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Paz y Ciencia

martes, 5 de junio de 2012

Porque de poetas y de locos todos tenemos un poco





Les hablaré de mi entrañable Donald Winnicott, el cual me inspira como otros muchos, por ejemplo Ronald Laing, al que le inspiró Winnicott, Fritz Perls, Claudio Naranjo, Abraham Maslow, Carl Rogers, Martin Seligman, hasta el mismísimo Freud, que hay que quitarse el sombrero ante su poderosa imaginación y atrevimiento para hacer semejante revolución.Mencionar a Paul Watzlawick, Gregory Bateson, Carlos Castilla del Pino, Thomas Szasz, John Bowlby, Alexander Lowen, Joseph Breuer... No puedo olvidar a Erich Fromm, un profesional ejemplar, abarcó los terrenos que confluyen para entender al hombre y la psique: lo social, lo cultural, lo espiritual, la religión como Institución, el amor, la desobediencia como forma de reivindicarse, matizar la teoría y la técnica psicoanalítica y muchas otras cosas. Sin embargo, creo que quienes mejor conocen lo que es la locura son los que la han vivido. Estar loco no es ir al psicólogo o al psiquiatra o al psicoanalista o a un chamán o a Alejandro Jodorowsky. Estar loco no tiene que ver con los criterios de salud o enfermedad de los profesionales, es una "sensación" subjetiva. Una experiencia personal que trasciende lo verbal en muchos casos. Algo que se siente, como una atmósfera, como una sensación evanescente. Los poetas y los literatos en general, son los que mejor pueden reflejar esos sentimientos. El arte aprehende lo que la ciencia obvia. Lo que no está lo descubre. Como decía Picasso, yo no busco, encuentro. Hay que decir que Picasso, no fue precisamente un hombre fácil pero fue más auténtico que Salvador Dalí, que fue un maestro de la metamorfosis para el marketing en el franquismo. Y, por cierto, le fue muy bien. Era un narciso, como muchos artistas, como muchas personas. Y, como Picasso, revolucionó el arte, traspasando fronteras y dejando un legado de incalculable valor estético. Ahora profundizaremos en la loura con verdaderos expertos en la materia, aunque no tengan un título de salud mental. Permítanme que así sea. Esto que digo no es una invención mía, desafortunadamente no soy tan inteligente, es algo que transmitió Carlos Castilla del Pino, ensombrecido por López Ibor padre y también, porque en su época de mayor fertilidad científica y creativa había en el extranjero figuras como Claude Levy-Strauss sentando las bases del estructuralismo donde se fundamentaría Jacques Lacan. Castilla del Pino hablaba del "Char-Lacán", para hacer referencia a los psicoanalistas que no eran de su agrado. Quizá estos poetas conocieran o conocen a alguno. Rodrigo Córdoba Sanz.




Artaud.

Antoine Marie Joseph Artaud comúnmente llamado Antonin Artaud (Marsella, Francia, 4 de septiembre de 1896 - París, 4 de marzo de 1948), fue un poeta, dramaturgo, ensayista, novelista, director escénico y actor francés. Artaud es autor de una vasta obra que explora la mayoría de los géneros literarios, utilizándolos como caminos hacia un arte absoluto y "total". Sus tempranos libros de poemas (luego abandonaría el preciosismo poético, decepcionado) L'ombilic des limbes (El ombligo de los limbos) de 1925 y Le Pèse-Nerfs (El pesa-nervios) anuncian ya el carácter explosivo de su obra posterior. Es más conocido como el creador del teatro de la crueldad (cf. El teatro y su doble, 1938; Manifiesto del teatro de la crueldad, 1948), noción que ha ejercido una gran influencia en la historia del teatro mundial. Trabajó en 22 películas, durante los años 20 y 30, entre las que destacan Napoléon de Abel Gance y La Pasión de Juana de Arco de Carl Theodor Dreyer.



Las siguientes palabras fueron dichas por Artaud y definen un poco como era el para entender el mundo y expresarse...





Palabras de Artaud:



''No podemos vivir eternamente rodeados de muertos y de

muerte.



Y si todavía quedan prejuicios hay que destruirlos.

"El deber"

digo bien

"EL DEBER"

del escritor, del poeta, no es ir a encerrarse cobardemente en un texto,

un libro, una revista de los que ya nunca más saldrá,

sino al contrario salir afuera

para sacudir

para atacar

al espíritu público

si no

¿para qué sirve?

¿Y para qué nació? ''



Carta a los poderes:





1. ¡A la mesa!

Abandonad las cavernas del ser. Venid, el espíritu alienta

fuera del espíritu. Ya es hora de dejar vuestras viviendas.

Ceded al omnipensamiento. Lo Maravilloso está en la raíz del

espíritu.



Nosotros estamos dentro del espíritu, en el interior de la cabeza. Ideas, lógica, orden, Verdad (con V mayúscula), Razón: todo lo ofrecemos a la nada de la muerte. Cuidado con vuestras lógicas, señores, cuidado con vuestras lógicas; no imagináis hasta dónde puede llevarnos nuestro odio a la lógica.

La vida, en su fisonomía llamada real, sólo se puede determinar mediante un alejamiento de la vida, mediante un suspenso impuesto al espíritu; pero la realidad no está allí. No hay, pues, que venir a fastidiarnos en espíritu a nosotros, que apuntamos hacia cierta eternidad suprarreal, a nosotros que desde hace ya tiempo no nos consideramos del presente y somos para nosotros como nuestras sombras reales.

Aquél que nos juzga no ha nacido al espíritu, a ese espíritu a que nos referimos y que está, para nosotros, fuera de lo que vosotros llamáis espíritu. No hay que llamar demasiado nuestra atención hacia las cadenas que nos unen a la imbecilidad petrificante del espíritu. Nosotros hemos atrapado una nueva bestia. Los cielos responden a nuestra actitud de absurdo insensato. El hábito que tenéis todos vosotros de dar la espalda a las preguntas no impedirá que los cielos se abran el día establecido, y que un nuevo lenguaje se instale en medio de vuestras imbéciles transacciones. Queremos decir: de las transacciones imbéciles de vuestros pensamientos.

Hay signos en el Pensamiento. Nuestra actitud de absurdo y de muerte es la de mayor receptividad. A través de las hendiduras de una realidad en adelante no viable, habla un mundo voluntariamente sibilino.

2. Mensaje al Papa

No eres tú el confesionario, ¡oh, Papa!, lo somos nosotros; compréndenos y que los católicos nos comprendan.

En nombre de la Patria, en nombre de la Familia, impulsas a la venta de las almas y a la libre trituración de los cuerpos.

Entre nuestra alma y nosotros mismos, tenemos bastantes caminos que transitar, bastantes distancias que salvar, para que vengan a interponerse tus tambaleantes sacerdotes y ese cúmulo de aventuradas doctrinas con que se nutren todos los castrados del liberalismo mundial.



A tu dios católico y cristiano que -como los otros dioses- ha concebido todo el mal:

1. Te lo has metido en el bolsillo.

2. Nada tenemos que hacer con tus cánones, index,

pecados, confesionarios, clerigalla; pensamos en otra

guerra, una guerra contra ti, Papa, perro.

Aquí el espíritu se confiesa al espíritu.

De la cabeza a los pies de tu mascarada romana, triunfa el

odio a las verdades inmediatas del alma, a esas llamas que

consumen el espíritu mismo. No hay Dios, Biblia o Evangelio, no hay palabras que detengan al espíritu.



No estamos en el mundo. ¡Oh Papa confinado en el mundo!,

ni la tierra ni Dios hablan de ti.

El mundo es el abismo del alma, Papa contrahecho, Papa ajeno al alma; déjanos nadar en nuestros cuerpos, deja nuestras almas en nuestras almas; no necesitamos tu cuchillo de claridades.





3. Mensaje al Dalai Lama

Somos tus muy fieles servidores, ¡oh Gran Lama!, concédenos, envíanos tu luz en un lenguaje que nuestros contaminados espíritus de europeos puedan comprender, y si es necesario cambia nuestro Espíritu, créanos un Espíritu vuelto por entero hacia esas cimas perfectas donde el Espíritu del Hombre ya no sufre.

Créanos un Espíritu sin hábitos, un Espíritu cuajado verdaderamente en el Espíritu, o un Espíritu con hábitos más puros - los tuyos - si ellos son aptos para la libertad.

Estamos rodeados de papas decrépitos, de profesionales de la literatura, de críticos, de perros; nuestro Espíritu está entre perros, que inmediatamente piensan a ras de tierra, que irremediablemente piensan en el presente.

Enséñanos, Lama, la levitación material de los cuerpos, y

cómo evitar ser retenidos por la tierra.

Porque tú bien sabes a qué liberación transparente de las almas, a qué libertad del Espíritu en el Espíritu aludimos, ¡oh Papa aceptable!, ¡oh Papa del Espíritu verdadero!

Con el ojo interior te contemplo, ¡oh Papa!, en la cumbre de lo interior. Es en ese interior donde me asemejo a ti, yo, germinación, idea, labio, levitación, sueño, grito, renunciamiento a la idea, suspendido entre todas las formas y a la espera sólo del viento



4. Carta a los rectores de las universidades europeas



Señor rector:

En la estrecha cisterna que llamáis "Pensamiento" los rayos

del espíritu se pudren como parvas de paja.

Basta de juegos de palabras, de artificios de sintaxis, de malabarismos formales; hay que encontrar - ahora - la gran Ley del corazón, la Ley que no sea una ley, una prisión, sino una guía para el Espíritu perdido en su propio laberinto. Más allá de aquello que la ciencia jamás podrá alcanzar, allí donde los rayos de la razón se quiebran contra las nubes, ese laberinto existe, núcleo en el que convergen todas las fuerzas del ser, las últimas nervaduras del Espíritu. En ese dédalo de murallas movedizas y siempre trasladadas, fuera de todas las formas conocidas de pensamiento, nuestro Espíritu se agita espiando sus más secretos y espontáneos movimientos, esos que tienen un carácter de revelación, ese aire de venido de otras partes, de caído del cielo.



Pero la raza de los profetas se ha extinguido. Europa se cristaliza, se momifica lentamente dentro de las ataduras de sus fronteras, de sus fábricas, de sus tribunales, de sus universidades. El espíritu "helado" cruje entre las planchas minerales que lo oprimen. Y la culpa es de vuestros sistemas enmohecidos, de vuestra lógica de dos y dos son cuatro; la culpa es de vosotros, rectores, atrapados en la red de los silogismos. Fabricáis ingenieros, magistrados, médicos a quienes escapan los verdaderos misterios del cuerpo, las leyes cósmicas del ser; falsos sabios, ciegos en el más allá, filósofos que pretenden reconstruir el espíritu. El más pequeño acto de creación espontánea constituye un mundo más complejo y más revelador que cualquier sistema metafísico.



Dejadnos, pues, Señores; sois tan sólo usurpadores. ¿Con qué derecho pretendéis canalizar la inteligencia y extender diplomas de Espíritu?

Nada sabéis del espíritu, ignoráis sus más ocultas y esenciales ramificaciones, esas huellas fósiles tan próximas a nuestros propios orígenes, esos rastros que a veces alcanzamos a localizar en los yacimientos más oscuros de nuestro cerebro.

En nombre de vuestra propia lógica, os decimos: la vida apesta, señores. Contemplad por un instante vuestros rostros, y considerad vuestros productos. A través de las cribas de vuestros diplomas, pasa una juventud demacrada, perdida. Sois la plaga de un mundo, señores, y buena suerte para ese mundo, pero que por lo menos no se crea a la cabeza de la humanidad.



5. Carta a los directores de asilos de locos



Señores:

Las leyes, las costumbres, les conceden el derecho de medir el espíritu. Esta jurisdicción soberana y terrible, ustedes la ejercen con su entendimiento.

No nos hagan reír. La credulidad de los pueblos civilizados, de los especialistas, de los gobernantes, reviste a la psiquiatría de inexplicables luces sobrenaturales. La profesión que ustedes ejercen está juzgada de antemano. No pensamos discutir aquí el valor de esa ciencia, ni la dudosa realidad de las enfermedades mentales. Pero por cada cien pretendidas patogenias, donde se desencadena la confusión de la materia y del espíritu, por cada cien clasificaciones donde las más vagas son también las únicas utilizables, ¿cuántas nobles tentativas se han hecho para acercarse al mundo cerebral en el que viven todos aquéllos que ustedes han encerrado? ¿Cuántos de ustedes, por ejemplo, consideran que el sueño del demente precoz o las imágenes que lo acosan, son algo más que una ensalada de palabras?

No nos sorprende ver hasta qué punto ustedes están por debajo de una tarea para la que sólo hay muy pocos predestinados. Pero nos rebelamos contra el derecho concedido a ciertos hombres - incapacitados o no - de dar por terminadas sus investigaciones en el campo del espíritu con un veredicto de encarcelamiento perpetuo.



¡Y qué encarcelamiento! Se sabe -nunca se sabrá lo suficiente- que los asilos, lejos de ser "asilos", son cárceles horrendas donde los recluidos proveen mano de obra gratuita y cómoda, y donde la brutalidad es norma. Y ustedes toleran todo esto. El hospicio de alienados, bajo el amparo de la ciencia y de la justicia, es comparable a los cuarteles, a las cárceles, a los penales.

No nos referimos aquí a las internaciones arbitrarias, para evitarles la molestia de un fácil desmentido. Afirmamos que gran parte de sus internados -completamente locos según la definición oficial- están también recluidos arbitrariamente. Y no podemos admitir que se impida el libre desenvolvimiento de un delirio, tan legítimo y lógico como cualquier otra serie de ideas y de actos humanos. La represión de las reacciones antisociales es tan quimérica como inaceptable en principio. Todos los actos individuales son antisociales. Los locos son las víctimas individuales por excelencia de la dictadura social. Y en nombre de esa individualidad, que es patrimonio del hombre, reclamamos la libertad de esos galeotes de la sensibilidad, ya que no está dentro de las facultades de la ley el condenar a encierro a todos aquellos que piensan y obran.

Sin insistir en el carácter verdaderamente genial de las manifestaciones de ciertos locos, en la medida de nuestra aptitud para estimarlas, afirmamos la legitimidad absoluta de su concepción de la realidad y de todos los actos que de ella se derivan.

Esperamos que mañana por la mañana, a la hora de la visita médica, recuerden esto, cuando traten de conversar sin léxico con esos hombres sobre los cuales -reconózcanlo- sólo tienen la superioridad que da la fuerza.



6. Carta a las escuela de Buda

Vosotros que no estáis en la carne, que sabéis en qué punto de su trayectoria carnal, de su vaivén insensato, el alma encuentra el verbo absoluto, la palabra nueva, la tierra interior. Vosotros que sabéis cómo uno da vueltas en el pensamiento y cómo el espíritu puede salvarse de si mismo. Vosotros que sois interiores a vosotros mismos, que ya no tenéis un espíritu a nivel de la carne: aquí hay manos que no se limitan a tomar, cerebros que ven más allá de un bosque de techos, de un florecer de fachadas, de un pueblo de ruedas, de una actividad de fuego y de mármoles. Aunque avance ese pueblo de hierro, aunque avancen las palabras escritas con la velocidad de la luz, aunque avancen los sexos uno hacia otro con la violencia de un cañonazo, ¿qué habrá cambiado en las rutas del alma, qué en los espasmos del corazón, en la insatisfacción del espíritu?



Por eso, arrojad al agua a todos esos blancos que llegan con sus cabezas pequeñas y sus espíritus bien manejados. Es necesario ahora que esos perros nos oigan: no hablamos del viejo mal humano. Nuestro espíritu sufre de otras necesidades que las inherentes a la vida. Sufrimos de una podredumbre, la podredumbre de la Razón.



La lógica Europa aplasta sin cesar al espíritu entre los martillos de dos términos opuestos, abre el espíritu y lo vuelve a cerrar. Pero ahora el estrangulamiento ha llegado al colmo, ya hace demasiado tiempo que padecemos bajo el yugo. El espíritu es más grande que el espíritu, las metamorfosis de la vida son múltiples. Como vosotros, rechazamos el progreso: venid, echad abajo nuestras viviendas.

Que sigan todavía nuestros escribas escribiendo, nuestros periodistas cacareando, nuestros críticos mascullando, nuestros usureros deslizándose en sus moldes de rapiña, nuestros políticos perorando y nuestros asesinos legales incubando sus crímenes en paz. Nosotros sabemos -sabemos muy bien- qué es la vida. Nuestros escritores, nuestros pensadores, nuestros doctores, nuestros charlatanes coinciden en esto: en frustrar la vida.



Que todos esos escribas escupan sobre nosotros, que nos escupan por costumbre o por manía, que nos escupan porque son castrados de espíritu, porque no pueden percibir los matices, los barros cristalinos, las tierras giratorias donde el espíritu encumbrado del hombre se transforma sin cesar. Nosotros hemos captado el pensamiento mejor. Venid. Salvadnos de estas larvas. Inventad para nosotros nuevas viviendas.





Poema de Princesa Inca (Miembro de Radio Nikosia)

Mirando y mirando entre varios escritos y borradores que tenia guardados y archivados encontré este poema que nos leyeron cuando estábamos haciendo el taller de radio.

Cuando nos lo leyeron por primera vez a mí se me pusieron los pelos de punta y la carne de gallina….

Pedí que por favor me lo fotocopiaran y me lo diesen para tenerlo pues a mí la verdad es que ¡me gusto mucho!

Y ahora al encontrarlo y releerlo de nuevo no me he podido resistir en meterlo aquí en el blog y compartirlo con todos vosotros.

Este poema es de Princesa Inca de Radio Nikosia de la que soy fan y siento admiración por ella y desde aquí le envió un cordial saludo muy fuerte a ella y a todos los nikosianos.

El poema dice así:

Soy Princesa Inca, la reencarnación de una de las muchas que hubo, una princesa inca muy especial, pelirroja y pecosa como soy yo.

Esto, para un psiquiatra, es una paranoia y para muchos, una locura, pero nadie en el mundo puede con certeza definir el limite exacto entre lo real y lo irreal. Para mi hay locuras cotidianas mas graves, la guerra, el abuso, el maltrato, el trabajo, el consumo, la Navidad, el querer estar delgados, el matrimonio, el hablar con los santos, los multimillonarios, la cocaína…

La vida en sí misma es un sinfín de locuras y paranoias globales aceptadas por todos. “Les llame locos, me llamaron loco y ganaron por mayoría” por que no existe el loco sin el otro que lo nombra.

Creo que si la enfermedad mental denomina el sufrimiento de la mente, existe, pero si es una etiqueta para señalar a los diferentes y crucificarles por no seguir la norma, estamos hablando de mecanismos de control en sociedades deshumanizadas y estructuralmente enfermas, generadoras de gente enferma, un sistema psicótico (paranoico) que destruye mentes sensibles. En la presentación del libro de Radio Nikosia dedique este texto a esas mentes:

A TODOS ELLOS

A los que se quedaron dormidos en el nunca,

A los que sueñan sus verdades y se las niegan,

A los que tienen mucho miedo, y lloran por cualquier cosa,

Y se ocultan la cara de vergüenza.

A los timidos, a los solos, a los raros,

A los que dudan y dudan y les llaman inmaduros, débiles.

A los que duermenen la fría cama del psiquiátrico,

A las madres que cogen la mano de su hijo ingresado.

Os digo que no nos vendan verdades, que la verdad no existe,

La verdad y la razón son creaciones del hombre, para doler para medir.

Hay que luchar contra el silencio, y la ignorancia,

Somos personas, no somos enfermos.

¿Quién tiene la verdad absoluta, la realidad absoluta?

…Que la muestre, que la enseñe si puede…

¡Es mentira, mentira, no existe!

A los que llevan cicatrices de haberse rajado las venas,

A los que consiguieron no rajárselas,

A los que les paraliza la angustia,

Les paraliza para ser, amar, soñar.

A los que llaman vagos, idiotas, locos, débiles.

No escuchéis la voz de los que viven solo para afirmar, controlar,

O los que saben a donde van, donde están, quienes son,

Los que llevan la frente alta y no les tiembla la voz.

A los que la ansiedad- la sociedad les hace fumar dos paquetes diarios.

A los que no son sociables, ni aptos, ni lucidos,

Ni extrovertidos, ni empáticos, ni asertivos, ni normales.

A los que nunca superaran un test psicotécnico,

A los que llevan medicación en el bolso y el monedero vacio.

A los que ahora están atados a una cama y no nos oyen,

A los psiquiatras que abrazan a sus pacientes

Y pidieron alguna vez consejo al que llamaron esquizofrénicos.

A los que tenemos certificado de disminución

Y leemos a Lorca y a Nietzsche y lo qwue haga falta.

A los que no soprtaron el túnel y se fueron para siempre,

A los que atravesamos cada dia el túnel agarrados a las paredes negras,

A todos los que saben o quieren escucharnos,

Y no se fian solo de los manuales, libros, tesis, estudios y estadísticas.

A los psicólogos que dan besos.

A los que hemos pasado ya el infierno y el cielo y no queremos volver nunca allí.

A los que roban dolor y devuelven en sonrisas, dice Sabina.

Y sobre todo, a todas esas pupilas dilatadas de tanta química que

Miran aturdidas y absortas pero tienen luz mas hermosas:

“Que no existe locura sino gente que sueña despierta”








A PSIQUIATRAS Y PREDICADORES





No tienes derecho
a decirme si debo o no debo
nadie es más que nadie
ni tus libros me sirven
porque yo tengo los míos

Y hay veces que no hay libros
que la vida es obserbar
y sentir como duele
esa misma vida
en el origen profundo de las venas

dejar que te voltee y te hunda
mirar si tiene la forma olvidada
de una ciudad que visitaste
hace muchos años
y todavía está en tu recuerdo

No tienes derecho
a decirme si soy o no soy
porque ser nadie sabe
que todos nosotros somos miedo y alegría
Y a la vez lluvia y hastío

No tienes derecho a decirme
si sirvo o no sirvo
porque no hay números para el alma

aunque insistan
vendiéndonos y comprándonos
en cada esquina.





FERNANDO PESSOA Portugal 1888-1935

Poeta, ensayista y traductor portugués nacido en Lisboa en 1888.
Es la figura más representativa de la poesía portuguesa del siglo XX. Sus primeros años transcurrieron en Ciudad del Cabo mientras su padrastro ocupaba el consulado de Portugal en Sudáfrica. A los diecisiete años viajó a Lisboa, donde después de interrumpir estudios de Letras alternó el trabajo de oficinista con su interés por la actividad literaria.
La influencia que en él ejercieron autores como Nietzsche, Milton y Shakespeare, lo llevaron a traducir parte de sus obras y a producir los primeros poemas en idioma inglés. Dirigió varias revistas y pronto se convirtió en el propulsor del surrealismo portugués.
"Mensaje" fue su primera obra en portugués y única publicada en vida del poeta. Parte de su obra está representada por los numerosos heterónimos creados durante su vida, siendo los más importantes Alvaro de Campos, Ricardo Reis y Alberto Caeiro.
Falleció en Lisboa en 1935




Autopsicografía

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.

Y quienes leen lo que escribe,
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive
Sino aquél que no han tenido.

Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.

En la gran oscilación...En la gran oscilación
Entre creer y no creer,
El corazón se trastorna
Lleno de nada saber

Y, ajeno a lo que sabía
Por no saber lo que es,
Sólo un instante le cabe
Que es el conocer la fe-

Fe que los astros conocen
Porque es la araña que está
En la tela que ellos tejen,
Y es vida que había ya.

Y ahora les dejo, después de profundizar en las aguas turbulentas de la locura, el dolor, el sufrimiento, la incomprensión, la humillación y la injusticia. Con un mensaje alentador de un gran científico, pero ante todo un excelente HUMANISTA, Albert Einstein, que por cierto, de pequeño le dijo un profesor que no servía para estudiar. Saben que no sacaba demasiadas buenas notas precisamente. Sugiero leer "La Inteligencia Emocional" de Marina.
La CRISIS es la mejor bendición que...
No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederse a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a si mismo sín quedar "superado". Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su proprio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es al crisis de la incompetencia. El problema de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sín crisis no hay desafios, sín desafios la vida es una rutina, una lenta agonia. Sín crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sín crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia do no querer luchar por superarla. Albert Einstein

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