PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

sábado, 16 de junio de 2012

Misiones y métodos del psicoanálisis




a) Movilización de energías inconscientes e indicación de alternativas.

En toda labor psicoanalítica, lo esencial es movilizar las energías latentes de una persona. Pondré un ejemplo. Me acuerdo de un cuarentón que vino a verme y me preguntó: "Bueno, ¿qué probabilidades tengo que mejorar?". Hasta entonces, había ido tirando con ciertos síntomas neuróticos, y "funcionaba", de modo que le contesté: "Hablando francamente, si se tratase de apostar, yo no apostaría por su mejora. Ha vivido usted tenga cuarenta años con los mismos problemas, y no hay motivo para que se vuelva loco ni muera prematuramente, así que puede seguir viviendo igual treinta años más. Será infeliz, pero, como eso lo ha soportado hasta ahora, ¿por qué no lo va a soportar el resto de su vida? La cosa no parece tan mala". Después le dije: "Si usted tiene un deseo y una voluntad fortísima de reformarse verdaderamente, quizá haya una posibilidad. Por esta posibilidad. Por esta posibilidad, estoy dispuesto a analizarlo, pero si me pregunta mi opinión objetiva, creo que no tiene muchas probabilidades de conseguirlo". Si hay algo que pueda animar a un paciente es esto. Pero, si se  desanima, será mejor no empezar; porque, si no puede aceptarlo, es que le falta ese impulso fundamental, la fuerza para movilizar sus energías.
Bueno, no me lo tomen demasiado al pie de la letra. Hay personas, por ejemplo, tan atemorizadas, hipocondríacas y angustiadas que, si se les dice, podrían verse asaltadas por el pánico y serían incapaces de pensar. Esto es otra cosa. Hablo en sentido general,  y he insistido tanto en ello solo para subrayar cuánta importancia le doy, no solo en el psicoanálisis, sino también en cualquier caso de la vida real, al hecho de ver con claridad la comprensión de la gente. Si nos preguntamos por qué la mayoría fracasa en la vida, creo que es por no saber cuándo llega el momento decisivo. Si uno supiese justo en el momento: si lo hago... -digamos, aceptar un soborno, directa o indirectamente-, seré un desgraciado, porque seguiré dejándome sobornar, me someteré y terminaré siendo un hombre malogrado, un infeliz... Si uno lo supiese en el momento, el sentido del bienestar y las energías excepcionales actuarían lo suficiente en muchos como para hacerles contestar "no". Sin embargo, lo que hacen es justificarse: "Bueno, es solo una vez, no tiene tanta importancia, ahora me conviene y después no lo haré más". Así, muchos no tienen vida un momento para ser conscientes, para estar en situación de poder decirse "hay que tomar una decisión", y se dan cuenta cuando ya es demasiado tarde. Entonces, retrospectivamente, uno puede decir que su vida estaba determinada y nunca ha tenido una oportunidad de ser libre.
Pero eso solo puede decirlo retrospectivamente. Si hubiese comprendido la situación, y se hubiese enfrentado al hecho de que tal camino lleva a tal punto, habría tenido, en efecto, una oportunidad de obrar de otra manera, porque entonces no estaba tan enfermo y no había fracasado todavía.
Volviendo al psicoanálisis, considero que una misión suya muy importante es mostrar las alternativas reales, con mucha energía, no con suavidad y cautela, cuidando las palabras para que digan y no digan, sin que lo parezca. En caso de que el analizando tenga una resistencia y no quiera comprender claramente que no están empleando con él palabras claras, no oirá nada, porque no quiere oír nada. ¡El psicoanalista debe gritar!, a veces, en sentido literal, aunque ahora quiero decir "gritar" en el sentido de hacer una declaración de que no pueda pasar por alto, que tenga que reaccionar ante ella, por ser muy exigente.
La explicación principal de que esta conciencia, esta verdadera comprensión de la situacion de uno, pueda hacerle reformarse, es que permite actuar a esas energías que tenemos dentro. Y si no están ahí, si se han agotado ya, no hay nada que hacer. Y si no están ahí, si se han agotado ya, no hay nada que hacer. Hay que tener, y especialmente el psicoanalista debe tener, sin insensatez, muchísima fe en la existencia de estas energías. Muchas  personas las tienen tan débiles que ya no se puede hacer nada: puede ser cosa de la edad, o de estar ya derrotado que no se vea ninguna esperanza. Sería insensato decir, por dogma o por principio, que tal persona reaccionará positivamente al pleno enfrentamiento con su vida. Quizá no reaccione positivamente, pero, en general, ese afrontar su vida puede ayudarle a comprender a dónde va, cuáles han sido sus alternativas en toda su existencia.
Creo que ésta es una de las misiones más importantes del psicoanalista. También esto es psicoanalizar (como, de hecho, puedo declarar yo en cualquier otro terreno): estas son las fuerzas y si usted escoge este camino, sucederá esto; y si escoge aquel camino, sucederá aquello. Estas son las alternativas, que existen por sí mismas. Estas alternativas determinan que no haya otro camino. Pero la mayoría prefiere creer y esperar siemrpe la solución imposible. Quieren ser libres y quieren ser independientes. Bien, pues eso no funciona, no se puede, es puro engaño, como tampoco pueden querer que seamos libres e independientes, entonteciéndonos al mismo tiempo con esa publicidad agobiante y con la instrucción, la enseñanza y las ideas que nos venden. No pueden ser las dos cosas a la vez. Pero la mayoría quiere juntarlas, busca un compromiso, y quizá sera esta una forma de resistencia. Mientras yo me quede esperando el milagro de la solución imposible, que verdadera e irremediablemente es imposible, naturalmente, me quedaré cruzado de brazos.

Erich Fromm: "El Arte de Escuchar". Paidós, 2012, Barcelona. Pp.; 111-114

Nota de Rodrigo C.: Este texto de Erich Fromm ya no me sorprende, puesto que he leído prácticamente todos sus libros y, en ello continuaré. Tengo la cartilla de ahorros en el texto "Tener o Ser". Este hombre es un grandísimo profesional, aportó cuestiones brillantes. Sin embargo, con respecto al componente filosófico que él tiene, especialmente cuando analiza la sociedad, la cultura y sus manifestaciones, como la religión, se muestra especialmente pesimista. En cierto modo, este texto, a mí, y en este momento, me parece muy distinto a otros que escribe, incluso en el mismo libro. Es un hombre astuto, sagaz y con mucho oficio, pero a veces se expresa con una vehemencia que desprende cierto pesimismo, es un poco "cenizo". Creo que hay que entender su trabajo en su contexto epocal y pensar que fue instruido inicialmente desde el psicoanálisis ortodoxo. Hay ciertos estereotipos, prejuicios y pre-textos que son difíciles de vencer. Así, es probable que todo su amplísimo bagaje, para bien y para mal, determine los distintos enfoques que da a la naturaleza humana. En el fondo tiene razón en lo que dice, pero el cómo lo dice resulta prácticamente duro, demasiado contundente. Decir "un cuarentón", no sé si es torpeza del traductor o una expresión infeliz o estereotipada. Paradójicamente él siempre criticó los modelos sociales estandarizados, el "establishment" psicoanalítico y psiquiátrico. Fue una persona muy reinvindicativa. Además, es el único psicoanalista, además de Freud, que se puede encontrar en cualquier librería de España. Un abrazo. R.C.S.

http://youtu.be/cXEgE1pluJk Erich Fromm -Psicoanálisis de la Sociedad Contemporánea-
http://youtu.be/O9_cUru4l7w Erich Fromm -el credo de un Humanista-
http://youtu.be/OncMJQGbFIk Documental sobre Erich Fromm

No hay comentarios: