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Paz y Ciencia

jueves, 10 de enero de 2013

La relación terapeuta-cliente es una relación viva

Es una relación de ser a ser. La esencia penetra en el mundo de lo visible a través de la experiencia. Y no hay más existente que lo vivo. La psicoterapia centrada en el cliente es el encuentro vivo, segundo a segundo, de dos "flujos experienciales", es decir, de dos emanaciones.
El del cliente tiene formas múltiples. Al principio no es más que una expresión de sus limitaciones y de sus ganas de vivir. ¿Y el otro flujo experiencial, el del terapeuta? Su base son las "tres actitudes". Pero ¡cuántos afectos lo completan! Es estar tocado por el cliente, quizá no tanto por sus dolores como por esa mezcla de audacia y de miedo que manifiesta para hacerles frente. Es estremecerse por esa tenue llama de vida que nace como un leve rumor y que se puede apagar con una brisa, con una torpeza... Es maravillarse de la inteligencia del cliente para explorarse a sí mismo... Todo esto no se dice, no se muestra; son, no obstante, momentos elevados de amor, intensos y escondidos, donde se combinan la mayor proximidad y la mayor distancia, pues el terapeuta no tiene ninguna otra relación con el cliente más que esta puesta en común, intensa y momentánea, sin posesión, sin esperar ningún reconocimiento a cambio.
Rodrigo Córdoba Sanz
Carl Rogers
Psicoterapia centrada en el cliente
Terapia humanista

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