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Paz y Ciencia

viernes, 2 de marzo de 2012

Puntos clave sobre la ansiedad

DEFINICIÓN:

Definimos como ansiedad al estado emocional en el que se experimenta una sensación de angustia y desesperación permanentes, por causas no conocidas a nivel consciente. Puede afectar a personas de todas las edades y sobretodo a aquellas que están sometidas a una tensión familiar o laboral constante. También a aquellas que han arraigado en sus patrones conductuales un sentido de perfeccionismo hacia todo lo que hacen y dicen (exceso de responsabilidad).

CAUSAS

La ansiedad puede ser aguda o crónica, siendo más frecuente en mujeres que en varones. Los desordenes de ansiedad pueden ser de orden fisiológico y/o psicológico; y puede tener una tendencia genética. Los factores psicológicos que lo envuelven corresponden al manejo del sistema nervioso autónomo.

La reiteración de situaciones de stress en un paciente con ansiedad (asaltos, accidentes viales, secuestros o desastres naturales) pueden terminar ocasionando un ataque de pánico (ver más adelante).

Una razón conocida o un trauma subconsciente no exteriorizado (experiencias de guerra, amores inconfesos, traumas personales de infancia, adolescencia, insatisfacción laboral, etc, pueden constituirse en una causa de ansiedad. La ansiedad puede también ser resultado de una reacción medicamentosa (abuso de sustancias psicoactivas), desordenes glandulares, hipoglucemia, enfermedades cardiovasculares,etapas post-adicitivas (al dejar el tabaco, el alcohol), etc.

DATOS EPIDEMIOLÓGICOS

Se estima que el 56% de la población general presenta más de un trastorno de ansiedad. Las estadísticas indican que un 8,8% de la gente ha tenido en el último año de su vida uno de los trastornos de ansiedad más frecuentes, generalmente no muy invasivo, y que se conoce como fobia simple. Otro 7,9% de la población ha tenido un trastorno de ansiedad mucho más discapacitante: la fobia social. Se calcula que el 2,3% de las personas ha tenido ataques de pánico, un fenómeno creciente en estos últimos 5 años en la Argentina. Por último, el 2,8% ha desarrollado agorafobia sin pánico (la agorafobia consiste en la aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil, o donde, en caso de aparecer una crisis de angustia, pueden no disponer de ayuda.)

FISIOPATOLOGIA

Existen diversas hipótesis que pretenden explicar la génesis de la ansiedad. De ellas, las teorías biológicas se han impuesto sobre las demás, gracias a los descubrimientos en el campo de la biología molecular de las últimas décadas. Según los datos experimentales obtenidos hasta el momento, los trastornos de ansiedad son consecuencia de un desorden neuroquímico, en el cual participan factores genéticos y ambientales. Los circuitos sinápticos implicados incluyen los sistemas de noradrenalina, serotonina, dopamina y ácido gamma- amino butírico (GABA).

Otras teorías sobre la aparición de ataques de pánico tienen que ver con mecanismos ventilatorios pulmonares. Por ejemplo, la perfusión durante 20 minutos de 10 cc/kg 0,5 molar de lactato sódico produce en el 50-75% de los pacientes con historia o antecedentes previos, la aparición de un ataque cuya duración e intensidad varían de un individuo a otro. Esta respuesta parece exclusiva de los pacientes afectados de trastorno de pánico, ya que pacientes con otros trastornos psíquicos e individuos normales generalmente no experimentan dichos ataques tras la infusión de lactato (menos del 10% de los casos).

Se ha postulado que el lactato pueda inducir cambios secundarios en el metabolismo ácido-básico que termine afectando el funcionamiento del sistema nervioso central (SNC). Por otra parte, se ha demostrado que el lactato es un potente estimulador del aparato respiratorio. El grado de hiperventilación que se produce tras la administración de lactato parece ser uno de los factores determinantes de la aparición de una crisis de angustia completa.

Los pacientes con ansiedad también exhiben una disfunción en el sistema serotoninérgico. Uno de los aspectos que mayor atención ha recibido es la disfunción de los circuitos gabaérgicos. El neurotransmisor GABA ejerce efectos inhibidores sobre las sinápsis serotoninérgicas y noradrenérgicas, a través de los receptores GABA.
La mayoría de los expertos coincide en señalar que los pacientes con trastornos de ansiedad permanecen en un estado de hipervigilancia y tensión interna, similar a lo observado en animales sometidos a circunstancias de riesgo.

CLASIFICACIÓN

Existen diferentes tipos de ansiedad, las cuales constituyen entidades propias con caracteres diferentes cada uno:

a) Trastorno Obsesivo-Compulsivo: Las obsesiones consisten en pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes, que suelen acompañar cada acto de la vida, causando gran malestar e insidia, ya que el propio sujeto es conciente de este hecho. El trastorno obsesivo-compulsivo no se reduce a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida, sino que las personas que lo padecen tratan de ignorarlo o suprimirlo, o bien intentan neutralizarlo mediante otros pensamientos o actos (compulsiones).

Las compulsiones consisten en comportamientos (lavado de manos, puesta en orden de objetos, vigilar la retaguardia, etc.) o actos mentales (rezar, contar, repetir palabras en silencio, etc.) de carácter repetitivo que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente (rituales). El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es reducir o impedir el malestar o algún acontecimiento negativo que podría suceder. Sin embargo, o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar, o bien resultan claramente excesivos.

b) Fobia Social: Se define como aquel temor acusado y persistente ocasionado por una o más situaciones sociales o actuaciones en público, en las cuales el individuo se ve expuesto frente a personas que no pertenecen al entorno íntimo, o en la idea de verse examinado de acuerdo a cada movimiento o comentario que realice. Esta persona teme actuar en un modo que sea humillante o vergonzoso. Cuando debe enfrentar la situación social tan temida, siente una gran ansiedad que lleva, en ocasiones, a evitar las situaciones temidas (rehúsa invitaciones, olvida adrede compromisos) y en el peor de los casos, se obliga a soportarlas, pero sintiendo una ansiedad o malestar intensos que se hacen manifiestos frente al público.
Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa (pensar una y otra vez en la situación temida que tendrá que soportar) y la ansiedad que aparece, interfieren con la rutina normal de estar personas, con sus relaciones laborales (o académicas) o sociales o bien producen un malestar intenso.

c) Trastorno de Ansiedad Generalizada: Consiste en ansiedad y preocupación excesiva sobre una amplia gama de acontecimientos o actividades (como el rendimiento laboral o escolar). Este estado de constante preocupación resulta muy difícil de controlar. La ansiedad y preocupación se asocian a tres o más de los siguientes síntomas: inquietud e impaciencia, fatigabilidad fácil, dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco, irritabilidad, tensión muscular, alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o mantener el sueño o despertarse cansado). Los pacientes no parecen poder deshacerse de sus inquietudes aún cuando generalmente comprenden que su ansiedad es más intensa de lo que la situación justifica.

d) Trastorno de Pánico: Consiste en ataques de ansiedad explosivos, inesperados y recurrentes, determinados por miedo intenso acompañado de una serie de síntomas de inicio abrupto y que alcanza su máxima expresión en los primeros 10 minutos (muy raramente sobrepasa ese tiempo). Estos síntomas son:

palpitaciones
sudoración
temblores o sacudidas
sensación de ahogo o falta de aire
opresión en el pecho (precordial)
sensación de atragantarse (aún sin deglutir alimento),
náuseas o molestias abdominales
inestabilidad en la marcha o mareo
sensación de irrealidad o de estar separado de uno mismo (desfragmentación de la persona).
miedo a perder el control o volverse loco
miedo a morir
entumecimiento u hormigueo en extremidades
escalofríos o sofocaciones.

Después del ataque aparece una inquietud persistente ante el temor a tener otro ataque, y una preocupación por las consecuencias que la crisis le ha causado (perder el control de su vida, sufrir un infarto, perder la cordura). El trastorno de pánico puede darse con o sin agorafobia. Los temores agorafóbicos suelen estar relacionados con un conjunto de situaciones características, entre las que se incluyen estar solo fuera de casa, mezclarse con la gente o hacer cola, pasar por un puente, viajar en autobús, tren o automóvil... Estas situaciones que se evitan se soportan a costa de un malestar o ansiedad significativos por temor a que aparezca una crisis de angustia o síntomas similares, o se hace indispensable la presencia de un conocido para soportarlas.

TRATAMIENTO CONVENCIONAL

Durante décadas los trastornos de ansiedad han sido y son tratados con moléculas sintéticas conocidas con el nombre de benzodiazepinas, las cuales actúan uniéndose con un receptor específico del cerebro como parte del receptor para el ácido gammaaminobutírico (GABA). Este es un neurotrasmisor cuya acción sobre dicho receptor constituye la base del principal mecanismo inhibidor de la conducción del impulso nervioso en el sistema nervioso central. Existen muchas benzodiacepinas (BDZ); entre las que destacan: clorodiazepóxido, diazepam, oxazepam, clorazepato, lorazepam, prazepam, alprazolam, clonazepam, flurazepam, temazepam, triazolam, quazepam, clobazam, etcétera.

Uno de los graves problemas que suelen traer estas drogas, es su alta adictibilidad, ya que es muy común que una persona que toma benzodiacepinas diariamente, no pueda dejar de hacerlo en el largo plazo. Se ha comprobado que el uso repetido de estas sustancias produce tolerancia, dependencia física y psicológica, además de que la interrupción brusca de la administración prolongada se acompaña de un síndrome de abstinencia.

En resumen, los efectos colaterales de las benzodiacepinas incluyen: sedación y somnolencia, disminución de la atención, amnesia anterógrada (olvido de hechos recientes, con conservación de la memoria de sucesos antiguos), disminución de la agudeza mental y de la coordinación muscular (lo cual puede conducir a riesgos en sujetos que manejan o que trabajan con máquinas potencialmente peligrosas). Estos efectos se potencian con el alcohol.

2 comentarios:

Diana_tratamientoparatuansiedad dijo...

Muy interesante nota. La ansiedad es bastante compleja y aún queda mucho por estudiar y descubrir para poder comprender mejor los trastornos que puede ocasionar cuando se vuelve crónica. Esto es porque no parte de un raíz única, como aquí lo menciones, tiene varios factores que pueden ser detonantes de trastornos de ansiedad, desde factores ambientales o genéticos hasta hormonales y químicos (a los cuales se les da mucha importancia, en especial cuando se trata de tratamientos farmacológicos).
En cuanto al tratamiento, se ha comprobado, que la terapia cognitivo-conductual y los tratamientos alternativos, pueden funcionar más efectivamente y sus efectos son más duraderos.

Psicoletra dijo...

El tratamiento Cognitivo-Conductual es el basado en la evidencia. El de los manuales de los médicos. No obstante existen otras técnicas y modelos que pueden ayudar tanto o más a la persona. La psicoterapia hay que hacerla siempre antes que la medicación pero muchas veces combinada. Dependiendo del caso.