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Paz y Ciencia

sábado, 26 de mayo de 2012

Fritz Perls y sus críticas al Psicoanálisis

 

 

Fritz Perls y sus críticas al Psicoanálisis

A pesar de que Fritz Perls participó en el Congreso Internacional de Psicoanálisis, celebrado en Checoslovaquia, generalmente se sentía muy decepcionado con los psicoanalistas de la época, especialmente con Freud, con quien tuvo un fugaz encuentro en el año 1936 que terminó por desilusionarle mucho más (debido a las expectativas que había puesto en la breve reunión).
Dos años antes había fundado en Johannesburgo el Instituto Psioanalítico del Sur de Africa.
No obstante, gracias precisamente a su formación como Psicoanalista, fue capaz de analizar esta Teoría, evaluarla y cuestionarla, con un solo objetivo: tratar de perfeccionarla con sus conocimientos sobre:
  • Psicología Gestalt.
  • Filosofía Existencial.
  • Filosofía Zen.
  • El análisis del Carácter.
Con todo ello, poco a poco se fue distanciando del Psicoanálisis, aunque dicho sea de paso, siempre mantuvo un profundo respeto y un gran recuerdo sobre Freud. De hecho, llegó a llamarle “El Edison de la Psiquiatría”, y alguna vez dijo que "durante años fui un tanto exagerado en mi oposición. Me hacía falta la apreciación por Freud y sus descubrimientos".
En referencia a las críticas realizadas al Psicoanálisis, se puede decir que la mayoría de los psicoanalistas de la época no pudieron salvarse de ellas. Criticó a Adler (a quien le atribuía un excesivo énfasis en el futuro), a Jung (por su acento en la libido). Aunque también reconoció los trabajos de Freud, Horney y Reich.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que Perls no supo en ese momento -ni lo supo nunca, o al menos no sabemos por él de ese conocimiento es (nota: Perls habla de sus experiencias personales, una especie de autoanálisis biográfico, en su libro "Dentro y fuera del tarro de basura", cerca de cuarenta años después!!), que la avanzada enfermededad que Freud padecía en esos momentos le agriaba, y en qué medida, su relación con los demás-. Sin embargo, creímos más los que leemos esta literatura, la visión de un irrascible y hosco Freud por parte de Freud, que los relatos de los cercanos al vienés que relatan precisamente ese sufrimiento. Y es que a lo largo de su vida, Freud mantuvo muy tensas relaciones de fidelidad y traición con losintengrantes de esa especie de "anillo" que Sigmund instituyó. Ahora bien, más que una brutal herida narcisista, que también, parece excesiva la reacción de Perls ante un acontecimiento tan corto y nimio en el tiempo -el congreso de Checoslovaquia-, en el que el rostro impasible y posiblemente hinchado de Freud, acogió no con las esperadas alegrías por parte de Perls, la tesis que éste le llevaba en mano, y sobre todo, si tenemos en cuenta que Frtiz Perls fue encomendado por el propio Ernts Jones, el hagiógrafo oficial de Freud, para extender el psicoanalisis por un país relativamente "nuevo" como era entonces, Sudáfrica. Pareciera que Perls ya llevaba en germen el distancimiento ante el vienes, y que ese fugaz encuentro en Praga, fue la espita, el "motivo", que diera lugar a toda una disensión y, con el paso del tiempo, una manera de ver la terapia, eso sí, lo más alejada posible del psicoanálisis freudiano.

Anónimo dijo...

Lo que Perls no supo en ese momento -ni lo supo nunca, o al menos no sabemos por él de ese conocimiento es (nota: Perls habla de sus experiencias personales, una especie de autoanálisis biográfico, en su libro "Dentro y fuera del tarro de basura", cerca de cuarenta años después!!), que la avanzada enfermededad que Freud padecía en esos momentos le agriaba, y en qué medida, su relación con los demás-. Sin embargo, creímos más los que leemos esta literatura, la visión de un irrascible y hosco Freud por parte de Perls, que los relatos de los cercanos al vienés que relatan precisamente ese sufrimiento. Y es que a lo largo de su vida, Freud mantuvo muy tensas relaciones de fidelidad y traición con losintengrantes de esa especie de "anillo" que Sigmund instituyó. Ahora bien, más que una brutal herida narcisista, que también, parece excesiva la reacción de Perls ante un acontecimiento tan corto y nimio en el tiempo -el congreso de Checoslovaquia-, en el que el rostro impasible y posiblemente hinchado de Freud, acogió no con las esperadas alegrías por parte de Perls, la tesis que éste le llevaba en mano, y sobre todo, si tenemos en cuenta que Frtiz Perls fue encomendado por el propio Ernts Jones, el hagiógrafo oficial de Freud, para extender el psicoanalisis por un país relativamente "nuevo" como era entonces, Sudáfrica. Pareciera que Perls ya llevaba en germen el distancimiento ante el vienes, y que ese fugaz encuentro en Praga, fue la espita, el "motivo", que diera lugar a toda una disensión y, con el paso del tiempo, una manera de ver la terapia, eso sí, lo más alejada posible del psicoanálisis freudiano.