PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Estos días prenavideños

Aquellos que tienen compañía, que se sienten bien consigo mismos y con los demás afrontan estas fechas de un modo plástico y jugoso, como esas comidas que suelen encandilar a la familia.
Otras personas tienen situaciones sociales, personales, laborales más complicadas y eso dificulta el gozo que bien pueden ofrecer estas fechas.
Son momentos de plantearse nuevos retos, nuevos proyectos. Es la oportunidad para compartir con la familia momentos, esto a veces es delicado puesto que no todas las familias tienen una situación ideal.
Algunas personas se entristecen en estas fechas, su mundo interno y externo no facilita el hecho de poder disfrutar de estos días. Esto se racionaliza y se empieza a penalizar y buscar "la vuelta" a la navidad; por ejemplo, los anuncios navideños, la aglomeración, las compras compulsivas, el abuso de las grandes superficies. Todo ello son justificaciones para alejar de la conciencia el sentimiento de soledad, de desasosiego y de malestar con la cultura, esto último parafraseando a uno de los textos predilectos de Sigmund Freud.
Es ocasión de salir, cambiar de rutina, realizar nuevas actividades, crear regalos, no hace falta comprarlos. Del mismo modo que un niño regala a su mama un dibujo y esto le hincha de orgullo y cariño los adultos podemos construir también regalos, no es necesario entrar en la dinámica del consumo. En definitiva esos regalos son objetos simbólicos que representan el amor hacia otro. El valor económico no es un test del grado de cariño que se siente, al menos no parece razonable que sea así. Conozco a personas que pintan, que dibujan, que hacen esculturas, que preparan presentaciones en ordenador verdaderamente originales. Esto, que se suele llamar "detalle", es más emotivo muchas veces que unos zapatos de marca o una camisa. Vivimos en un mundo alienado y esto aleja del contacto con el corazón a las personas, les aleja de su fuero interno, estamos funcionando como robots hacia el afuera sin prestar atención al adentro.

No hay comentarios: