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Paz y Ciencia

viernes, 12 de abril de 2013

La mala praxis en la Esquizofrenia

La atención sanitaria que se presta a las personas con esquizofrenia o psicosis resulta vergonzosa, según un informe elaborado por La Comisión sobre Esquizofrenia (The Schizophrenia Comission) del Reino Unido.
Esta Comisión, integrada por un grupo independiente de expertos, pacientes y organizaciones vinculadas a la salud mental -algunas de ellas, como Rethink, promotoras de los informes que favorecieron la implantación del programa Improving Access to Psychological Therapies en este país-, ha evaluado la atención que reciben las personas con esquizofrenia o psicosis a través de los testimonios de los propios pacientes, extrayendo conclusiones a partir de 2.500 entrevistas realizadas a lo largo de más de un año. “Lo que hemos encontrado” –señala el profesor Robin Murray, presidente de la Comisión, en el prólogo del documento- “es un sistema de atención defectuoso y desmoralizador, incapaz de proporcionar un tratamiento de calidad que garantice la recuperación de estas personas. Esto es claramente inaceptable en una Inglaterra del siglo XXI”.
Es más, añade el texto, la atención que habitualmente reciben estos pacientes no sólo no alcanza unos niveles mínimos de calidad, sino que incluso “resulta perjudicial” para su proceso de recuperación, llegando a “empeorar su estado de salud física y mental” – así de tajantes se han mostrado los autores del citado informe, quienes califican algunas prácticas médicas de “bochornosas”.
Según revela el informe, titulado The abandoned illness (La enfermedad abandonada), algunos de los fallos detectados incluyen:
  • La escasa colaboración y toma de decisiones compartidas con los usuarios a la hora de programar el tratamiento.
  • La falta de información a los usuarios acerca de los fármacos que se les prescriben.
  • El manejo inadecuado de la explicación del diagnóstico por parte de los especialistas en salud mental. A este respecto, el informe señala: “los psiquiatras deben ser extremadamente cuidadosos al transmitir el diagnóstico de esquizofrenia, ya que puede generar estigmatización y un pesimismo injustificado en el paciente.
  • La falta de atención a largo plazo a los cuidadores de estos pacientes.
  • La precaria formación de los médicos de Atención Primaria en salud mental.
  • La deficiente implementación de programas de intervención temprana en psicosis.
  • La ausencia de disponibilidad de servicios de tratamiento psicológico para las personas con esquizofrenia y psicosis.
  • La reducida atención a los problemas de salud física que presentan las personas con trastorno mental grave.
  • La falta de programas de apoyo individualizados para la recuperación y mantenimiento del empleo y la vivienda.
  • La escasez de implementación de programas eficaces de prevención de trastorno mental grave en jóvenes.
Tal y como ha señalado Paul Jenkins, presidente de la asociación Rethink, en la presentación del informe: las personas con psicosis deben tener la seguridad de que es perfectamente posible vivir un vida plena después del diagnóstico. Nosotros no tenemos ninguna duda de que esto se puede alcanzar. Han pasado más de 100 años desde que el término esquizofrenia fuera acuñado por primera vez; sin embargo, se ha avanzado muy poco en la mejora de la atención y del tratamiento a estos pacientes. Es un escándalo que en el año 2012 las personas con esquizofrenia fallezcan 15 o 20 años antes que la población general, y que sólo el 7% sea capaz de conseguir un trabajo. Las brechas del sistema están dejando fuera a demasiadas personas, que finalmente acaban en prisión o sin hogar. Una situación así sería inadmisible hoy por hoy para los pacientes con cáncer, ¿por qué las personas con esquizofrenia tienen que soportarla?”.
El informe realiza una revisión detallada de los obstáculos detectados y ofrece 42 recomendaciones para mejorar la atención que se presta a este colectivo.
Tal y como se especifica en el texto, y basándose en la evidencia científica, cuando estas personas reciben una atención temprana, así como centrada en proporcionar estrategias para el reconocimiento y manejo de su problema de salud mental (como es el caso de la terapia cognitivo-conductual), el 45% de los pacientes se recupera totalmente después de uno o más episodios.
Por este motivo, la Comisión sobre Esquizofrenia ha propuesto un proyecto piloto dirigido a mejorar el acceso a los tratamientos psicológicos a las personas con trastorno mental grave, tal y como recomienda el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica del Reino Unido (National Institute for Health and Clinical Excellence, NICE). “Tenemos claro que las personas con problemas de salud mental deben ser tratadas con la misma atención digna y de calidad que cualquier otra persona”, señalan los autores del informe.
Si bien en el Reino Unido, gracias al programa Improving Access to Psychological Therapies, el acceso a estos programas de atención psicológica se había dirigido a los usuarios de Atención Primaria con problemas de ansiedad y depresión, ahora este grupo de estudio, integrado por más de 80 expertos en salud mental y pacientes, solicita su expansión al resto de trastornos mentales (los denominados trastornos mentales graves), dado que la incorporación del modelo de atención psicológica garantiza un mayor compromiso del paciente en el tratamiento, una recuperación más notable y más rápida, una mayor capacidad del paciente para reconocer y manejar sus síntomas y una mejor calidad de vida, en contraposición con el modelo farmacológico habitual, basado exclusivamente en la prescripción de fármacos, donde el paciente juega un papel pasivo.
Con este informe, los autores esperan que las autoridades sanitarias apuesten por tomar medidas eficaces para mejorar el tratamiento que reciben las personas con esquizofrenia o psicosis, actualmente “abandonados” por el sistema. Se trata de una novedosa iniciativa en un país que ha sido pionero en la integración de las intervenciones psicológicas dentro del sistema público de salud, y de salir adelante la petición solicitada, supondrá un ejemplo a seguir para el resto de sistemas de salud públicos, incluido España, donde la atención psicológica juega un papel secundario y reducido, e incluso inexistente para este tipo de pacientes, a pesar de la evidencia científica y de las reclamaciones de los propios usuarios y profesionales de la salud mental.
Las personas interesadas pueden acceder al informe a través del siguiente enlace:
 

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