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Paz y Ciencia

martes, 22 de mayo de 2012

Punto de Vista de Bowlby: Teoría del Apego




La extraordinaria complejidad de los múltiples factores a los que ha de atenderse, impone a nuestra exposición una determinada pauta. Habremos, pues, de hacer resaltar, sucesivamente, los diversos puntos de vista y rastrearlos por separado, a través de todo el material, mientras su aplicación sea fructífera. Sigmund Freud, La Represión (1915).

A lo largo de casi cincuenta años de investigación psicoanalítica, Freud intentó distintos puntos de vista para sus investigaciones. Entre los muy diferentes temas que estudió están los sueños, los síntomas de pacientes neuróticos o la conducta de los pueblos primitivos. Aunque la búsqueda de explicaciones le condujo -en cada caso- a examinar acontecimientos de los primeros años de la vida, rara vez obtuvo él mismo datos básicos, a partir de la observación directa de los niños. El resultado fue que la mayoría de los conceptos psicoanalíticos acerca de ese período de la vida del ser humano fueron obtenidos por medio de un proceso de reconstrucción histórica, sobre la base de datos aportados por personas de más edad. Esto es así, incluso en cuanto a las ideas surgidas del análisis de niños: los hechos y procesos descubiertos corresponden con una etapa vital ya transcurrida.
En cambio, este libro (El Apego) parte de un punto de vista diferente. Por las razones que he expuesto, considero que la observación de la conducta de un niño pequeño con su madre, tanto en presencia de esta como, sobre todo, en su ausencia, puede facilitar en grado sumo nuestra comprensión del proceso evolutivo de la personalidad. Cuando un tercero aparta a un niño de su madre, las reacciones de este suelen caracterizarse por un fuerte contenido emocional. Y cuando vuelve a reunirse con la madre, muestra -generalmente- o un grado muy alto de ansiedad de separación o un desapego que llama la atención. Como uno u otro tipo de cambio en la relación madre-hijo -o incluso ambos a la vez-. suelen darse con frecuencia en los sujetos aquejados de psiconeurosis o de alguna otra forma de perturbación emocional, me pareció fructífero iniciar la investigación a partir de este tipo de observaciones y,  una vez adoptado este punto de vista, "rastrearlo... a través de todo el material, mientras su aplicación sea fructífera".
Es decir, el punto de partida que he escogido difiere mucho del habitual en psicoanálisis, por lo que tal vez resulte aconsejable precisarlo en detalle y enumerar las razones que me han llevado a adoptarlo.
La teoría psicoanalítica es un intento de explicar el funcionamiento de la personalidad, tanto en los aspectos sanos como en los patológicos, en términos de una ontogénesis. Al elaborar sus principios teóricos, lo mismo Freud que la mayoría de los analistas posteriores tomaron como punto de partida un producto ya acabado. En el marco psicoanalítico, los datos básicos se obtienen del estudio de una personalidad más o menos desarrollada  y ya funcionando más o menos bien. A partir de estos datos, se intenta reconstruir las fases de la personalidad que precedieron a lo observado.
Esta obra persigue -en muchos sentidos- un fin diametralmente opuesto.Tomando como datos básicos las observaciones de la conducta de niños muy pequeños en situaciones concretas, pretende describir ciertas fases iniciales del desarrollo de la personalidad y, a partir de ellas, extraer conclusiones sobre su posible conducta futura. Concretamente, el objetivo perseguido reside en describir ciertas pautas de reacción que tienen lugar con regularidad durante la primera infancia, para luego rastrear de qué modo pueden discernirse pautas similares en el funcionamiento posterior de la personalidad. Por lo tanto, se trata de un cambio radical de perspectiva, que implica tomar como punto de partida no este o aquel síntoma o síndrome causante de trastornos, sino un hecho o experiencia que se supone -potencialmente- patógenos para la evolución de la personalidad.
Así, mientras casi toda la moderna teoría psicoanalítica toma como punto de partida un síntoma o síndrome clínico -por ejemplo-, la tendencia al hurto, la depresión, la esquizofrenia- y elabora hipótesis acerca de los acontecimientos y procesos que habrían contribuido a su desarrollo, desde la perspectiva adoptada aquí se aborda un hecho determinado -la pérdida de la figura materna en los primeros años de vida- y se intenta, a partir de este, rastrearlos procesos psíquicos y psicopatológicos que suelen resultar. Es decir, se parte de la experiencia traumática y se realizan inferencias acerca de sus posibles efectos traumáticos.
Semejante cambio de enfoque en la investigación es todavía insólito en el ámbito de la psiquiatría. En el campo de la medicina, por el contrario, dicho cambio se produjo hace ya tiempo y daré un ejemplo que puede aclarar este punto. En la actualidad, si se emprende la investigación de la patología de la infección crónica de los pulmones, ya no se tomarán una serie de casos infecciosos, procurando descubrir el agente o los agentes causantes, sino que, más bien, se partirá de un agente concreto -quizás tubérculo, actinomicosis o algún virus recientemente identificado- y se estudiarán los procesos fisiológicos y fisiopatológicos que este desencadena. De ese modo, se podrán descubrir también muchas otras cuestiones que no tienen relación directa con la infección pulmonar crónica. Además de aumentar nuestros conocimientos sobre ciertos estados subclínicos e infecciosos agudos, se podría descubrir que el organismo patógeno -objeto de estudio- no solo produce infección en los pulmones, sino, quizá, también en otros órganos. El centro de interés no es ya un síndrome clínico concreto, sino las múltiples secuelas de determinado agente patógeno.
Pues bien, el agente patógeno cuyos efectos procederemos a estudiar aquí es la pérdida de la figura materna durante el período que va desde los seis meses -aproximadamente- hasta los seis años. Sin embargo, antes de examinar las observaciones básicas realizadas convendrá puntualizar, claramente, en qué difiere del tradicional el enfoque que yo adopto; y analizar ciertos aspectos que han sido objeto de críticas.

John Bowlby:"El Apego". Paidós, 1998, Barcelona. Pp.: 29-31

Bowlby ya desliza elementos importantes. Fue un revolucionario dentro del psicoanálisis. Criticado ferozmente por cambiar la forma de estudio y emplear técnica experimentales de tipo "conductual". El psicoanálisis tenía que hacerse fuerza ante la amenaza del conductismo. Bowlby se empapó de los estudios experimentales que habían aportado datos significativos. Por ejemplo, es ineludible citar a Konrad Lorenz, etólogo e inspirador de la metodología empleada por Bowlby. Lorenz consiguió que unos gansos le siguieron cuando salían del cascarón. Es lo que se llama "troquelado".
Bowlby abrió un nuevo camino de pensamiento e investigación, distinto al de Freud. Esto supuso oposición por los estamentos poderosos del psicoanálisis. Sin embargo, en la práctica. Ha trascendido más el saber, la experiencia y ls investigaciones de Bowlby que la mayoría de psicoanalistas que le criticaron, que han pasado a formar parte del encorsetado campo del psicoanálisis oficial. Permítanme llamarlo así. En los días sucesivos seguiremos investigando a este autor, que forma parte del curriculum en psicología y psiquiatría de cualquier parte del mundo.
Mencionar algo importante que menciono en un artículo. Bowlby tuvo una institutriz, veía una hora al día a su madre. A los siete años le internaron. Él sabía muy bien lo que es la pérdida afectiva y el potencial patógeno de tal situación. Sin embargo, se convirtió en una persona viva que dio sentido a su vida estudiando aquello que había vivenciado, innivando y siendo más práctico, más riguroso y menos especulativo que Freud. Al que significativamente cita antes de exponer su propuesta y sus problemas con el pensamiento dominante en esa época. Seguimos entonces. Disfruten, como me ha dicho una persona con gusto por la filosofía oriental, un verdadero estudioso y practicante: "¡Alegría, que tenemos la suerte de que sea Lunes!". Ese hombre es mi entrenador, y el ejercicio se compagina con charlas de madres orgullosas hablando de sus hijos y de este buen señor, tratando de compartir un modo distinto de pensar. Ese "espíritu" me atrae, creo que si nos conformamos con lo establecido no podremos crear nada nuevo. Y, la vida sin creatividad puede resultarnos a muchos, una vida fútil, vacía, sin sentido. No creo que sea para nada especial. Veo todos los días a personas que quieren dar a su vida una dimensión más trascendente, tengan la personalidad que tengan. Quieren cambiar las cosas, por eso acuden a consulta. Por eso no se quedan en casa leyendo libros como "La Inutilidad del Sufrimiento". El título es la mayor estudidez que he visto nunca (exagero); el sufrimiento es aquello que atravesamos para una Transformación del Self
Rodrigo Córdoba Sanz, Psicólogo y Psicoterapeuta. Formado con profesionales de Madrid, Zaragoza y Buenos Aires.

http://es.wikipedia.org/wiki/John_Bowlby
http://www.bebesymas.com/ser-padres/la-teoria-del-apego-de-john-bowlby
http://www.psicologia-online.com/ESMUbeda/Libros/Manual/manual11.htm
http://www.psicologia-online.com/monografias/
http://sicolog.com/?a=1685
http://www.simplypsychology.org/bowlby.html
http://www.libreriapaidos.com/9788449306006/APEGO,+EL+(APEGO+Y+PERDIDA+1)/









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