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Paz y Ciencia

martes, 8 de mayo de 2012

Modelos e Ideas para entender la psicología

"Cuando Putnam sugiere que el psicoanálisis debería estudiar las relaciones de sus conceptos con los de la filosofía, Ferenczi (1911, publicado en 1955) afirma que es peligroso distraer al psicoanálisis de la tarea primordial de dotarle de una base científica apoyada en los hechos. Tanto Freud como algunos de sus discípulos directos - el caso de Ferenczi no es una excepción - reclaman una clara vocación científica para el psicoanálisis." Manual de técnicas de Psicoterapia. Un enfoque psicoanalítico. A. Avila, p 625. "...Es adulto el individuo consciente de las consecuencias de su conducta, que asume responsabilidad de las mismas. El adulto sano es a la vez infante, niño, muchacho y joven. Su sentido de la realidad y responsabilidad comprende la necesidad y el deseo de apego, o sea, de tener a alguien cerca, de amor, la capacidad de ser creador, la libertad de ser alegre y el espíritu necesario para ser aventurero. Es un ser humano integrado, o sea, completo y totalmente consciente..." Bioenergética. Alexander Lowen , p.58. "...Un modelo epistemologico multiaxial organizador que permita una comprensión global y jerarquizada del conjunto de aportaciones teóricas y clínicas del pensamiento de Sandor Ferenczi parece ser un reto fundamental en la línea de entender su pensamiento, sobre todo en un momento en que el interés y comprensión de los parametros desarrollados por el autor comienzan a encontrar el lugar que por antonomasía le corresponde. En este sentido todo esfuerzo por otorgar a Ferenczi el sitial tan sistematicamente negado solo aspira a resituar las cosas en el orden natural." Matriz Epistemológica de la Teoría Psicoanalítica. M. Kolteniuck.
En 1943, el conocido psicólogo neoyorquino Abraham Maslow (1908-1970), que fue uno de los pioneros de las Psicoterapia Humanista, señaló que todos tenemos la posibilidad de realizarnos como personas de acuerdo con nuestras capacidades, pero para lograrlo tenemos primero que satisfacer unas necesidades básicas de alimento, seguridad, hogar, etc. Maslow también identificó una serie de necesidades "superiores", como los ideales y valores individuales y sociales de libertad, solidaridad y creatividad. Lo que planteaba era la capacidad de "Autorrealización", es decir, de trascender la salud stricto sensu y conseguir la plenitud, la felicidad y el desarrollo de los potenciales. Una regla importante en la construcción saludable del concepto de uno mismo, descrita lúcidamente hace más de tres décadas por Haim Ginott, profesor de Psicología de la Universidad de Nueva York, consiste en no criticar o alabar al niño como persona, sino centrarse en lo que el niño ha hecho. Por ejemplo, si la pequeña de cuatro años vierte el vaso de leche en el suelo segundos después de que le hayamos dicho que no juegue con el vaso, en lugar de reaccionar con un "¡Pero, Laura, qué mala eres; ya sabía yo que esto iba a pasar!", una mejor respuesta sería: "Laura, la leche es para bebértela, no para jugar con ella. Vamos a limpiar rápidamente el suelo". Y cuando José, de siete años, recoge todos los juguetes que había dejado desparramados por la casa, en lugar de decirle: "Eres un niño muy bueno y ordenado", es preferible señalar: "La casa está mucho más ordenada con tus juguetes en un sitio; me alegro además porque así siempre encontrarás el juguete que quieras fácilmente". La idea, en el primer caso, es desaprobar la conducta de la niña sin desaprobarla a ella como persona. En el segundo caso, fomentar que el pequeño concluya que es competente por haber hecho algo que merece la pena. Martin E.P. Seligman, profesor de Psicología de la Universidad de Pensilvania, ha estudiado extensamente el estilo explicativo o la forma habitual de explicar las situaciones que nos afectan. Seligman analiza las explicaciones de acuerdo con tres valoraciones: la duración que le damos a los efectos de los sucesos; la intensidad del impacto que le asignamos a los eventos; y el grado de responsabilidad personal que hacemos recaer sobre nosotros por lo ocurrido. Lo normal es que los fracasos o las desventuras nos hagan a todos desilusionarnos o frustrarnos, al menos temporalmente. Sin embargo, las personas que cuando son golpeadas por alguna adversidad piensan que se trata de un contratiempo pasajero, que no afecta a la totalidad de su ser y que no tienen la culpa, tienden a superarla y a recuperarse mejor y en menos tiempo que quienes consideran que los efectos de sus fallos o de las calamidades son permanentes e irreversibles y que ellos son los únicos responsables, esto último es lo que se denominó, tras los estudios de Seligman en su época de investigador "conductista" experimental: "Indefensión Aprendida", la persona valora que no puede hacer nada por revertir la situación. Esto se vincula con la etiología de la depresión. Por otro lado, Aaron Beck, con quien estudió Seligman, descubrió que las personas deprimidas tienen "sesgos cognitivos", por ejemplo: "No puedo hacer nada por salir de esta situación"; "Necesito que toda la gente me quiera para ser feliz"; "Si tengo un problema no podré desarrollar mi actividad profesional". El núcleo de estos pensamientos tiene que ver con lo que Seligman explica como "actitud pesimista", una forma de pensarse a sí mismo como negativa, una manera de ver el mundo como hostil, una forma de valorar las circunstacias personales como negativas y ver el futuro poco halagüeño. Esto es muy frecuente y es uno de los motivos por los que las personas se agarran a libros de autoayuda para seguir adelante. Estos libros no siempre transmiten ideas con sentido. Aunque suelen resultar al lector agradables. Por ejemplo, el famoso libro "El Secreto" estimula el "pensamiento mágico", esto es, que si la persona "desea" algo, esto se hará realidad. Yo leí demasiadas páginas de este libro y tuve que terminar la lectura, como con otros tantos, porque me resultaba, no solo poco científico y riguroso, sino una tomadura de pelo. Por mi profesión y mi personalidad, leo casi todo lo que leen mis pacientes. Esto da sentido a la cantidad de "post" que escribo. Por cierto, de todo se puede aprender, a veces el libro más banal puede aportar mucho, es el ejemplo de muchos de los libros de Jorge Bucay, que ahora está instalado en un pueblecito de Andalucía, donde lee, escribe y estudia, alejado de la clínica. Es el director de la revista Mente Sana, que ahora reza: "La revista de psicología positiva." Martin E.P. Seligman está calando hondo en muchos clínicos, cierto es que es una disciplina o modelo novedoso, no obstante, el carácter "empirista" de Seligman ha contribuido a que, a pesar del poco recorrido en el tiempo de la Psicoterapia Positiva, ahora mismo esté fundamentada en cientos de experimentos, estadísticas y demás asuntos de la ciencia "dura". Por otro lado, para conocerse a uno mismo, que es lo que se situaba en el frontispicio del templo de Apolo: "Conócete a ti mismo", es algo fundamental para crecer mental-emocional(mente). Martin Seligman expone en su libro "Aprenda Optimismo", que para el estudio de la depresión existen dos modelos de pensamientos dominantes: el psicoanalítico y el biomédico. Él, por definirse como "empirista", "anticonductista" (paradójicamente, después de los años que estuvo en laboratorios de esa índole) y también explica que valora el psicoanálisis en cuanto al concepto de aspirar a la curación y no lo paliativo, como es la psicología clínica oficial. No obstante, se acerca más al modelo "biopsicosocial" y explica que Freud se basó en pocos casos y que su teoría tiene un alto componente de "imaginación". Desde luego que el psicoanálisis no puede ser sometido a metaanálisis como la medicina y psicología conductual, que está estandarizada y protocolizada. Por tanto, yo admiro a este buen caballero llamado Seligman pero discrepo suavemente en cuanto a la inclinación sobre el modelo biopsiocsocial frente al psicoanálisis. A mí, me atrae más el psicoanálisis pero de una forma que hay que explicar. El psicoanálisis ortodoxo me parece que da un problema en la comunicación entre paciente y terapeuta. Eso del diván me parece ya un poco anticuado, aunque los profesionales de la salud mental lo tengan en sus consultas de manera decorativa y simbólica. Yo no aplico el psicoanálisis en cuanto al "dogma" puro de Freud. Si hubiera nacido en esa época, probablemente hubiese acabado como Carl Gustav Jung, Alfred Adler, Sándor Ferenczi y un largo etcétera. Es decir, disidentes, o en el caso de Ferenczi: enfant terrible. Bien, empezaba este post con Abraham Maslow, no es casualidad. El movimiento humanista, en cuanto a lo ideológico, lo filosófico y lo terapéutico se ensambla con mi modo de ver la clínica y al ser humano. Concibo a las personas con una grandísima capacidad de superación, esto también lo decía el psicólogo italiano Vittorio Guidano, padre de la psicología postracionalista. Como ven, hay escuelas para un buen rato de exposición. Lo dejo aquí, para que ustedes resuelvan la paradoja. Un abrazo fuerte. Rodrigo Córdoba Sanz.

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