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Paz y Ciencia

miércoles, 16 de mayo de 2012

Autocumplimiento de las Profecías

"Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma." George Bernard Shaw.



Este fragmento refleja un mecanismo humano común y corriente, relacionado con la estrategia evitativa y obsesiva. Se trata, para ser más exactos de un mecanismo casi "mágico" que contribuye a que lo que la persona cree fervientemente se acaba haciendo realidad porque su actitud se encamina a tal propósito sin darse cuenta. Watzlawick, tiene un curriculum impresionante: Psicólogo, Filólogo, Pionero de la Teoría de la Comunicación, Pionero de la Terapia Estratégica y algunos lo relacionan con la Antipsiquiatría por sus estudios, junto a Gregory Bateson, entre otros, del Doble Vínculo. Esto significa que existen familias "esquizofrenógenas" y lo entienden por la forma de comunicar. Por tanto, desliza una forma de Terapia Sistémica. Rodrigo Córdoba Sanz.



En el periódico de hoy, su horóscopo le advierte (y también aproximadamente a 300millones más que nacieron bajo el mismo signo del Zodíaco) que usted puede tener un accidente. En efecto, a usted le pasa algo. Por tanto, será verdad que la astrología tiene gato encerrado.
O ¿cómo lo ve usted?, ¿está usted seguro de que también le habría ocurrido un accidente, si no hubiese leído el horóscopo?, ¿si usted estuviese realmente convencido de que la astrología es un bulo craso? Naturalmente, esto no puede explicarse a posteriori.
Es interesante la idea del filósofo Karl Popper que dice -simplificando mucho- que la profecía horrenda del oráculo a Edipo se cumplió precisamente porque este la conocía e intentó esquivarla. Y justo lo que hizo para escaparse de ella, fue lo que le llevó al cumplimiento de lo que había dicho el oráculo.
Si ello es así, aquí tendríamos otro efecto de la evitación, es decir, su virtud de atraer en determinadas circunstancias justamente lo que pretende evitarse. ¿Qué circunstancias son estas? Primero, una predicción en el sentido más amplio: cualquier expectación, temor, convicción o simple sospecha de que las cosas evolucionarán en este sentido y no en el otro. Hay que añadir que dicha expectación puede ser desencadenada tanto desde fuera, por ejemplo, por personas ajenas, como por algún convencimiento interno. Segundo, la expectación no ha de verse como expectación sino como realidad inminente contra la que tomar enseguida unas medidas para evitarla. Tercerlo, la sospecha es tanto más convincente cuanto más personas la compartan o cuanto menos contradiga otras sospechas que el curso de los acontecimientos ha ido demostrando.
Así, por ejemplo, basta la sospecha -con o sin fundamento, no tiene importancia- de que los otros cuchichean o se burlan en secreto de uno. Ante este "hecho", el sentido común sugiere no fiarse de los otros. Y como, naturalmente, todo sucede detrás de un velo tenue de disimulo, se aconseja afinar la atención y tomar en cuenta hasta los indicios más insignificantes. Solo hace falta esperar un poco y pronto puede uno sorprender a los otros cuchicheando y disimulando sus risas, guiñando el ojo e intercambiando signos conspiradores. La profecía se ha cumplido.
De todos modos, este mecanismo funciona realmente sin fallos, si usted no ajusta las cuentas consigo mismo de la contribución que usted haya aportado al caso. Después de lo que usted ha aprendido, esto no lo le parecerá muy difícil. Además, una vez que el mecanismo se ha puesto en marcha, ya no puede comprobar más ni tiene interés alguno averiguar qué fue lo primero: si su conducta desconfiada fue la que provocó las risas de los otros o si las risas de los otros le hicieron a usted desconfiado.
Las profecías autocumplidas crean una determinada realidad casi por magia y de aquí viene su importancia para nuestro tema. No solo ocupan un lugar fijo de preferencia en el repertorio de cualquier aspirante a la vida amrgada, sino también en ámbitos sociales de más envergadura. Si, por ejemplo, se impide a una minoría el acceso a ciertas fuentes de ingresos (pongamos, por caso, a la agricultura o de cualquier oficio manual), porque, en opinión de la mayoría, es gente holgazana, codiciosa o, sobre todo "no integrada", entonces se les obliga a que se dediquen a ropavejeros, contrabandistas, prestamistas y otras ocupaciones parecidas, lo que "naturalmente", confirma la opinión desdeñosa de la mayoría. Cuanto más señales de stop ponga la policía, más transgresores habrá del código de circulación, lo que "obliga" a poner más señales de stop. Cuanto más una nación se siente amenazada por la nación vecina, más aumentará su potencial bélico, y la nación vecina, a su vez, considerará urgente armarse más. Entonces el estallido de la guerra (que ya se espera) es solo cuestión de tiempo. Cuanto más alta es la tasa de impuestos en un país, para compensar así los defraudes de los contribuyentes, que, naturalmente, ya se supone de antemano no van a ser sinceros, más ocasión se da a que también los ciudadanos honestos hagan trampa. Si un número suficiente de personas cree un pronóstico que dice que una mercancía determinada va a escasear o a aumentar de precio (tanto si "de hecho" es verdad como si no lo es), vendrán compras de acaparamiento, lo que hará que la mercancía escasee o aumente de precio.
La profecía de un suceso lleva al suceso de la profecía. La única condición es que uno se profetice o deje profetizar y que luego lo considere un hecho con consistencia propia, independiente de uno mismo o inminente. De este modo se llega exactamente allí donde uno no quería llegar. Con todo, el especialista sabe como evitar que llegue.

Paul Watzlawick: "El Arte de Amargarse la Vida". Herder. 1984, Barcelona. Pp.:65-69,



Porque como dice un paciente, un colega, un amigo: Mi hija dice que "ke jevi"... La biografía es "heavy", incluso "hardcore"...

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