica la libertad interior del psicótico no se aplicaba, es a-pragmático como dice Goldar

Nota: Los pasos del lobo
El abusador sexual tiene el vicio del abuso. Y, como todo vicioso, sabe que está mal lo que hace y aún así repite: su carga instintiva es más fuerte que la traba moral. Dejar que un pedófilo deambule entre niños es como dejar a un lobo que ronde a las ovejas. El abusador, al igual que el violador, se considera con el derecho a quebrar la libertad sexual del otro. Es más, muchos creen que el otro quiere ser abusado o violado. Dentro de su lógica, distinta a la del común, sus acciones armonizan
con sus actos. Analizados desde una mente normal la conducta se ve aberrante, criminal; pero, desde la mente del violador sólo está respondiendo a sus necesidades especiales. Una necesidad insatisfecha, el hambre por ejemplo, atenaza, inquieta y empuja a la acción para conseguir el alimento. Una vez satisfecha, cesa la inquietud. Y luego, con el tiempo, reaparece y se repite el circuito.
La necesidad especial: abusar, violar, matar, tiene el mismo circuito. Esa es la causa por la que el violador reincide. El reproche, el castigo, el encierro no pueden mitigar la necesidad, es por eso que, puesto en libertad, repite la misma acción que lo llevó a la cárcel. Es su naturaleza de depredador. A un lobo no le interesan los derechos a la vida de la oveja, sólo ve un bocado apetitoso que saciará
su voracidad…, por el momento.
Las leyes que no consideren esto seguirán cometiendo el mismo error de dejar libre al pedófilo, al violador, al asesino reincidente… que, inquietos y hambrientos, deambularán disfrazados buscando su próxima víctima.

Neurótico, Psicópata
Es importante comparar al neurótico con el psicópata, y como se inter relacionan en el caso del círculo complementario -psicópata. El neurótico deja que la vida se ensañe con él, pide misericordia a un gran Otro y queda en deuda con él. El neurótico es un ser endeudado; vive pensando que le debe algo a alguien, y, contradictoriamente, a veces cree que la gente, la vida, le debe algo a él. El
neurótico le pertenece “al qué dirán”, es temeroso de qué es lo que van a decir sobre él; si su acción va a repercutir en los otros, como si la lupa de los otros observara su subjetividad.
El psicópata, en cambio, se ensaña con la vida de los otros.

Nota: El horror de la desmesura
Cuando escuchamos casos como el de Josef Fritzl, el calificativo de "monstruo" nace con facilidad en nuestras mentes; y es fácil comprender el porqué: la desmesura de la acción de este hombre supera el rango de las conductas aberrantes aceptadas. Lo que hizo rebota en nuestro entendimiento: la mente de Fritzl está estructurada con un diseño muy distinto al común. Es la mente de un psicópata. No está loco, no es alguien que no comprenda lo que hace ni obre por impulsos. Planifica, sigue un
hilo coherente y eficaz en su objetivo y lo mantiene. No obró solo, nadie puede mantener un sistema durante tanto tiempo sin secuaces. Pero, para acercarse algo al manejo de un psicópata, hay que conocer el uso sutil del miedo, la ferocidad de la coerción, la ternura fingida, la maestría en la manipulación, la mentira, la regulación armoniosa del terror y la esperanza: dos fantasmas que agita ya para conseguir, ya para apaciguar. No es útil aquí el uso de la empatía. No podemos estar
en su lugar. Sólo nos está permitido observar el horror de la desmesura.
Hugo Marietan, marzo 2009

jueves, 25 de febrero de 2010

El camino de la libertad


No hay camino hacia la libertad, la libertad es el camino. Ghandi.


Para encontrar la libertad hay que encontrarse a uno mismo. Este es el proceso que recorre Siddharta, el protagonista de la novela de Hermann Hesse. Se trata de buscar un espacio dentro de la mismidad para hacer de caminantes del solipsismo. La ética es la que asocia al sujeto con la libertad y los demás. El respeto a uno mismo corre parejo al respeto a los otros. La terceridad se encuentra como la experiencia de que nada nos es ajeno. Que cada uno tiene su verdad y que detrás de las máscaras sociales existe un interés por ser seres sociales, al modo clásico de Aristóteles, sin desprevenir el gusto por el interés de estar solos, ese estado de refugio en el que se inunda Siddharta en la novela y que, no obstante, da paso inexorablemente al encuentro con el otro.
La libertad es una aspiración que tiene que ver cuando hacemos lo que nos da la gana dentro de unos límites, de un marco o un encuadre, dentro de unas normas que hemos ido asimilando, interiorizando a lo largo del tiempo desde muy niños, cuando nuestros papás nos frustraban. El derrumbe de esas normas supone una llamada de atención, un pedido de auxilio, un no sentirse libre para vivir, un no encontrarse sano para respirar el ambiente de una sociedad cada vez más mecanizada.
Recorrer el camino de la libertad supone a veces quitarse cadenas y otras, las más, crecer definitiva y emocionalmente para sentirse autónomos e independientes. Nadie es independiente, existe la interdependencia, por eso existen asociaciones y medios varios para reunirse a integrar las emociones, el juego y la experiencia de la vida.
Cada día, si escuchamos con humildad no aprendemos una sola cosa, nos acercamos más a la posibilidad de la libertad, para ese momento ya nos sentimos sabios. El sabio, como Siddharta no se considera sabio y a pasado un tributo de dolor por la experiencia de una vida errada.
Los problemas y las equivocaciones son parte del proceso de crecer y aprender, así como el dolor forma parte del peaje que hay que cobrar para llegar a ser libres.

Kseniya Simonova - Sand Animation (Україна має талант / Ukraine's Got Talent)

¿Qué es eso de relaciones intensas e inestables?


Muchas personas tienen miedo a sentirse solos, a la soledad. Para aliviar ese vacío interior buscan exageradamente figuras de dependencia anaclítica donde poder contar con otro que no les juzgue y no les interprete. Alguien que esté allí siempre e invariablemente para sostener las angustias. Estas relaciones son apasionadas, y además de lo que dice el DSM-IV hay un componente de ternura y amor que no queda especificado.
Dichas relaciones son forzadas, a demanda de las turbulencias emocionales de cada uno de los compañeros que recíprocamente van intercambiando su malestar.
El hecho de identificarse con otro, la necesidad de externalizar sus sentimientos, de drenar su angustia lleva a que estas relaciones sean cada vez más intensas e insostenibles. Los miembros de dicha relación se van transmitiendo ansiedad y se van mezclando otro tipo de fantasías de dependencia, de necesidad de ser amado, escuchado, comprendido y aceptado.
Pero esto es un arma de doble filo ya que profundiza en la herida narcisista, el amor propio pasa a depender de esa relación que suministra las labores de contención, apoyo y aceptación que por sí mismo el sujeto no tiene. Son relaciones simbióticas, que recuerdan que no se ha desarrollado el proceso de separación-individuación que dijo Margaret Mahler. Son personas que no han madurado emocionalmente, afectadas de un vacío de sentido que cubren con el otro. No son relaciones maduras porque no van dirigidas hacia la autonomía, la independencia y la libertad sino que existe una fuerza inefable que fusiona a los dos sujetos inmersos en ese vacío de sentido.
Para cubrir carencias personales se unen, en lo que en terapia se llamaría alianza, esas carencias tienen que ver con que cada vez haya más necesidad de ese otro y se idealice la figura del partenaire.
No obstante existen muchas relaciones de este tipo, que se mantienen en distintos medios, el avance de las nuevas tecnologías ha hecho que se desarrollen nuevas formas de relaciones de este tipo. Aquellos que quieren encontrar un confidente y un apoyo a través de foros, páginas y otros medios acaban siendo atrapados en una relación intensa y que por lo invertido en ella resulta ser inestable, ya que es imposible mantener una relación con base en el dolor durante mucho tiempo, salvando numerosas excepciones. El trabajo interior ayuda a encontrar un sentido y a desarrollar un cariño hacia la propia persona, mientras tanto se dan relaciones de este tipo, donde Gunderson menciona a Winnicott hablando de los objetos transicionales, relaciones transicionales, más bien relaciones fetiche, diría yo.
Por oscuro que parezca esto, generalmente suele estar gobernado por un sincero amor que se ensombrece por lo que lleva detrás, dependencia y necesidad. Una necesidad visceral de vacío y soledad. De miedo.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Jay Forrester: Pensamiento Sistémico

Dinámica Industrial, [Industrial Dynamics, en su original inglés de 1961] que pronto celebrará su 50 cumpleaños, fue la primera obra del original profesor del MIT Jay Wright Forrester, a la que siguieron títulos importantes como Principles of Systems, Urban Dynamics, y la mítica World Dynamics marcan un hito en la historia del Pensamiento Sistémico y en la partida de nacimiento de una nueva disciplina fundamental en el modelado y comprensión de los sistemas complejos: Dinámica de Sistemas.



El comportamiento contraintuitivo de los sistemas sociales

Muchas características de los sistemas sociales confunden a la gente. Ese comportamiento que la gente no se espera surge en los sistemas corporativos y urbanos así como en las presiones mundiales que en la actualidad envuelven el planeta. Tres comportamientos contra-intuitivos de los sistemas sociales son especialmente peligrosos.

Primero, los sistemas sociales son totalmente insensibles a la mayoría de los cambios que la gente elige en un esfuerzo por alterar el comportamiento de los sistemas. De hecho, los sistemas sociales llaman la atención a tal grado que sería inútil tratar de intervenir. La intuición humana se desarrolla al tener contacto con los sistemas simples. En los sistemas simples, la causa del problema está muy relacionada, en tiempo y espacio, con los síntomas del problema. Si uno toca una estufa caliente, uno se quema al instante; la causa es obvia. Sin embargo, en los sistemas dinámicos complejos, las causas a menudo no tienen relación, en tiempo y espacio, con los síntomas. Las causas verdaderas pueden no tener relación con el tiempo pero si surgen de una parte totalmente diferente del sistema en donde se presenta el síntoma. Sin embargo, el sistema complejo puede ser confuso al presentar una causa aparente que reúne las expectativas derivadas de los sistemas simples. Una persona se dará cuenta de cuáles parecen ser las causas más cercanas a los síntomas tanto en tiempo como en espacio—poco antes en tiempo y cercano al síntoma. Sin embargo, las causas aparentes son generalmente coincidencias que, al igual que el síntoma del problema en sí, son producidas por la dinámica de lazo de retroalimentación de un sistema más grande. Por ejemplo, el sufrimiento humano en las ciudades va acompañado (algunos piensan que es causado) por la vivienda inadecuada. Como resultado, se eleva la vivienda y la población crece a pesar de los esfuerzos. Mucha gente está aprisionada en el deprimente sistema urbano. Otro ejemplo, los síntomas de la población excesiva ya comienzan a ensombrecer todos los países. Los síntomas comienzan con el agolpamiento urbano y la presión social. En lugar de enfrentarse al problema creciente de población, los gobiernos tratan de aligerar las presiones inmediatas ofreciendo apoyo financiero, más policías, transporte escolar y subsidiando servicios de salud. Como consecuencia, la creciente población reduce la calidad de vida de cada individuo.

Segundo, los sistemas sociales aparentemente tienen unos cuantos aspectos influyentes con los cuales pueden cambiar el comportamiento. Estos aspectos altamente influyentes no son lo que la mayoría de la gente espera. Además, cuando se identifica una política altamente influyente, existen más probabilidades de que las personas que se guíen por intuición o por su juicio, desviarán totalmente el sistema en la dirección equivocada. Por ejemplo, en un sistema urbano la vivienda es un aspecto de control influyente pero, si nuestro deseo es convertir la ciudad en un mejor lugar para la gente de la clase baja y demás, lo mejor sería reducir la vivienda económica en lugar de aumentarla. Otro ejemplo es el problema mundial de la población creciente y la disparidad entre los estándares de vida en los países desarrollados y subdesarrollados. Los modelos de dinámica de sistemas dicen que algunos aspectos de control influyentes para aumentar la calidad de vida mundialmente, existen en la tasa de generación de inversión de capital y en la producción de alimentos, pero esa expansión de la industrialización y producción de alimentos son las direcciones contraproducentes, ambas deben ser restringidas. La respuesta común al desastre mundial ha sido el aumento de la industrialización y la producción de alimentos, así que sería conveniente reducir este aumento si se tiene la esperanza de mejoras a largo plazo. Contrario a las expectativas intuitivas, el evitar las prácticas actuales podría aumentar la calidad de vida y contribuir a la estabilización de la población.

Tercero, los sistemas sociales muestran un conflicto en las consecuencias a corto y largo plazo de un cambio de política. Una política que produce mejoras a corto plazo, por lo general degrada un sistema a largo plazo. De igual forma, las políticas que producen mejoras a largo plazo pueden, en un principio, deprimir el comportamiento de un sistema. Esto es especialmente engañoso. El corto plazo es más visible y más convincente. Las presiones a corto plazo son muy obvias. Sin embargo, las secuencias de las acciones dirigidas a la mejora a corto plazo pueden deprimir tan severamente al sistema que ni las medidas heroicas a corto plazo son suficientes. Muchos de los problemas que se enfrentan en la actualidad son los resultados cumulativos de las medidas a corto plazo tomadas en las décadas anteriores.

Al igual que sucede con el profesor Ackoff, Jay Forrester sigue dando ejemplo como profesor emérito de la prestigiosa Sloan School of Management del MIT de Boston, siendo un testimonio viviente para muchos sistémicos.

La frase: “Es cierto que la contaminación, la sobrepoblación, las enfermedades, la escasez de comida, la guerra, o alguna otra fuerza igualmente poderosa, podrán un límite al crecimiento de la población si la persuación o factores psicológicos no lo hacen. El crecimiento exponencial no puede continuar por siempre. De seguir creciendo al ritmo actual, habrá solo un metro cuadrado por persona antes de 400 años. Nuestro gran reto es guiar la transición del crecimiento al equilibrio. A menos que el mundo entienda y comience a actuar pronto, la civilización será sobrepasada por fuerzas que nosotros mismos hemos creado, pero que ya no podemos controlar nunca más”.


de http://jmonzo.blogspot.com/2010/01/industrial-dynamics-de-jay-forrester.html

Hipótesis que se contrastan desde el supuesto saber.

La narrativa del deseo y el impulso es lo que Piera llama "brujo" y "maestro brujo" al inconsciente.
Es increíble poder ver estas instancias intrapsíquicas inferidas por la observación clínica con total claridad en personas que tienen alguna patología y en la "psicopatología de la vida cotidiana".
El odio, la vergüenza y la culpa son, como decía Bucay, el "médico del alma" tres importantes, pero no únicos, sentimientos para entender porqué las personas quedan bloqueadas.
La angustia se desliza con sus contenidos a la sesión, se desprenden aromas de dolor, de desesperanza, de fatiga, de tristeza, de tensión, de un sinfín de heterogéneas emociones que van coronando el discurso del hablante.
Dichas emociones casi se pueden tocar en el furor de los discursos acalorados donde abunda el odio, la ira, la repulsa, la envidia o, también, el amor.
La tristeza suele estar como fondo y la ansiedad tiene sus repuntes. Quien sólo tiene un poquito de ansiedad y se siente algo triste de vez en cuando no es un afortunado pero su patología es menos grave de lo que cabría esperar. Aunque a decir verdad la gravedad de la patología va dada por cómo el sujeto vivencia su problema y qué papel le da a la hora de construir las estructuras de su vida.
Cuando alguien pierde el contacto con la realidad, que es la razón fundamental de los ingresos en urgencias, no se da cuenta de que ha desenfocado y el objeto subjetivo pertenece ahora a la realidad fáctica.
Ésto resulta lo más intrigante de la psicología, como un objeto subjetivo puede tener tal poder de adherencia que el carácter del sujeto queda tan impregnado de esas relaciones con el objeto que difícilmente cambia su estructura de carácter, situándose lo que se llaman resistencias. Es francamente hermoso poder contemplar esto en un proceso psicoterápico y la técnica psicoanalítica/psicoterápica trata de sostener y explorar el mundo interno del sujeto para que conecte y enfoque. Existen agujeros en el discurso, vacíos de sentido y significado que deben y merecen ser llenados.

Sujeto-supuesto-ignorante

Piera Aulagnier en su libro "El aprendiz de historiador y el maestro brujo" hace una introducción en la que deja claro algo a reseñar.
Habla del sujeto-supuesto-saber de Lacan y de loque hoy sería el sujeto-supuesto-ignorante. Sobre estas ideas comenta que el bagaje teórico y clínico del analista siempre se encuentra con significados nuevos que no se pueden entender desde los prejuicios teóricos del analista. Cada encuentro, sugiere y apoyo, es un nuevo encuentro vivencial con el saber y el no saber (la ignorancia) del analista con respecto a eso que el demandante relata. Por lo tanto una forma para aproximarse con limpieza y cercanía, sin artificios, al discurso y al corazón del paciente es hacerlo fuera de los prejuicios, fuera de teorías, que cada paciente invente la teoría, que en última instancia es lo que sugería Winnicott cuando explicaba que en contraste con los animales, que se tienen que adaptar al medio, la madre debe adaptarse a las necesidades del bebé. Si coloca en el infans un discurso, Piera habla de enunciados identificantes, Winnicott de lo que antecede al falso self, una personalidad que se desarrolla de forma reactiva, no motivada, siguiendo las demandas, deseos e imposiciones de la madre.
Si empleamos esto como clara metáfora debemos de aproximarnos al discurso del paciente con ese aforismo tan citado de Bion: "sin memoria ni deseo", porque, enlazando con la literatura mística que me trae algún consultante nadie es quien para dar respuestas a otro, ese otro debe encontrar sus propias respuestas y esto es lo que hace el psicoanálisis, ayudar a descubrirse, a quererse y aceptarse cambiando lo que produce malestar. Las respuestas las tienen falsos gurús.

martes, 23 de febrero de 2010

Felicitación


Fue la conexión lo que nos unió, algo que trasciende lo intelectual.
Sin embargo con esos aires de amante de Deleuze procurabas adentrarte en un terreno prohibido. Era el sexo cerebral lo que estimulaba el compartir.
Entre Derridá y Green, con Klein y Lacan, siguiendo la regla, la norma y la doxa. Una amante de la literatura, una apasionada de la filosofía, una conocedora del psicoanálisis.
Recalaste en un reducto de argentinas que te acogieron y dieron alimentos del alma, formación e información, un marco de trabajo donde crecer.
Después llego el Hogar27, ese ensueño que nos rodea y nos une, con sus ágapes y sus envíos, con sus libros, sus charlas, sus coloquios, los encuentros. Un espacio donde entender y vivenciar qué es esta profesión, cómo se disfruta y se sufre, cómo se ama y se odia, ese "Odio en la contratransferencia" de Winnicott fue un documento que atesoramos como el "Miedo al derrumbe" o "Realidad y juego". Con los libros winnicottianos, con el jugar como proceso creativo. Con la interpretación como enuncicado identificante que juzga.
Allí comenzaste a dar salida al sueño que veías lejos y un día por una idea "loca" empezaste con nosotros. Ahora, implicada y trabajadora estás como una representante del núcleo duro, el núcleo de trabajo y reflexión analítica, el núcleo de discusión de Piera Aulagnier, de sesiones clínicas y de tu trabajo como analista y profesora de psicología. Caminos parecidos hemos recorrido, tú tal vez en otro momento vital, con una trayectoria clara y limpia, segura y decidida, inerme ante los ataques como buen winnicottiano.
Y ahora toca explorar los sueños, entender las incongruencias y explorar los reductos del amor, del pasado, del presente y del futuro.
Sólo tú tienes las respuestas y nadie te las puede dar, si buscas respuestas serán imposturas lo que encontrarás, descubre tu propio camino, como haces, y serás la mujer más hermosa y la analista más codiciada, queda poco para eso, lo veo cerca, porque tienes un gran corazón y estás llena de profunda comprensión.
Queda mucho por aprender, otra frase que nos unió en los ágapes fue aquella del agradecimiento de Winnicott a sus pacientes que dice: "Gracias a mis pacientes que pagaron por enseñarme", Piera Aulagnier dice: "A todos los que me han demandado y permitido oír su historia". Eres bella, referente y buena amiga, y hoy te haces un poco más vieja, un poco más sabia y espero que más divertida si cabe. Nos vemos cerca, superando fronteras invisibles que declaro derribadas desde este mismo momento.
Estamos ante la cuna del psicoanálisis en Zaragoza, como la revolución de 1789, sólo que esto, ya sabes que me gusta decir que está instalado en la Ribera del Ebro. Psicoanálisis de la Ribera del Ebro, un legado de Ezquerro.
Un beso. Rodrigo Córdoba Sanz. A su querida amiga en su cumpleaños.

Tarja Turunen: I Walk Alone

Escisiones y el principio del tratamiento escindido

Escisión es un término utilizado para describir tanto un fenómeno interpersonal como un fenómeno intrapsíquico. Dentro de la terminología psicoanalítica, hace referencia a un proceso defensivo identificado por Melanie Klein (1946) que se origina en las primeras etapas de la vida y que permite al niño ignorar o disociar las percepciones hostiles de la persona de quien dependen, preservando así una "buena", aunque distorsionada, representación (un objeto parcial) del otro. En la comunidad de profesionales de la salud mental, esta defensa se identifica en el paciente límite por la tendencia a percibir a los otros de un modo dicotomizado ("todo bueno" o "todo malo") y a tratarlos entonces de un modo muy diferente (idealización o devaluación, respectivamente), dependiendo del lado de la escisión interna que ocupen.

El principio del tratamiento escindido consiste en que, a pesar de los peligros que supone la escisión, los planes de tratamiento para los pacientes límite deberían incluir por lo menos a dos especialistas, dos modalidades terapéuticas u otros dos componentes de este tratamiento pueden ser un mecanismo de contención para las escisiones y proyecciones que mantienen al paciente límite en tratamiento. Para ser específicos, el tratamiento escindido significa que los pacientes reciben dos servicios diferentes, y en algunos aspectos, independientes. Sean cuales sean los componentes el principio directriz es que recibir dos terapias relativamente independientes y complementarias permite contener la inevitable frustración que suscita cualquier tratamiento particular sin necesidad de abandonarlo. La incapacidad de los pacientes límite para experimentar frustraciones sin atribuir malevolencia y sin abandonar el tratamiento de forma airada o temerosa es la razón por la que abandonan las terapias con tanta frecuencia (Waldinger, 1987). La elección de las técnicas psicoterapéuticas apropiadas se relaciona, por lo tanto, con el grado de atención necesario para el paciente. Cuando los pacientes disponen de un segundo componente para exponer sus frustraciones, retienen "objeto bueno", que les insta a comunicar sus quejas al terapeuta frustrante (psicofarmacólogo, terapeuta de grupo, etc.), en lugar de abandonar.

lunes, 22 de febrero de 2010

Sobre Bucay

No idolatres a nadie, y a mí que soy tu padre, menos que a nadie. Bucay a su hija.


Quizá Bucay sea un ladrón de ideas de los grandes, saber sus raíces es ser humilde. Crear es una actividad mágica, de progreso y crecimiento. Él invita a pensar, sugiere nuevos recorridos de la salud psíquica, un producto que se deja llevar por el happening inventando un giro en la literatura psicológica que ha hecho bien a muchas personas, por su sencillez, su calidez y su ternura. El saber es de los sabios, y es sabio hacer feliz a la gente. Bucay lo consigue. Sea como fuere.

Jorge Bucay en Ratones Coloraos



domingo, 21 de febrero de 2010

Poema libre y liberado


Tu mirada es reposada, tus ojos reflejan la sencillez de la alegría
tu cuerpo se mueve en un ritmo suave que amansa a las fieras
tu corazón fuerte, grande y eterno puede contener las emociones más hermosas
tú eres hermosa, un primor lleno de sabiduría y amor
así emanas el justo derecho a la unión, a celebrar cada día que estamos vivos
es un regalo contemplarte, tenerte cerca y acariciarte, recibir tus besos y tus cantos
que me hacen regredir a un estado primario en el que casi puedo ver la cuna almohadillada
tu eres linda, sensata y valiente, sencilla y capaz, eres el torbellino de energía que
arremete la pereza, ayuda a encontrar la paz y el recorrido del camino juntos
un puente hacia el infinito nos tiende la vida para poder recorrerlo
un agradable beso es una señal que aproxima dos universos en ese lugar potencial, intermedio donde podemos vivir con una sana locura el placer de estar vivos y juntos
creo que es un regalo dado, creo que crear contigo ese espacio de urdimbre afectiva
nos proporciona el sustento para seguir creciendo y recorriendo la vida con la esperanza debajo del brazo, es el fruto de tu secreto lo que me cautiva
es aquello inefable lo que me produce una calma y un orden calmo.
Contigo recorreré esta, nuesta vida secreta construida con las palabras, los besos y aquello que no se puede decir, son gestos, caricias y momentos de intimidad que nos arrastran, como el mar se arrima a la orilla y deja su huella en la arena.
Tú dejas tu seña en tus actos, tu verbo atesora el placer del encuentro, luchadora imperturbable y trabajadora responsable, eres la mujer idealizada que se sabe amada.
Eso hace que, unidos soñemos juntos viajes y escenas de amor que serán inventadas.

Piera Aulagnier: La Violencia de la Interpretación

Cualesquiera que sean las singularidades, en la historia de estos niños se eobservará siempre el efecto dramático de un encuentro en que, aparentemente, se le impone al Yo la apropiación de un saber -sobre el lenguaje, sobre él mismo, sobre el mundo-, mientras que, en realidad, en toda oportunidad en la que pretende mostrar el resultado de esa adquisición choca con una prohibición, con una negación del valor del producto, con una "contraverdad" que desmiente la significación que él había entrevisto y construido. "Está prohibido pensar, es obligatorio pensar "lo pensado por el otro"". Es esta una conminación insostenible e imposible, tan imposible como una orden que exigiera taparse condición previa y necesaria para pensar lo "pensado por el otro" es que se pueda pensar: precisamente, lo que la madre teme por encima de todo es esta posibilidad.
Ese tercer momento redobla, amplifica, la prueba impuesta por los dos primeros:

1. Los pictogramas encontraron un mundo que se resistía a reflejar uno de los dos.
2. Lo primario, a su vez, buscó vanamente en lo "exterior a sí" signos que le permitiesen encontrar en el lugar del Otro la causa de un estado de placer que puede ser ligada a su deseo y, también, los signos que podrían desmentir sus fantasías de rechazo, ayudarlo a reconocer que el mundo y el cuerpo del otro son también lugares en los que el placer es posible, en los que el deseo puede realizarse.
3. Last but not least, el YO, por su parte, encuentra en el espacio al que debe advenir, en los enunciados que deben instituirlo y que van a constituirlo, la orden de tener que ser, mientras que cada vez que él llega a ser, en cada imagen de sí mismo que tiende a catectizar, choca con la prohibición de ser esa forma, esa imagen, ese momento, tan pronto se presentan como su elección.

La fuerza de la naturaleza

Es el astro iluminado lo que da fuerza a tus empeños
gobernando tu mundo te adentras en el laberíntico océano sentimental
allí navegas echando el ancla en tus paradas
y sigues el trayecto, un viaje llevado por la ilusión y la esperanza
caminando sobre tu barco ves como la marea sube
las olas llegan a cubierta, el timón se maneja con tesón y fuerza
desgarradora marea te arranca del sosiego de un barco en paz
y sigues junto a los tuyos luchando por sostenerte a flote
todos juntos trabajáis, las velas son recogidas y el barco manejado
llega la calma, el sol se adueña de la noche y empiezan las aves a rondar el cielo
unidos en la calma, desdibujados por la desdicha pero atrapando la calma.
Es la historia de un marinero que junto a los suyos pudo combatir las fuerzas de la naturaleza.

sábado, 20 de febrero de 2010

Matrix Soundtrack

Como hablar: Amaral y Antonio Vega

Psicoterapia Viva

Hoy es sábado, en este espacio se habla de muchas cosas, pero a decir bien muchos de esos elementos tiene tintes que pueden ser vividos como persecutorios.
Existen personas que tienen prejuicios hacia la profesión, unas veces fundados y otras por fantasías.
Por tanto relatar algo serio y distante de manera técnica me parece una forma de distanciarnos.
Esta profesión es hermosa, ahora bien, es increíblemente dura. Contener y sostener el discurso de una persona desesperada tiene un coste, cuando se realiza con el corazón en la mano y se repite el proceso varias veces a lo largo del día y así consecutivamente.
Por otro lado es hermoso porque tiene un factor humano ineluctable.
Muchas personas se plantean los tiempos de terapia, esto es un diseño de caso único en el que depende de la evolución de la persona. Esto depende de la psicopatología presente y la calidad de la relación que se está forjando entre terapeuta y paciente.
El trabajo de psicoterapia es un trabajo de cercanía, de complicidad, de ayudar a que el otro, sufriente consultante, pueda enlazar con una persona que está investido como profesional y catectizar esa relación para poder evolucionar juntos.
Es un enlace covalente, en química se llama a esto a aquellas uniones entre elementos químicos en los que ambos ponen un electrón de su parte y comparten la nube de recorrido de esos electrones, minúsculos reductos del vínculo.
Creo que soy preferiblemente winnicottiano, analista humanista y a veces soy demasiado ingenuo. No obstante esta "posición" es preferible a la del supuesto saber que intercede e injuria el discurso del paciente.
Winnicott considera que lo preferente es el ambiente de sostén y contención (1965), el "holding".
Winnicott era un psicoanalista eficaz, con experiencia y una manera diferente de contemplar la clínica, el mundo y las personas que atendía. Por ello inventó formas distintas de comunicación, desde el "Squiggle Game" hasta la Conversación Terapéutica, desde la contención radical como fue el caso de la "pobre" Margaret Little, analista con una psicosis fronteriza que se curó con Winnicott y dio paso a una obra muy interesante.
La psicoterapia es una experiencia hermosa, pero el miedo suele emborronar las posibilidades poéticas de los encuentros.
Existen comparaciones con la atención más mecánica y medicalizada de los hospitales y Centros de Salud Mental. En psicoterapia estamos hablando de otras variables.
Es difícil iniciar un tratamiento psicoterapéutica con una persona que ha tenido varias experiencias terapéuticas. Esa persona ya va atravesada de otros discursos, de otras relaciones emocionales, que podemos inferir no han sido suficientes. Por tanto se va generando un poso de disgusto, escepticismo y sospecha hacia la profesión.
Esto sucede con más frecuencia en personas con trastornos graves. Esquizofrenia y Trastorno Límite de Personalidad son dos ejemplos representativos, sin excluir el abuso de sustancias y las adicciones.
Pero la inmensa mayoría de consultantes en psicoterapia no presentan este tipo de trastornos, son problemas vinculares, problemas relacionados con el amor, con síntomas del Eje I, molestias existenciales, dudas o necesidad de afecto no editada todavía. Problemas de pareja, problemas familiares, hay un número infinito de motivos de consulta que buceando un poco más en ellos no suelen coincidir con el núcleo del conflicto. No obstante es bueno concretar unos objetivos con el paciente para establecer una alianza de trabajo.
Este trabajo es fascinante pero algo me dice que el hecho de escribir un sábado a estas horas indica que quizá atrapa demasiado, voy a cambiar de onda con su permiso.
Saludos.

Cuento contado por Bucay: La Tristeza y la Furia

Análisis de "la religión es el opio del pueblo"

Fromm engarza sus teorías sobre las joyas que enseñaron Freud y Marx, procurando crear una disciplina de psicoanálisis social, o mejor dicho psicología social. En sus obras transmite nuevas ideas incorporando los autores de influencia. Existe un pasaje en el que "defiende" la tesis de Marx simplificada y "sacada de contexto" como dice Fromm en la que se dice: "la religión es el opio del pueblo". Fromm nos explica que Marx estaba interesado en la religión y no la contemplaba en sí misma como la dormidera del pueblo sino el uso que se había hecho por los señores feudales y lo que explica como la conformación de la idea de Dios como "Rey de Reyes". Lejos de la posición humanista que unen a Fromm, Marx y Eckhart.
Dice así el fragmento de Marx comentado por Fromm:

"La miseria religiosa es una manifestación de la miseria real y, a la vez, la protesta contra ella. La religión es el suspiro de la criatura afligida, el sentimiento de un mundo insensible, así como la gracia en lo insípido. Es el opio del pueblo. La supresión de la religión en cuanto felicidad ilusoria del pueblo es exigencia de su felicidad real. La exigencia del renunciar a los engaños sobre el propio estado es la exigencia de renunciar a un estado que necesita del engaño. La crítica de la religión es, pues, originariamente la crítica del valle de lágrimas cuya aureola es la religión. La crítica ha deshojado las flores imaginarias de la cadena, no para que el hombre lleve la cadena sin fantasía ni consuelo, sino para que arroje la cadena y coja la flor viva. La crítica de la religión desengaña al hombre para que piense, obre y ordene su realidad como hombre desengañado, entrado en razón, para que gire en torno de sí mismo, o sea, de su sol verdadero. La religión no es más que el sol ilusorio, que gira en torno del hombre mientras no es él quien gira en torno de sí mismo. (K. Marx, Zur Kritik der Hegelschen Rechtsphilosophie)

Fromm explica: Lo que Marx dice es que el hombre sufre en un mundo insensible y que la religión lo consuela, como el opio consuela a quien sufre grandes dolores. Pero la religión es el necesario y mejor alivio para el sufrimiento del hombre mientras éste no vuelva en sí, mientras viva en un mundo que le exija espejismos para poder soportarlo. Al decir Marx que el hombre "coja la flor viva", transmite la idea de que el fin de la vida no es la monotonía de ganarse la vida, sino la hermosura del ser...

viernes, 19 de febrero de 2010

Procesos Terapéuticos Genéricos y sus Funciones.

Contención: Este proceso sirve para preservar o aumentar el bienestar de las personas. La contención se refiere a la imposición externa de un control y es la forma más concreta de lo que Winnicott (1965) denominaba un "ambiente de contención". Dicha situación reduce la responsabilidad del autocontrol y ofrece a los pacientes una forma básica de cuidado.
En el transcurso de un tratamiento efectivo, los pacientes interiorizan el control de tal modo que, en el momento en que casi están bien puede crearse y mantenerse el ambiente de contención mediante la conversación, y en el momento en que ya están bien pueden crear ellos mismos este ambiente mentalmente.

Apoyo: La función de este proceso consiste en que los pacientes se sientan mejor y aumenten su autoestima. El apoyo puede proporcionarse adaptándose a las limitaciones del paciente. Una técnica de apoyo muy básica es la validación, afirmar la realidad de las percepciones de los pacientes o justificar sus sentimientos.

Estructura: Este proceso sirve para controlar el entorno, para que sea lo más simple y repetitivo posible. Implica organizar el tiempo, el espacio y la persona del paciente. La estructura es un entorno impersonal, que no es invasivo ni negligente. Esta función terapéutica se sirve de horarios, claridad en los papeles y en los objetivos, sistemas de privilegios, controles y consecuencias claras para las conductas; resulta de gran importancia para reorientar las conductas socialmente desadaptadas.

Implicación: Este proceso terapéutico fuerza a los pacientes a prestar atención a su entorno y a interactuar con él. El proceso fortalece la tolerancia e identifica y modifica los rasgos interpersonales desadaptativos. Como ejemplos podemos citar el establecimiento de objetivos compartidos y la colaboración en la planificación del tratamiento.

Validación: Este proceso terapéutico afirma y consolida la singularidad del paciente, su individualidad. La validación se lleva a cabo adaptando el tratamiento al cliente, con charlas individuales, prestando atención a la historia pasada del paciente y mediante nuevos aprendizajes, animando a los pacientes a esforzarse en áreas con competencias o consecuencias inciertas.


Gunderson.

El puente hacia el infinito

"Un libro es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora..."
Proverbio hindú



Creemos a veces que ya no queda ni siquiera un dragón. Ni un caballero andante, ni una sola princesa deslizándose por secretos bosques, encantado con su sonrisa a los venados y las mariposas. Creemos a veces que nuestra era ha dejado atrás toda frontera, ha dejado atrás toda aventura. El destino está lejos, más allá del horizonte; las sombras refulgentes pasaron al galope hace ya tiempo y han desaparecido.
Qué gusto da equivocarse. Princesas, caballeros, hechizos y dragones, misterio y aventura...no sólo existen aquí-y-ahora: ¡son todo lo que siempre ha habitado la tierra!

Richard Bach. El puente hacia el infinito.

jueves, 18 de febrero de 2010

Aperturas Psicoanalíticas:sobre la identificación proyectiva

Identificación proyectiva: una investigacion teórica del concepto a partir de "Notas sobre algunos mecanismos esquizoides"Publicado en la revista nº028
Autor: Rosenbaum, Pablo

Reseña: “Projective Identification: A theoretical investigation of the concept starting from “Notes on some schizoid mechanisms” (Identificación proyectiva: una investigacion teórica del concepto a partir de “Notas sobre algunos mecanismos esquizoides) de Giovanna Regazzoni Goretti. International Journal of Psychoanalysis 2007; 88:387-405.



Desde el resumen del artículo, la autora anuncia que centró su interés en la multiplicidad de contenidos y significados que el concepto de identificación proyectiva ha ido adquiriendo en las producciones psicoanalíticas. Diferencias que se refieren al rol que se asigna al concepto en el proceso analítico y a las acepciones que se da a la expresión.



Con el objetivo de analizar esta evolución, aborda la lectura crítica de cuatro textos (Klein, 1952, 1955; Rosenfeld, 1947, 1949) buscando en ellos el origen de distintas ópticas. Posteriormente, describe algunos usos del término, proponiendo que el elemento común sería que la identificación proyectiva constituye un modo de manejar la alteridad y la diferencia del objeto (interno, externo, real o fantaseado) comprometiéndose así su realidad en mayor o menor grado.



Finalmente, la autora se plantea si es conveniente mantener el uso de una noción que incluye tal gama de acepciones.



¿Qué decimos cuando decimos identificación proyectiva?



Regazzoni inicia su estudio destacando la incertidumbre que rodea al uso del concepto de “identificación proyectiva”, presente en producciones teóricas psicoanalíticas de los últimos sesenta años y habiendo sido utilizado por diferentes orientaciones. Refiere al título de la carta de Massidda: “Shall we ever know the truth about projective identification?” (¿Sabremos alguna vez la verdad acerca de la identificación proyectiva?), para recordar que la noción de verdad a nivel general es inaccesible, siendo también difícil de definir la “verdad” disponible sobre este concepto.



Afirma que la mayoría de los autores que han escrito sobre el tema aluden a esta multiplicidad de significados. Ejemplifica con Kernberg (1988) al decir que la construcción ha supuesto: “demasiadas cosas distintas, dichas por personas distintas, bajo circunstancias también diversas”. Nos propone dar nombre y contenido a tales elementos.



Con estos objetivos, y ante la infrecuente referencia a “Notas sobre algunos mecanismos esquizoides” o a “Sobre Identificación” por parte de quienes trabajan el tema (hecho también apuntado por Massidda), entiende justificado su abordaje. Asimismo realiza algunas breves referencias a dos trabajos de Rosenfeld, por ser contemporáneos a los anteriores y suponer aplicaciones clínicas de las mismas ideas.



Se nos advierte que nuestra comprensión actual de estas obras se tiñe inevitablemente de la gran cantidad de producciones posteriores. Estos trabajos no se destacan por su claridad o coherencia teórica sino, más bien, por la cantidad de ideas implícita o explícitamente enunciadas y por ser la fuente de distintas concepciones sobre identificación proyectiva presentes en la literatura actual.



Notas sobre algunos mecanismos esquizoides



En este texto de 1952, Klein propone denominar “identificación proyectiva” a “un conjunto de procesos”. Regazzoni analiza la oración que enuncia esta definición: “I suggest for these processes the term ’projective identification‘” (Propongo para denominar estos procesos el término “identificación proyectiva”), detectando inconsistencias lingüísticas y lógicas de la misma, en relación al contexto del trabajo. Esto explica el desconcierto que la lectura de algunos pasajes produce en el lector y la variedad de conclusiones que promueve. Para los lectores de habla castellana, la falta de claridad puede haber sido aún mayor por estar la frase ausente en la traducción incluida en la edición de Horne del libro “Desarrollos en Psicoanálisis” (Klein, Heimann, Isaacs y Riviere, 1962).



Klein aclara por medio de su nota nº 12 que



“la descripción de tales procesos primitivos está muy obstaculizada porque estas fantasías surgen en un época en la que el niño aún no ha empezado a pensar con palabras. En este trabajo, por ejemplo utilizo la expresión “proyectar dentro de otra persona” porque este me parece el único medio de trasmitir el proceso inconciente que trato de describir”. (p. 262)



Estos procesos, según señala Regazzoni, suponían fantasías preverbales de introducir partes del yo y excrementos juntos dentro de la madre (unidos por el odio y la agresividad). De este modo, Klein aclararía hacia dónde se dirige la expulsión (“fuera del yo” y “hacia dentro de la madre”). Esta localización remite a una concepción menos primitiva, dejando implícitas categorías como “adentro-afuera”, “sujeto-objeto” y las complejas relaciones que suponen. Recalca la reiteración por parte de Klein de la preposición “into” (hacia dentro) con lo que se estaría haciendo énfasis en la concepción que iba estableciendo. El hecho de introducirse en el objeto, traspasando (violentando) sus fronteras, marca una ruptura con concepciones anteriores de proyección que se definían por medio de alusiones como dirigir “hacia” o “en” el objeto lo proyectado. Estos aspectos poco claros, entre otros, darían lugar a la duda de si se trata de un mecanismo exclusivamente intrapsíquico.



La autora relata que definido el destino del mecanismo, se explicita el objetivo del mismo. No se trataría de un mecanismo de descarga sino que las tendencias agresivas tienen por objetivo “herir, controlar y poseer” al objeto.



Cita a Sandler, al decir que el mecanismo fue descrito como un proceso que ocurría en la fantasía y cuyas consecuencias reales en el objeto recién se incluyeron al cobrar importancia la teoría de la contratransferencia, (estados contratransferenciales del analista inducidos por el paciente). También refiere a Segal, que concebiría a la identificación proyectiva como mecanismo intrapsíquico. Discrepa con ambos afirmando: “That it is a process with only intrapsychic dynamics cannot, though in my opinion, be said to derive with certainty from Klein writings”. (En mi opinión, no puede derivarse con certeza de los escritos kleinianos el que se trate de un proceso de dinámicas exclusivamente intrapsíquicas).



La autora encuentra que no se analizan con claridad las causas del fenómeno. Se parte de un concepto que denota una apercepción rudimentaria del otro, para llegar a una confusión yo-objeto. Quizás cancelar la separación (temporaria o permanente) con el otro sería una de las metas del proceso (Regazzoni, 2007, p. 390-391). La falta de distancia entre el yo y los aspectos proyectados en el objeto, sugiere a la autora una idea de superposición o superimposición que siente plasmada en algunas pinturas modernas.



Sintetizando el análisis de Regazzoni, diríamos que Klein, al hablar de “conjunto de procesos”, alude a “el prototipo de una relación agresiva de objeto” realizada por medio de “incursiones predatorias” y una “colonización invalidante”.[1]



Más adelante, el texto kleiniano incluye la proyección de partes buenas del yo en el objeto como un aspecto fundamental para el desarrollo normal, introduciéndose así elementos positivos en la noción de identificación proyectiva. Esto se acompañaría por la posibilidad del yo de sentir un “empobrecimiento” a partir de la proyección de esas “partes buenas” en el objeto.



El aspecto polimorfo del proceso daría lugar a la aparición de categorías, a veces contradictorias, en la literatura como ser las de identificación proyectiva normal, patológica, excesiva o masiva, sin que estos gradientes fueran descriptos con precisión.



Dos aplicaciones clínicas de H. Rosenfeld



Posteriormente se analizan los artículos clínicos de Rosenfeld (1947, 1949) citados en “Notas sobre algunos mecanismos esquizoides”. En su trabajo de 1949, Rosenfeld remite el origen del proceso de la identificación proyectiva a los impulsos orales tempranos y al intento del yo de entrar en el objeto.



Destaca una coincidencia más clara de estos elementos con los trabajados por Klein en otro artículo de 1952, mayormente por la idea de un yo infantil malo que entra en la madre para controlarla. Regazzoni se interroga acerca de la anulación de la diferencia entre sujeto y objeto en la identificación proyectiva, acerca de la amenaza de ser dos sujetos, y a la urgencia amorosa de convertirse en uno solo.



En “Análisis de un estado de esquizofrenia con despersonalización”, Rosenfeld relata las vicisitudes de una paciente cuya pareja se va y cómo la partida activa fantasías de haber forzado a su pareja a hacer lo que ella quería y a su vez de vaciar al ser amado de sus partes buenas. Fantasías semejantes se activan en la transferencia con la vivencia por parte de la paciente de un analista que la fuerza a pensar en ciertas cosas, en contra de su voluntad.



En el trabajo sobre la homosexualidad, Rosenfeld relata el caso de un paciente que temía un interés excesivo hacia él por parte del analista e intentaba mantenerlo alejado. Esto llevaba al paciente a una extrema reticencia y a silenciar los pensamientos que presumía especialmente interesantes para el analista. La autora refiere también las ideas de Rosenfeld acerca del carácter intrusivo de la madre de este paciente. “Ella había ’dirigido‘ su vida, virtualmente forzando sus propias ideas dentro de su cabeza desde su más temprana infancia, adquiriendo control real sobre el niño”.



Esto es propuesto como otra forma de identificación proyectiva, en este caso, por parte de la madre hacia el niño, siendo ella la que no puede tolerar la diferencia sujeto-objeto. La autora destaca que, si bien conceptos como este son frecuentes en las teorizaciones actuales, en ese momento eran muy difíciles de proponer, quizás por temor a dar demasiada importancia a los modelos interpersonales.



Sobre identificación



La autora toma este trabajo por entender que aclara “algunos aspectos sobre la identificación proyectiva que se mantenían muy poco claros”.



Sigue el análisis que Klein realiza del personaje Fabián -(de la novela de 1950 de J. Green “If I were you”)-, y de la relación con su jefe, a quien “admira, envidia y odia”, pues plantea la pista para comprender aspectos sobre “la fisiología, la realización con el otro del proceso de la identificación proyectiva” (Ragazzoni, 2007, p. 393).







La autora destaca la importancia de la adopción del tono despectivo, antes dirigido hacia él, en el trato que Fabián asume hacia su jefe. Es desde allí que se irá dando una “inversión de roles”. De este modo, se va dando la incorporación desde, y expulsión hacia, el objeto de estados mentales indeseados. El análisis de estas secuencias lleva a la autora a destacar a la identificación proyectiva como una instancia comunicativa. No se trataría de “comunicar” en el sentido de “informar” sino más bien en los sentidos metafóricos de “inocular”, o “infundir”, por ejemplo (íd. p. 394).



El uso kleiniano del término “identificación” estaría orientado por el doble uso que hace Freud del mismo. En este sentido, la autora nos orienta a leer estos aspectos en consonancia con el artículo de 1921 “Psicología de las masas y análisis del yo”. Destaca en Klein la presencia de elementos derivados de las nociones de “modelar el yo de acuerdo a otro tomado como modelo” y también acerca de la “empatía” (o Einfühlung) como modo de comprender al otro. Comprender por medio de la empatía, aclara, estaría fuertemente cargado de las propias vivencias a pesar de la “ilusión de objetividad” que suele esperarse ante esa actitud.



Regazzoni toma las conclusiones de Klein al decir que algunos objetos son más adecuados que otros para promover procesos de identificación proyectiva. Se pregunta por la responsabilidad del analista en las proyecciones que promueve en el paciente y si cada analista lo haría en el mismo sentido con diferentes pacientes. Afirma que “a partir de la posición kleiniana y no desde otras teorías intersubjetivas más recientes, cabe asignar responsabilidad al analista en las proyecciones promovidas y cabe por tanto esperar también que cada encuentro peculiar promueva a su vez proyecciones específicas en el paciente”. Asimismo destaca que “los procesos de identificación proyectiva a partir del analista pueden conducir al paciente a un mayor conocimiento de sí mismo”.



Sobre lo intrapsíquico, lo interpsíquico y lo intersubjetivo



En línea con sus planteos acerca de la interacción analista-paciente, la autora inicia un nuevo apartado de su trabajo tomando reflexiones de Bion a partir de los planteamientos kleinianos. Aparentemente, el uso que este autor hace del “into” sitúa a los procesos de identificación proyectiva en lo intersubjetivo. Estos no sólo se dirigirían hacia el objeto con la intención de modificarlo, suscitar o inhibir determinados sentimientos en él sino que, también, “requiere, a diferencia de la proyección, de una determinada disposición mental tanto del que lo realiza como de quién lo recibe”. Esto podría llevar a una modificación de las acciones del sujeto en función de cómo reacciona el objeto. Bion plantea que el objeto puede rechazar estas actitudes por medio de una “sordera” que lo preservaría inerme de la situación.



Su lectura de Bion lleva a la autora a afirmar que ya en los planteos originales el mecanismo de identificación proyectiva integraría aspectos relacionales y de “negociación” entre sujeto y objeto. Asimismo, menciona a Segal, Ogden e Isaacs indicando una diversidad en sus afirmaciones en cuanto a ubicar al mecanismo en los ámbitos intrapsíquico, interpsíquico e intersubjetivo. Ante esto, destaca la complejidad de comprender los variados planteos de los kleinianos preguntándose si la misma no deriva, a su vez, de la dificultad de tomar “conductas” como un objeto válido para la investigación psicoanalítica.



Usos del término “identificación proyectiva”



Regazzoni manifiesta que el uso más frecuente dado en la literatura al término es como sinónimo de “proyectar dentro del objeto”. Esto centraría el proceso en la ya aludida acción de dirigir al cuerpo materno fantasías “expulsivas” disociadas de las concomitantes fantasías orales. Pero la autora cree que con este contenido el término no estaría reflejando el concepto al que alude.



Recoge el planteo de Joseph en cuanto a cómo funciona la identificación proyectiva, para responder desde A. Green que “la importancia del tono y timbre de la voz y de signos no verbales (postura, ritmo, etc.) en los procesos de comunicación entre adultos deriva de que son también los instrumentos predilectos en el vínculo temprano y por tanto en la identificación proyectiva hijo-madre”.



Nos sugiere que el “hacer cosas con las palabras” sería un modo de suscitar diversas emociones en el otro y que esta posibilidad de movilizar al otro por medio del lenguaje implica la posibilidad de controlarlo y hasta de imponerle un determinado estado mental. Siguiendo este razonamiento, y tomando aportes de Kernberg y Joseph, nos habla de cómo algunas veces el analista es sorprendido por sensaciones que le son extrañas o se ve movido a actuar o hablar de un modo inhabitual para dándose luego cuenta de que esto fue movilizado por el paciente. También cita a Bion que dice que “necesitará de cierta perspicacia para discernir cómo el paciente lo llevó a esa situación”. El manejo de estos “estados mentales” brinda al analista la posibilidad de evaluar las relaciones internas de objeto del paciente.



Otro uso que se sugiere en el artículo es el de concebir a la identificación proyectiva como un modo particular de identificación con el objeto, “el impulso de asumir la personalidad de otro individuo (vivo o muerto, real o ficticio). Lingüísticamente, este uso aparecería mencionado como “estar en identificación proyectiva con…” lo que sugiere “un tipo de identificación permanente con un objeto admirado o envidiado suponiendo a su vez un estado de alienación de la identidad propia”.



También se dirige el foco hacia la identificación proyectiva como proceso en que se da una pérdida temporal o permanente, parcial o total, de la “experiencia de separación”. Una de sus consecuencias sería la indiferenciación yo-objeto o su confusión. Podría plasmarse en la expresión “ponerse en los zapatos del otro” remitiendo a aspectos como la empatía, ya referidos, como otra faceta del mismo proceso que enriquecería el potencial cognoscitivo y de aprehensión del mundo y de los otros.



La autora dice que en relación a esta noción, será una cuestión de grado (con toda la incertidumbre que hablar de grado supone en psicoanálisis) la que determine que estemos hablando de manifestaciones normales o patológicas del fenómeno, el que se trate de una experiencia de empatía o de confusión, el que sea reversible o permanente, etc. Asimismo se nos hace clara la idea de que se trata de numerosos estados intermedios, zonas de grises que no podemos determinar con pureza.



¿Qué hacer con un término tan polisémico?



El artículo trasmite una inquietud en cuanto a la pertinencia de conservar un término al que se han asignado tantos significados diversos. Se plantea como una posible alternativa el sustituirlo por la descripción fenomenológica y metapsicológica de lo que se propone explicar. Pero, ante esta posibilidad, se nos indica que se estaría resignando una construcción de enorme riqueza semántica y que resultaría, por tanto, en un empobrecimiento de la teoría psicoanalítica.



Sintetizando los distintos aspectos de la noción estudiada, se nos enfrenta finalmente con la interrogante acerca de si sería posible el conocimiento de la realidad sin recurrir al mecanismo de la identificación proyectiva.



Comentario



La riqueza del artículo de Regazzoni deriva en gran parte de su esfuerzo por hacer un estudio minucioso de elementos enunciados o sugeridos en un conjunto de textos que trataron de establecer una concepción de por sí compleja. Se trata de textos que abordan ideas en su etapa germinal o en plena evolución, muchas veces de modo fragmentario.



Entiendo que esta clase de trabajos es fundamental en la tarea de rescatar de textos originarios o clásicos del psicoanálisis, aspectos que hacen a su posible riqueza actual como cuerpo integrador de perspectivas variadas. Estos aportes fortalecen la posibilidad de construir cuerpos teóricos que sustenten la validez del psicoanálisis como instrumento clínico.



La autora vuelve sobre nociones que muchas veces empleamos o reiteramos de modo automático para hacernos reflexionar sobre sus posibles significados.









Bibliografía





Klein (1952) “Algunas conclusiones teóricas sobre la vida emocional del lactante” en “Desarrollos en Psicoanálisis”, Ediciones Horne S.A., Buenos Airespágina 177.



Klein (1952) “Nota sobre algunos mecanismos esquizoides”



Klein (1955) “Sobre identificación”



Klein, M, Heimann, P., Isaacs, S. y Riviere, J. (1962) “Desarrollos en psicoanálisis”, Ediciones Horne S.A., Buenos Aires.



Regazzoni, G. (2007) Projective Identification: A theoretical investigation of the concept starting from “Notes on some schizoid mechanisms”, International Journal of Psychoanalysis 88.



Rosenfeld, H. (1947) “Analysis of a schizofrenic state with despersonalization”



Rosenfeld, H. (1949) Remarks on the relation of male homosexuality to paranoia, paranoid anxiety and narcissism”.



Rosenfeld, H. (1949) Remarks on the relation of male homosexuality to paranoia, paranoid anxiety and narcissism, International Journal of Psychoanalysis 30:36-47



Rosenfeld, H.(1947) Analysis of a schizofrenic state with despersonalization, International Journal of Psychoanalysis 28:130-9

Viviendo el ahora



Una amiga amante de la vida, la naturaleza y la Gestalt me envía este vídeo que creo podemos compartir.

Relaciones intensas e inestables

La amistad en salud mental es un goloso caramelo para profundos lamineros, ya entrados en carnes y algo extremos. La necesidad del otro para ser se transmite como lamento, es la relación anaclítica lo que produce esas asimétricas relaciones, a veces relaciones de pareja otras veces simples simbiosis entre dos personas que viven un mismo proceso.
Bertold Brecht hablaba del momento brechtiano (cito mal probablemente) para referirse a ese tempo de espera y decisión que ayude a seleccionar y a tomar decisiones.
En salud mental las tomas de decisiones se ven afectadas, los afectos y los impulsos corren desordenadamente y como buscadores de objetos y sensaciones el ser humano se adhiere a otro para poder vivir. No estoy hablando del amor puro, estoy hablando de la necesidad.


Bertold Brecht: Canción de una amada.



1. Lo sé, amada: ahora se me cae el pelo por mi vida salvaje,
y me tumbo en las piedras. Me veis beber el aguardiente más
barato, y camino desnudo al viento.

2. Pero hubo un tiempo, amada, en que fui puro.

3. Tuve una mujer que era más fuerte que yo, como la hierba
es más fuerte que el toro: se vuelve a erguir.

4. Ella vio que yo era malo, y me amó.

5. No preguntó a dónde conducía el camino, que era su camino,
y quizás iba hacia abajo. Cuando me dio su cuerpo, dijo:
esto es todo. Y fue mi cuerpo.

6. Ahora ya no está en ningún lado, desapareció como una
nube cuando ha llovido, la abandoné y cayó, pues ése era su camino.

7. Pero de noche, a veces, cuando me veis beber, veo su cara,
pálida en el viento, fuerte y vuelta hacia mí, y me inclino ante
el viento.

Una idea

miércoles, 17 de febrero de 2010

Juego del Garabato en Adultos


El juego del garabato "squiggle game", no estaba en su origen winnicottiano diseñado para adultos.
Se trata de una técnica para los niños y adolescentes, instrumento a partir del cual surge una conversación terapéutica, una "consulta terapéutica", tal y como lo llamaba Winnicott.
No obstante podemos encontrarnos con alguna persona con dotes artísticas o algún artista, en cuyo caso puede ser muy fértil emplear esta técnica algo modificada dado que los garabatos acabarán siendo más definidos en muchos casos de lo que serían con un niño. Esta técnica es un fiel reflejo proyectivo, también, y una forma de conectar terapéutica para aquellos que son reacios a relatar sus sueños. La vida onírica queda reflejada en esos garabatos y en una sesión podemos recoger, por ejemplo, la evolución clínica de una persona, la situación y angustias presentes y pretéritas y las fantasías asociadas a la asociación de dibujos y a la significación de estos.
Mi experiencia siempre ha sido buena y fructífera ya que de forma dinámica, fresca y dejando lo inconsciente flotar sobre el papel se permite el jugar y compartir un espacio transicional, potencial de crecimiento y salud. Respetando lo que Winnicott dice en Realidad y Juego, que la verdadera terapia comienza cuando el paciente empieza a jugar, antes el trabajo consiste en llevar al paciente a ese espacio.
Un trabajo más serio de lo que pudiera parecer en el que hay que seleccionar cuidadosamente cuando, cómo y con quién emplearlo. Un saludo. R.

martes, 16 de febrero de 2010

Una síntesis clínica: Intolerancia a la soledad

La soledad se experimenta como una aterradora pérdida del sí mismo de la que la persona con TLP puede defenderse mediante la acción o distorsionando la realidad. La soledad también puede atenuarse mediante el uso de objetos transicionales o buscando a otra persona que ofrezca evidencia tranquilizadora de que cuidará del paciente límite.
La identificación de la intolerancia ante el sentimiento de soledad como uno de los criterios que definen el diagnóstico del TLP puede rastrearse hasta las contribuciones clínicas y teóricas de Modell (1963), Winnicott (1965)y Masterson (1972). Modell afirmó que el fallo básico en el desarrollo de un paciente límite es su incapacidad para afrontar la separación de sus cuidadores, lo que Winnicott (1953) ha definido como relación transicional. Masterson destacó el temor al abandono que presentan estos pacientes y situó su origen en experiencias traumáticas de separación en la infancia. Gunderson (1981) operativizó este rasgo y lo estableció como una de las características más discriminantes del trastorno. La incapacidad de invocar representaciones de los que están ausentes (inconstancia del objeto) fue posteriormente enfatizada por Adler y Buie. Esta intolerancia a la soledad y esta inconstancia del objeto se han confirmado de forma empírica. La razón por la que el diagnóstico del TLP no se identificó antes es, en mi opinión, que la presentación fenomenológica es extremadamente dependiente del contexto interpersonal. Esta formulación ha recibido apoyo empírico.
Mientras que ésta caracterización clínica y conceptual de los pacientes límite adultos condujo al desarrollo de los diagnósticos, una serie de analistas infantiles británicos ha continuado explicando las experiencias infantiles que han iluminado la patogenia del TLP. Pág. 16. TLP. Guía Clínica. Gunderson.

Winnicott, ideas

"El juego, la creatividad, es una experiencia siempre creadora y es una experiencia en el continuo espacio tiempo, una forma básica de vida".
"El psicoanalista ha estado muy ocupado utilizando el contenido del juego y no ha observado al niño jugar". Realidad y Juego

Winnicott es un analista que ha llegado al legado humanista y evidentemente al psicoanalista por sus contribuciones originales y la nueva técnica que se desprende de su teoría.
Lo original es el enfoque que le da a su obra, la manera de concebir el espacio terapéutico. El modo en que considera que se debe desarrollar la terapia (jugando), la tesis del origen de la persona y su self, a la que no entiende sin su madre.
También contribuye en el trabajo con niños, con el juego como medida de terapia ya no de psicoanálisis como pensó Klein.
Hace un gran papel con pacientes graves, borderlines y psicóticos proponiendo maneras de holding que relata en sus casos clínicos con claridad.
Crea una nueva metapsicología donde entran conceptos que antes no tenían cabida.
Le da un aire nuevo al terapeuta, una nueva mirada y una actitud menos severa, con rectitud y contundencia, recordemos el caso de Margaret Little, allí fue muy estricto.
Inventa conceptos como los objetos y fenómenos transicionales, la terceridad compuesta en función de un lugar y un tiempo para crear y desarrollar espacios compartidos de juego y de vida.


Valga decir que la casa del hollín es un espacio potencial. Una casa que fue quemada y que sin embargo, con humor han reconstruido la cocina y montado un "campamento base" donde ir cocinando sus primeros víveres. Es un lugar físico también, esa habitación pero nos referimos al espacio de transición donde se vive jugando un problema grave y se invita a hacerlo con una sonrisa en la boca, aun con el desagrado de los seguros. Crear un espacio potencial es importante para dar paso a la terceridad, al encuentro, a la creatividad y al juego.

lunes, 15 de febrero de 2010

Soledad-Abandono. Separación-Individuación TLP

Cuando la persona que presenta TLP siente que la cuidan y la "apoyan", él o ella se muestra abatido o abandonado-resulta fácil compadecerle, se muestra agradecido por las atenciones que recibe y receptivo con la terapia, como si fuera un paciente neurótico más sano-. A menudo, la terapia se centra en los síntomas de la depresión, trastornos alimentarios, abuso de sustancias o trastorno por estrés postraumático.
Cuando el paciente con TLP se enfrenta a la pérdida potencial de la persona que le cuida, se hacen evidentes distintos fenómenos clínicos, fenómenos que relacionan el tema de la intolerancia a la soledad con los criterios DSM-IV para el TLP. En esa situación, impulsados por el temor al abandono, se ponen de manifiesto los comportamientos de autodevaluación y autolesivos, a menudo con una inesperada brusquedad e intensidad... Cuando la persona con TLP siente que ha perdido la atención del otro, aparece un grupo de fenómenos clínicamente significativos. La experiencia de soledad produce pérdida del sentido de realidad (sintomatología disociativa o alucinatoria) o ideación paranoide (en la que el otro aparece como malvado, aunque siempre es mejor su compañía que estar solo). Al mismo tiempo, la experiencia de soledad se soslaya mediante conductas de búsqueda desesperada de un objeto (promiscuidad), que a menudo es posible gracias a la influencia desinhibidora del alcohol u otras sustancias. Pág. 19. TLP. Gunderson.

Los amigos

Los amigos están cerca, nunca estás sola
solo alza la mirada y observa el cielo
allí reside ese Sol que tu veías como oscuro
un Sol mortecino y apagado
un Sol que se torna vistoso y radiante
los amigos vienen y desaparecen, pero algunos permanecen
laboriosa tarea es la de conservar a aquellos pocos y de calidad
que están en épocas duras y momentos más felices.

domingo, 14 de febrero de 2010

Cómo explicar el diagnóstico TLP

"Las personas con un trastorno límite han crecido con la sensación de ser tratadas injustamente, de no recibir la atención o el cuidado que necesitan. Están enfadadas por ello, y cuando son adultos, van buscando alguna persona que pueda proporcionarles aquello que nunca recibieron. Cuando piensan que han encontrado a esa persona, establecen con ella relaciones intensas y exclusivas, que después fracasan debido a que las expectativas sobre el otro eran poco realistas. Tras el fracaso, se sienten rechazadas o abandonadas, y se reaviva su rabia por haber sido tratadas injustamente, o bien sienten que han sido malas y eso ha provocado el rechazo, en cuyo caso pueden volverse autodestrutivas o corren el peligro de suicidarse. Algunas veces despiertan en los demás sentimientos de culpa al describir cómo han sido maltratadas, y generan en ellos el deseo de compensarles de alguna forma. Otras veces su autodestructividad suscita sentimientos de proteccionismo en los demás, que intentarán a continuación salvarles. Estas respuestas de culpabilidad o deseos de salvación por parte de los otros dan validez a las elevadas y poco realistas expectativas de los pacientes límite sobre la satisfacción de sus necesidades, y el ciclo se vuelve a repetir". págs. 24-25 John G. GUNDERSON. Trastorno Límite de la Personalidad. Guía Clínica. Ars Medica.

Próxima Estación


Recodos de liviana y mortecina lluvia se desliza por los labios
cayendo gota a gota como el crepitar de una clavícula malherida
el agua arrastra la molicie y trae limpia y húmeda vida
cierras los ojos y encuentras la sensación mágica de la lluvia en el dorso de tus manos
es la sensación de libertad, de estar en el medio del ojo del huracán
mojada y libre, sintiendo el mundo pasar a tu alrededor, esperando que la línea de metro
te deje parar, próxima estación Esperanza.

A aquellos que fatigados se dan de bruces cuando oyen la palabra lunes.
Una nueva esperanza, el día que puede resultar ser el comienzo de una nueva vida, ni mortecina ni agria, sólo vivida con el resplandor de lo que responde a la lluvia el arcoiris que ves en el cielo cuando la humedad empapa la atmósfera. Disfruta.

¿Somos libres?

Séneca distingue en la filosofía la parte que se refiere al ser humano, lo que se relaciona al quehacer en la tierra y, finalmente, lo que se refiere a los dioses. La razón humana es de igual naturaleza que la divina. La razón nos descubre como punto insignificante en el universo. La razón revela la fuerza y presencia de la naturaleza y nos muestra la insignificancia. Este conocimiento de la Naturaleza es, pues, de ayuda para el conocimiento de sí, nos ayuda a afinar nuestra mirada. La virtud es contemplación del todo. No hay repliegue del alma con respecto al mundo, sino saber ver en el presente las cosas del mundo. No perder de vista el mundo en el que estamos.

Séneca plantea la cuestión acerca de cuándo y bajo qué condiciones debe uno alejarse de la política para dedicarse al cuidado de sí mismo. Séneca le insiste a Lucilio que deje la política y se ocupe de sí. Epicteto, Séneca, Marco Aurelio insisten en que el cuidado de sí mismo debe realizarse a lo largo de toda la vida y que cuanto más temprano uno comience mucho mejor. Séneca recomienda que el individuo anote todos sus actos, lleve una escritura acerca de sí mismo. Séneca y Marco Aurelio escriben cartas para ayudar a sus discípulos. Se crea así una literatura acerca del yo.


Consideremos el importante texto de Epicteto que dice:

"I. 1. De todas las cosas que existen, unas dependen de nosotros y otras no. Las que dependen de nosotros son la opinión, el impulso, la inclinación y la aversión, en una palabra, todos nuestros actos. Las cosas que no dependen de nosotros son el cuerpo, los bienes, la reputación, las dignidades, en una palabra, todo aquello que no entra en el número de nuestros actos.

2. Las cosas que dependen de nosotros son libres por su naturaleza, nadie puede impedirlas y nada puede estorbarlas; las que no dependen de nosotros son impotentes, serviles, nos embarazan y son completamente extrañas a nosotros.

3. No olvides, por lo tanto, que si las cosas que nos esclavizan por su naturaleza las consideras libres y tienes por propias las que son extrañas a nosotros, habrás de sentirte maniatado, dirigirás reproches a los dioses y a los hombres. En cambio, si consideras es tuyo sólo aquello que te pertenece y extraño a ti lo que no te pertenece, no recriminarás ni culparás a nadie, no harás ni una sola cosa contra tu propia voluntad, nadie podrá perjudicarte, no tendrás enemigos, pues no estarás en condiciones de recibir daño ninguno.

5. Ejercítate, por consiguiente, en replicar abiertamente a toda representación desagradable: "eres una representación, y no enteramente lo que pareces". Después examínala y sométela a las reglas que conoces y sobre todo a ésta: si pertenece al grupo de cosas que dependen de tí o al de las que no dependen de tí- Y si es de las que no dependen, ten prontas estas palabras: "Nada tienes que ver conmigo".

(Epicteto, Enquiridion, I, 1-5)


No son las cosas las que nos esclavizan, sino las falsas representaciones que nos hacemos de las cosas. Por eso, debemos poder distinguir con claridad hasta dónde llega nuestra libertad y cuáles son sus límites. No hacemos más que obstaculizar nuestra felicidad el que confundamos lo que depende de nosotros con lo que no depende de nosotros.

LOS estoicos también utilizaban como técnica del cuidado de sí la interpretación de los sueños. Eran bastante críticos y escépticos con respecto a la interpretación. Pero la interpretación de los sueños era muy popular. Es necesario enseñar a la gente a interpretar sus propios sueños. Cada uno puede ser su intérprete. El libro más famoso que nos queda de esta época es el de Artemidoro: La interpretación de los sueños. Algunas personas interpretaban los sueños como como un mensaje de los dioses para el cuidado de la salud y la curación de enfermedades. (Cfr. Aelio Aristide).


A mi modo de ver el mensaje de Foucault es que cada uno puede adoptar su propio estilo de vida, es decir, su propia técnica de subjetivación, y que para ello no hay recetas. Por eso él se limita a dar ejemplos históricos, y podía haber dado muchos otros, y así planeaba hacerlo, pero de esos ejemplos históricos no se deriva una normmativa actual, ni una ejemplaridad fuera de contexto. Esto es coherente con su filosofía de toda la vida que evita toda normatividad. Las ideas éticas de Foucault no constituyen una normatividad, a lo más un llamado, una invitación a que usemos de nuestra libertad para dar un estilo a nuestra propia vida.http://www.uprh.edu/humanidades/libromania/foucault/


El paso del tiempo


Cuando te miraba veía el cielo abierto

Si me acercaba solía tener la esperanza cerca de mi mano

En el momento en que me solías agarrar empezaba a creer

Mientras era un sueño lejano pensaba en nosotros como algo posible

La luz hizo que aquellos sueños contenidos en aquella casa brotaran

Y ahora me lo creo un poco más

Cerca de tocar el cielo, deslizándome por el suelo

Porque como sabes me gusta más imaginar que practicar en lo corriente

Eres aquella que soñé durante esos días

Y ahora sé que me quieres

Sólo tras mucho tiempo puedo tenerlo claro

Y eso me reconforta y me hace más fuerte

El recuerdo me hace sonreír

Porque siempre has sido la misma y yo…

Te miraba distinto

Mis ojos estaban sesgados, heridos e hinchados

Era la flor de la inocencia, me cercó en esa idea maltrecha

Por fin me he desperezado y te tengo cerca

Igual que antes pero más cerca

No sé que ha pasado este tiempo

Sólo el crecer del tiempo juntos

Justifica tan velada y hermosa sensación

sábado, 13 de febrero de 2010

Invictus


"Invictus" es un poema breve escrito por el poeta inglés William Ernest Henley (1849–1903). Escrito en 1875, fue publicado por primera vez en 18881 en el "Libro de Poemas" del mismo, donde se hallaba el cuarto de una serie titulada Vida y Muerte (Ecos).2 No tenía título originalmente:2 las primeras ediciones contenían solo la dedicatoria A R. T. H. B.—en referencia a Robert Thomas Hamilton Bruce (1846–1899), un exitoso mercante de harina y panadero que era mecenas de la literatura.3 El título de "Invictus" (invicto, inconquistable en latín) fue añadido por Arthur Quiller-Couch cuando lo incluyó en el Oxford Book of English Verse (1900).

Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.

It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.


Más allá de la noche que me cubre negra como el abismo insondable, doy gracias a los dioses que pudieran existir por mi alma inquebrantable

En las azarosas garras de las circunstancias nunca me he lamentado ni he pestañeado. Sometido a los golpes del destino

Mi cabeza está ensangrentada, pero erguida. Más allá de este lugar de cólera y lágrimas donde yace el Horror de la Sombra, la amenaza de los años me encuentra, y me encontrará, sin miedo. No importa cuán estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos la sentencia,

Soy el amo de mi destino Soy el capitán de mi alma.