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Paz y Ciencia

miércoles, 23 de mayo de 2012

La Conquista de la Libertad

“Me llamaron loco y yo los llamé locos. Y maldita sea, me ganaron por mayoría de votos.” (Nathaniel Lee, al ser enviado a una institución mental en el siglo XVII.


Este post está inspirado por una charla a través de email con unos compañeros nikosianos (Radio Nikosia es un grupo de lucha, creatividad, denuncia del establishment, un grupo de soporte para personas con patologías, un grupo que tiene eco en su propia radio, su facebook, su twitter: @RadioNikosia, sus misceláneos blogs, por ejemplo, el de Haloperidol -fármaco clásico y célebre para el espectro de lo psicótico- y, lo más conocido, su aporte en "La Ventana" de Gemma Nierga. Los miércoles entre las 5 y las 6).
Estas personas saben muy bien lo que se "cuece" en la red. Conocen los intereses que hay detrás de muchas páginas. No es inteligente denunciar sin pruebas, eso es cosa de los políticos. Son personas Luchadoras. Escribieron "El libro de Radio Nikosia". Ya lo mencioné hace poco. Allí ellos reflejan sus pensamientos, ocupaciones, inquietudes, aficiones, escriben poemas, mensajes, etc.
Estas personas me han sorprendido gratamente, intuía que tenían una pasta especial.
Reflexionando con ellos he llegado a una cuestión algo dicotómica, tal vez relacionada con esa escisión del yo de la que habla Otto Kernberg cuando se refiere a "la difusión de la identidad" como característica principal de los trastornos de personalidad graves. Lo de grave lo digo por un libro titulado "Trastornos de Personalidad Graves. Estrategias Terapéuticas", no porque crea que existan trastornos graves o crónicos. Y espero que me permitan la broma. Creo que es sano no hacer tabús.
 Estoy convencido, y así me lo dicta la experiencia que los problemas graves y crónicos se disipan cuando la persona está motivada, tiene convicción y esperanza. Esto es, quiere Luchar, como los compañeros nikosianos. Bastante a menudo, la persona viene con un estado de ánimo depresivo subyacente que dificulta el que el paciente tome las riendas. Allí está la labor del terapeuta de desarrollar un vínculo emocional y una alianza de trabajo para "contagiar" optimismo. La psicoterapia da miedo, produce ansiedad, pero pasado un tiempo después de la sesión, cuando desaparece la reactividad emocional y se deja de dar vueltas (elaborar). La persona siente un gran alivio. Otras muchas veces las sesiones son de índole creativa, o, simplemente, distendidas, sin la necesidad imperiosa de erradicar una enfermedad sino de potenciar las capacidades, recursos y sugerir propuestas, también, en el plano conductual.
Bueno, la frase que me ha venido a la cabeza tras compartir esos emails con los compañeros nikosianos es esta:

"La conquista de la libertad es el motivo mismo de la lucha. La salud es recorrer ese sendero". Rodrigo Córdoba Sanz.

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