La psicoterapia centrada en la persona es una "psicoterapia centrada en lo viviente".
He aquí un individuo, cuya esencia es vida y cuya manifestación es movimiento. Él es vida, proceso, crecimiento, como lo es la flor, desde la savia hasta el extremo de los pétalos. El individuo es Vida en su origen íntimo; es esta potencia creadora presente en las profundidades de su flujo subyacente de movimiento, que, a su vez, forman parte de este océano cósmico del que emanan las fuerzas de creación del ser y del universo, del mismo modo que la gota de agua forma el océano.
Es "vida" en su "actualización", en su manifestación, si consiente que esta fuerza de vida original se manifieste a través de él, en los meandros de su existencia. La existencia, por su parte, es del orden de lo fenoménico, de la "realidad": los hechos, lo concreto, lo medible, lo contingente, lo subjetivo, lo cambiante. Es la VIDA la que genera la eclosión permanente de momentos sucesivos que constituyen el hilo de una existencia. Cuando se tiene confianza en ese impulso fantástico que es la vida, en la diversidad infinita que puede adoptar sus formas en el transcurso de una existencia, vivir es evitar bloquear la actualización, lo que sería como levantar una presa en el curso vivaz y agitado de un río. En efecto, la existencia se asemeja a un río impulsado por un soplo creador. Vivir es una creación permanente.
Rodrigo Córdoba Sanz
Carl Rogers
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