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Paz y Ciencia

sábado, 12 de mayo de 2012

La Entrevista como Campo

El énfasis pueto en diferenciar la entrevista de la anamnesis procede del interés que tiene para la investigación de la personalidad el hecho de que se constituya un campo de determinadas características, óptimas para dicho estudio. Al igual que en el caso de la anamnesis, en la entrevista tenemos configurado un campo, y con ello queremos significar que entre los participantes se estructura una relación de la cual depende todo lo que en ella acontece. La diferencia básica, en este sentido, entre entrevista y cualquier otro tipo de relación interpersonal (como la anamnesis) reside en que el la primera la regla fundamental a este respecto es tratar de obtener que el campo se configure especialmente y en su mayor grado por la variables ue dependen edl entrevistado. Si bien todo emergente es siempre relacional o, dicho de otra forma, deriva de un campo, tratamos en la entrevista de que dicho campo esté determinado predominantemente por las modalidades de la personalidad del entrevistado. De otra manera, se podría decir que entrevistador controla la entrevista, pero que quien la dirige es el entrevistado. La relación entre ambos delimita y determina el campo de la entrevista y todo lo que en ella acontece, pero el entrevistador debe permitir que el campo de la relación interpersonal sea predominantemente establecido y configurado por el entrevistado. Cada ser humano posee sistematizada su personalidad en una serie de pautas o en un conjunto o repertorio de posibilidades, y son estas las que esperamos que se pongan en juego o exterioricen en el curso de la entrevista. Así, pues, la entrevista funciona como una situación en la que se observa una parte de la vida del paciente, que se desarrolla en relación a nosotros y frente a nosotros. Ninguna situación puede lograr la emergencia de la totalidad del repertorio de conductas de una persona y, por lo tanto, ninguna entrevista puede agotar la personalidad del paciente, sino solo un segmento de la misma. La entrevista no puede reemplazar ni excluir otros procedimientos de investigación de la personalidad, pero estos últimos tampoco pueden prescindir de la entrevista. Especialmente la entrevista no puede suplir el conocimiento y la investigación de carácter mucho más extenso y profundo que se logra, por ejemplo, en un tratamiento psicoanalítico, el cual, en el curso de un tiempo prolongado, permite la emergencia y manifestación de los núcleos y segmentos más diferentes de la personalidad. Para obtener el campo particular de la entrevista que he reseñado, debemos contar con un encuadre fijo, que consiste en una transformación de cierto conjunto de variables en constantes. Dentro de este encuadre se incluyen no solo la actitud técnica y el rol del entrevistador tal como lo he reseñado, sino también los objetivos, el lugar y el tiempo de la entrevista. El encuadre funciona como una especie de estandarización de la situación estímulo que ofrecemos al entrevistador, y con ello pretendemos no que deje de actuar como estímulo para él, sino que deje de oscilar como variable para el entrevistador. Si el encuadre se modifica (por ejemplo, porque la entrevista se realiza en un sitio diferente), esta modificación tiene que ser considerada como una variable sujeta a observación tanto como lo es el mismo entrevistado. Cada entrevista tiene un contexto definido (conjunto de constantes y variables) en función del cual se dan los emergentes, y estos últimos solo tienen sentido en función de dicho contexto. El campo de la entrevista tampoco es fijo sino dinámico, queriendo significar con ello el hecho de que está sujeto a un permanente cambio, y la observación se debe extender del campo específico existente en cada momento a la continuidad y sentido de estos cambios. En realidad se podría decir que la observación de la continuidad y contigüidad de los cambios es lo que permite completar la observación e inferir la estructura y sentido de cada campo; respondiendo a esta modalidad del proceso real, se debe decir que el campo de la entrevista cubre la totalidad de la misma, mientras que "cada" campo no es otra cosa que un momento de ese campo total y de su dinámica (Gestaltung). Una sistematización que permite el estudio detallado de la entrevista como campo consiste en centrar el estudio sobre: a) el entrevistador, en el que se incluye su actitud, su disociación instrumental, contratransferencia, identificación, etc.; b) el entrevistado, incluyéndose aquí la transferencia, estructuras de conducta, rasgos de carácter, ansiedades, defensas, etc.; c) la relación interpersonal, en la que se incluye la interacción entre los participantes, el proceso de comunicación (proyección, introyección, identificación, etc.), el problema de la ansiedad, etc. Aunque no profundizaré aquí en cada uno de los fenómenos señalados, porque ello implicaría en gran medida casi toda la psicología y la psicopatología, estos aspectos están involucrados en las consideraciones siguientes. José Bleger: "Temas de Psicología (Entrevista y grupos). Nueva Visión, 2002, Buenos Aires. Pp.: 14-17.

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