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Paz y Ciencia

viernes, 11 de mayo de 2012

La finalidad terapéutica de Sigmund Freud, y crítica

"La paradoja del amor es, ser uno mismo, sin dejar de ser dos". Erich Fromm. Primeramente, diremos una palabra sobre los objetivos del psicoanálisis clásico, freudiano, su finalidad terapéutica. Su finalidad terapéutica era realmente, como dijo una vez Freud, hacer a una persona capaz de trabajar y de reaccionar bien sexualmente, gozar de la sexualidad y poder funcionar sexualmente. O sea, diciéndolo llanamente, el objetivo es trabajar y procrear. Y estas son, en efecto, las dos grandes demandas de la sociedad, lo que la sociedad pide a cada uno. Ello significa sugestionar, adcotrinar a la gente para que trabaje y tenga hijos. De todos modos, y por muchos motivos, eso es lo que hacemos. El Estado no tiene demasiada dificultad en inducirnos a hacerlo, pero si el Estado necesitase más niños de los que nacen en el momento, haría todo lo posible para conseguirlos. Así pues, la definición freudiana de salud mental es, esencialmente, una definición social, la cual viene a hablar del ser normal en sentido social. Hay que funcionar normalmente, y desde luego el síntoma es un síntoma porque le estorba a uno el funcionar de modo socialmente adecuado. Por ejemplo, la toxicomanía se considera un síntoma grave. El fumar compulsivo, no. ¿Por qué? Psicológicamente hablando, es lo mismo. Pero la diferencia es muy grande, socialmente hablando. El tomar cierta clase de drogas impide a uno un funcionamiento social adecuado en muchas situaciones. Uno puede fumar hasta matarse, ¿y a quién le importa? Si usted muere de cáncer pulmonar, eso no es un problema social. La gente muere, de todas maneras. Y si usted muere de cáncer pulmonar a los 50 años..., total, tiene 50 años y ya ha dejado de tener ninguna importancia social. Además, ya ha procreado lo suficiente, ya ha trabajado por la sociedad, ha hecho ya todo lo que ha podido. Eso no tienen ningún interés, eso no perjudica a su función social. Titulamos síntoma lo que estorba a la función social. Por eso, se cree sano a quien no es capaz de tener la menor experiencia subjetiva y solo ve las cosas con perfecto "realismo". Sin embargo, está tan enfermo como un psicótico que no puede reconocer la realidad como algo manejable, o que manejar, pero que puede reconocer algo aquí dentro, un sentimiento, una sensación sutilísima, una experiencia íntima, inasequible a la llamada persona normal. Así pues, la definición freudiana es esencialmente una definición social, lo cual no es criticarlo, en el sentido estricto de la palabra, porque era un hombre de su siglo y no dudó nunca de su sociedad. Freud no criticó nunca su sociedad, excepto al creer que la prohibición de la sexualidad era demasiado rigurosa y debía relajarse un poco. Pero el mismo Freud era un mojigato, y le habría chocado enormemente la conducta sexual que se dice hoy consecuencia de sus enseñanzas. En realidad, no lo es. Freud tiene poco que ver con eso. La presente conducta sexual forma parte del consumismo general. En cuanto a lo que sucede en el psicoanálisis, para Freud, puede explicarse por su teoría del trauma. Freud cree que hubo un suceso traumático en la primera infancia, que se reprimió y, por haberse reprimido, sigue actuando. Además, mediante la llamada "compulsión a la repetición", la persona queda obligada por tal suceso, de manera que este no solo actúa por inercia, por haber sucedido y no haber dejado nunca de obrar, sino también porque la compulsión de repetición obliga, impone repetir una y otra vez el mismo comportamiento. Si se lleva a la conciencia este comportamiento, su energía, por decirlo así, se experimenta plenamente, se recuerda, pero, como Freud comprendió después, no solo de manera intelectual, sino afectiva (es lo que llamó "reelaboración"), y el efecto, la fuerza de este trauma, se quebranta y la persona queda libre de su influjo reprimido. Yo tengo graves dudas sobre la validez de esta teoría. Primeramente, por una experiencia personal mía cuando estudiaba en el Instituto de Psicoanálisis de Berlín [de 1928 a 1930]. En uno de los coloquios entre los profesores, a los que solían acudir los estudiantes, hubo una larga discusión sobre la frecuencia de que un paciente recuerde -recuerde verdaderamente- sus primeras experiencias traumáticas. La mayoría dijo que era muy infrecuente, y yo quedé desconcertado. Era un buen estudiante, estaba convencido, creía en ello y, de repente, oía que eso, lo se entendía como la base de la curación, no ocurría casi nunca. Bueno, se dice, naturalmente: "Pero reaparece en la transferencia, esa es la salida que tiene". No entraré en esto. Solo quiero decir que, de hecho, es muy infrecuente, y suele ser una experiencia singular. Tiene que ser extraordinaria y realmente traumática, muy profunda, para tener un efecto tan grande. Pero se dice de muchas cosas que son traumáticas, como que el padre pegó una vez al niño, cuando tenía 3 años, y estaba furioso: ¡Por el amor de Dios, eso no es un suceso traumático! Es un suceso perfectamente normal, porque el influjo está constituido realmente por la totalidad, por el ambiente continuo y constante entre los padres, en la familia, y no por hechos singulares. Un hecho singular pocas veces tiene los efectos de un trauma verdadero. Hoy dice la gente que se ha traumatizado por haber perdido el tren, o por haber tenido cualquier experiencia desagradable. Pero un trauma es, por definición, un suceso, digámoslo así, con una carga intolerable para el sistema nervioso humano. De modo que no se puede soportar, y el trauma provoca una perturbación grave. La mayoría de los traumas, en este sentido, son muy raros, y lo que se llama a menudo trauma son en realidad cosas de la vida, y tienen poca influencia. Lo que influye es el ambiente continuo. Por otra parte, no tiene tanta importancia a qué edad ocurra el trauma. A cualquier edad se puede sufrir un trauma, aunque el mismo suceso traumático tendrá más influencia cuanto más pronto haya ocurrido. Pero también es mayor la capacidad de recuperación de un niño. Es muy complicado. Solo quería advertir contra la facilidad con que se emplea hoy la palabra "trauma". Yo he visto a muchas personas cambiar durante el psicoanálisis, y también he visto a muchas que no han cambiado. Pero es un hecho que muchas personas cambian también sin necesidad de psicoanálisis. Pongamos por ejemplo lo que ha sucedido en relación con el Vietnam. Ha habido unos cuantos hombres duros este asunto, conservadores, con la misma postura de ciertos jefes de aviación. Después, han estado en el Vietnam, lo han vivido, han visto lo absurdo, la injusticia y la crueldad y, de repente, les ha sucedido algo que antes se habría llamado conversión: de repente, ven las cosas de manera totalmente distinta y, de haber estado a favor de la guerra, pasan a arriesgar la vida o la libertad en contra de ella. No los conoceríamos, diríamos que son unos hombres diferentes, solo por haber tenido una experiencia impresionante y capacidad de reaccionar a ella. Es una capacidad que no tiene la mayoría de la gente, porque la mayoría se ha vuelto ya insensible. Pero hay personas que cambian profundamente, dentro y fuera del psicoanálisis, y eso lo hemos podido ver siempre. Erich Fromm: "El Arte de Escuchar". Paidós. 2012, Barcelona. Pp.: 49- 53 Fíjense, el enfoque de Fromm, cómo desliza ya hace más de 50 años el concepto de resiliencia. Lean sus últimas frases. Cómo revierte la perspectiva, en palabras de Bion, es decir, entiende la teoría de Freud desde el ser normal socialmente. Fue un profesional absolutamente genial, de pensamiento libre y crítico. A mí, me inspira, tampoco me tomo al pie de la letra lo que dice pero la esencia, el "espíritu" me parece muy certero. Rodrigo Córdoba Sanz.

1 comentario:

Eva dijo...

Hola Rodrigo,

Soy una psicóloga afincada hace 5 años en Barcelona, pero soy de Zaragoza. Hace tiempo que sigo tu blog. Hace unos meses contacté contigo porque cree un blog sobre psicología infantil y lo pusiste en tu lista de enlaces. Decirte que ese blog ya no está en funcionamiento y he creado otro general con artículo sobre el desarrollo personal. El enlace para que lo veas es http://blog.psicologos-barcelona.net/ . Yo sigo publicando algunos artículos tuyos en mi blog, siempre mencionando la fuente. Bueno, si te interesa puedes cambiar el blog antiguo por este en tu lista.

Un saludo y gracias por el esfuerzo que haces cada día.