Hay niños que atraviesan la infancia sin sobresaltos y aterrizan suavemente en el mundo adulto con sensatez y cordura. Bastantes se desorientan y tropiezan durante un tiempo, pero, de pronto, florecen. Los más, tiemblan, se tambalean, luchan, se enderezan, cambian de rumbo, y finalmente encuentran su auténtico equilibrio personal. Stella Chess, De la Niñez a la Indepencia, 1978.
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