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Paz y Ciencia

viernes, 18 de mayo de 2012

Mecanismos de Defensa en el "Borderline": Otto Kernberg




Mecanismos de defensa primitivos.

Escisión: Probablemente la manifestación más clara de escisión es la division de los objetos externos en "completamente buenos" y "completamente malos", con posibilidad concomitante de cambios completos, abruptos, de un objeto desde un compartimiento extremo, al otro -o sea, virajes repentinos y completos de todos los sentimientos y conceptuaciones sobre una persona particular. La oscilación repetitiva extrema entre conceptos contradictorios entre sí mismo es otra manifestación del mecanismo de escisión. En la entrevista diagnóstica, los cambios repentinos en la percepción del entrevistador, en la del paciente de sí mismo o una separación completa de reacciones contradictorias al mismo o una separación completa de reacciones contradictorias al mismo tema pueden reflejar mecanismos de escisión en la interacción del aquí-y-ahora. También es indicativo del mecanismo de escisión, un aumento de ansiedad en el paciente cuando se le señalan aspectos contradictorios de su autoimagen o de sus representaciones objetales. Los intentos por clarificar, confrontar e interpretar estos aspectos contradictorios del sí mismo y de las representaciones objetales, activan el mecanismo de escisión en la interacción del aquí-y-ahora y reflejan sus funciones en relación a la prueba de realidad (aumento o disminución) y la rigidez de los rasgos del carácter que "fijan" la escisión en problemas estables.
Idealización Primitiva: Este mecanismo complica la tendencia a ver los objetos externos como totalmente buenos o totalmente malos, al aumentar artificial y patológicamente su cualidad de "bondad" o "maldad". La idealización primitiva crea imágenes no realistas, poderosas y completamente buenas; esto puede reflejarse en la interacción con el diagnosticador al tratarlo como una figura ideal, omnipotente o endiosada, de quien el paciente depende en forma no realista. El entrevistador o alguna otra persona idealizada pueden ser vistos como un aliado potencial contra los objetos "completamente malos", igualmente poderosos (e igualmente no realistas).
Formas tempranas de proyección, especialmente la identificación proyectiva: En contraste con los altos niveles de proyección, caracterizados por la atribución al otro por parte del paciente de un impulso que él ha reprimido en sí mismo, las formas primitivas de proyección, particularmente la identificación proyectiva, se caracterizan por (1) la tendencia a seguir experimentando el impulso que está siendo proyectado simultáneamente sobre la otra persona; (2) temor a la otra persona bajo la influencia de ese impulso proyectado y (3) la necesidad de controlar a la otra persona bajo la influencia de este mecanismo. La identificación proyectiva implica, por lo tanto, aspectos interpersonales intrapsíquicos, y de conducta, en las interacciones del paciente, y esto puede reflejarse dramáticamente en la entrevista diagnóstica. El paciente puede acusar al entrevistador de una cierta reacción hacia él, una reacción que el paciente está tratando de inducir en el entrevistador por medio de su propio comportamiento. Por ejemplo, un paciente acusó al entrevistador de ser sádico, en tanto suspicaz. La interpretación de esta operación defensiva en el aquí-y-ahora, a menudo permite en forma dramática la diferenciación de una personalidad paranoide (una constelación de personalidad límite típica) de una esquizofrenia paranoide.
Negación: La negación de los pacientes límite se ejemplifica en forma típica con la negación de dos áreas de conciencia emocionalmente independientes; podríamos decir que la negación aquí solo refuerza la escisión. El paciente se da cuenta que sus percepciones, pensamientos y sentimientos sobre sí mismo u otras personas, en un momento u otro, son opuestos por completo a los que él había tenido otras veces, pero su memoria no tiene relevancia emocional y no puede influir en la forma que siente ahora. La negación puede manifestarse como una completa falta de interés, con ansiedad o una reacción emocional respecto a una necesidad, conflicto o peligro, inmediatos, serios y presionantes en la vida del paciente, de modo que éste canalice calmadamente su conciencia cognoscitiva de la situación en tanto niega sus implicaciones emocionales. O un área entera de la conciencia subjetiva del paciente puede cerrarse a su experiencia subjetiva, protegiéndolo así de un área de conflicto potencial. El esfuerzo empático del diagnosticador para evaluar las circunstancias del paciente y las reacciones del mismo a ellas a la luz de las reacciones humanas normales, pudiera uno esperar que a menudo le proporcionan un agudo contraste entre este esfuerzo empático y su propia actitud al parecer indiferente o insensible sobre él mismo o los demás significantes. La negación también puede hacerse evidente en la discusión del paciente de su vida presente y en la contradicción entre su situación de vida y su reacción a ella en la entrevista diagnóstica.
Omnipotencia y devaluación: Tanto la omnipotencia como la devaluación son derivaciones de operaciones de escisión que afectan las representaciones del sí mismo y de los objetos y se representan en forma típica por la activación de estados del yo que reflejan un sí mismo grandioso, muy inflado, en relación con una representación de los demás despreciada y emocionalmente degradante. Las personalidades narcisistas, un subgrupo especial de organización límite de la personalidad, presentan estas operaciones defensivas en forma impactante. La omnipotencia y la devaluación pueden quedar manifiestas en las descripciones del paciente de los demás significantes y sus interacciones con ellos y en su conducta durante la entrevista diagnóstica. En esta conexión, el diagnosticador debería estar especialmente alerta a cualquier indicación sutil o pequeña de conducta patológica que pueda obtenerse en los primeros contactos diagnósticos con el paciente. Considerando que un paciente por lo general trata de presentarse en su mejor forma en una situación nueva (y que, si no es así, puede estarse indicando una grave patología del carácter), uno debe concluir que ambas conductas fuertemente inapropiadas, cuando se presenten, y las desviaciones sutiles de la conducta, de otro modo, "perfectamente normal", requieren de exploración en las entrevistas diagnósticas.

Ottto Kernberg es el más sutil de los expertos en las patologías borderline, hablo en plural porque la expresión de esta patología tiene factores comunes, con los que la persona se puede identificar. Como se dice en el libro "Deja de andar sobre cáscaras de huevo": la persona con esta patología es como una lámpara de lava...
Rodrigo Córdoba Sanz. Experto en Trastornos de Personalidad. Formado con profesionales de la Universidad de Alcalá de Henares, del Colegio de Psicólogos de Madrid, con los profesionales de la Unidad de Trastornos de Personalidad del Hospital Provincial de Zaragoza, así como también con los expertos españoles Dolores Mosquera (quien en lo teórico parafrasea a Kernberg y en lo práctico a Linehan) y con Jorge Castelló Blasco, quien quiso dar entidad singular a la "Dependencia Emocional", no obstante esto es algo muy frecuente en la patología borderline. Fruto del déficit de afectividad interna, de una pobre autoestima y una imagen inconsciente deformada del self, de las relaciones objetales (interpersonales) y de la construcción del mundo como hostil. Provocando miedo, angustia, suspicacia. Al mismo tiempo hay un factor que se debe mencionar, existen profesionales que entienden esta patología en un 2% de la población, la experiencia clínica indica que la patología más frecuente en las hopitalizaciones es el TLP y espcialmente frecuente, también, en la consulta,. no así un subtipo que designa Kernberg, la patología narcisista. Que en el DSM tiene entidad propia.  Rodrigo Córdoba Sanz. @PSICOLETRA

1 comentario:

Unknown dijo...

Yo he perdido todos mis trabajos por este trastorno aparte que tengo bajones donde solo quiero dormir y dormir