PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

martes, 1 de noviembre de 2011

Sobre los Centros de Menores

En relación al post de Gilles Deleuze, toda una eminencia, un pensador fértil, magnífico e interesante he pensado en reflexionar con ustedes sobre mi experiencia en centros de menores por medida judicial.
Allí existen distintas medidas o por decirlo con otra expresión, regímenes.
Semiabierto, con la posibilidad de salir a trabajar, cerrado de menores y adultos, terapéutico, para jóvenes con problemas mentales y otras propuestas que van desarrollándose. Cada centro tiene su forma de trabajar dirigida por la Institución que se encarga de los aspectos técnicos, no obstante tienen que trabajar en base a la Ley y al Gobierno.
Hace poco les recomendaba ver un vídeo de Javier Urra, primer defensor del menor, psicólogo de la Fiscalía de Madrid. Estoy muy de acuerdo en el núcleo de lo que transmite este profesional.
En este contexto se ven niños y adolescentes de familias desestructuradas. En muchas ocasiones tienen problemas psíquicos graves y la medida judicial no contempla esta variable. Javier Urra, como cualquiera con formación psicoterápica que haya pasado por este tipo de experiencias sabe que estos niños, en la mayor parte de las ocasiones no han tenido un medio ambiente facilitador. Por esta razón poderosa requieren un tratamiento delicado y especializado con educadores y psicólogos que les ofrezcan una experiencia emocional correctiva, para decirlo más claro, no responder con odio ante sus agresiones. Una medida que a mí me chirriaba en mi paso por esta Institución es la reclusión en una celda de aislamiento. Bien es cierto que es algo que en determinadas ocasiones puede ser inevitable, pero entiendo que no es necesario tantas veces como se aplica. Me parece que esto no contribuye a la reforma sino que incrementa el nivel de castigo en una edad muy sensible a las agresiones del entorno. Creo que hay que potenciar el trabajo psicoterápico, disminuir la intervención psicofarmacológica y realizar trabajos educativos y potenciadores de la creatividad para alcanzar la biofilia frente a la necrofilia. Es mucho lo que se consigue en estas Instituciones, he recibido la gratitud de alguna familia y de algunos muchachos, esto es una razón de peso para seguir luchando en un medio hostil. Con hostil me refiero a que, como citaba antes, algunos mecanismos empleados puedan resultar al menos poco humanistas. Sin embargo también hay que defender un sistema de contención firme donde no entre el laissez faire. El término medio es la virtud pero hay que reconocer que dada la diversidad de personas en estos medios es difícil realizar lo que sería ideal, un trato individual y unas medidas diseñadas en función del sujeto.
Estos muchachos sufren, incluso los más psicopáticos. Su personalidad todavía es moldeable y el objetivo de estos centros es la reforma, no perdamos el norte y procuremos trabajar para lograr esos objetivos.
En Aragón, el Centro de Internamiento por Medida Judicial, ahora en Juslibol, ha conseguido reducir mucho la cantidad de reingresos. Tengo la impresión de que estamos avanzando.

No hay comentarios: