Para recuperar nuestro verdadero yo e impedir que tengamos una personalidad fragmentada, dividida entre lo que queremos y lo que quieren los demás, es fundamental aprender a cuestionar, con un espíritu crítico y constructivo, nuestros deberes, creencias, expectativas, deseos, actitudes, valores... Necesitamos desestructurarlos, analizarlos y revisarlos para asimilarlos e integrarlos correctamente en nuestra personalidad. Esta es la mejor forma de vivir, guiados por un auténtico protecto de vida personal y no por nuestros introyectos infantiles.
jueves, 3 de enero de 2013
Verdadero Yo
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Rodrigo Córdoba Sanz
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