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Paz y Ciencia

viernes, 12 de abril de 2013

Psicólogos Clínicos, Generalistas e Inventos Varios





COMUNICADO DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE PSICÓLOGOS CLÍNICOS Y SANITARIOS (ANPCS) SOBRE EL MASTER DE PSICÓLOGO GENERALISTA SANITARIO, SUS COMPETENCIAS Y EL ACCESO A LA FORMACIÓN CLÍNICA.
 
Debido a la inminente regulación del Máster en Psicología General Sanitaria (PGS), en los últimos meses asistimos a un cruce de informaciones y presiones interesadas respecto a su contenido, su itinerario y sus competencias, entre la Comisión Nacional de Psicología Clínica (CNPC), el Consejo General de Psicólogos (CGP), la Conferencia de Decanos de Facultades de Psicología y diferentes asociaciones con intereses particulares.
Todo esto en un contexto agravado por tres grandes conflictos que llevan años sin resolverse:
· En primer lugar, el presunto enfrentamiento arrastrado desde hace años entre la Comisión Nacional de la Especialidad de Psicología Clínica (CNEPC) y el Consejo General de Psicólogos (CGP) y las diferentes asociaciones o grupos que apoyan a unos y otros.
· En segundo lugar, la creación del título de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica, puesto que es un título paradójico que intenta dar a los profesionales un carácter de “especialista en todo”, cosa ya de por sí ridícula y sin precedentes en ninguna otra profesión, dejando fuera de la posibilidad de ejercer la clínica a cualquier otro profesional que no obtenga esta “falsa especialidad”.
· En tercer lugar, el problema creado por el desarrollo controvertido y poco claro de la Ley orgánica de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) de 2003, con la consiguiente, a nuestro entender, pésima gestión hecha por la CNEPC de las vías transitoria de acceso al título de especialista en psicología clínica, razón por la cual, esta comisión ha sido denunciada ante los tribunales.
En medio, y como parece ser ya una costumbre en esta profesión, los miles de profesionales que venimos ejerciendo la psicología clínica (sí, hemos dicho “clínica”) desde hace décadas y los nuevos estudiantes, que pagarán la prepotencia e imposiciones de aquellos que con la excusa de defender la profesión y su profesionalidad, en realidad sólo protegen sus propios intereses laborales y económicos que nada tienen que ver con un mejor ejercicio o preparación para ejercer la psicología clínica.
Desde nuestra asociación defendemos dos itinerarios diferentes para el acceso al ejercicio de la Psicología Clínica tanto en el ámbito público como privado: el itinerario Grado – Máster y el itinerario Grado – PIR. La razón de esta posición es que la actual oferta de plazas para la formación PIR es tan ridícula que deja sin posibilidad de formación clínica a más del 90% de los egresados que tienen interés en ejercer como psicólogos clínicos. En tanto esta situación no se subsane hay que garantizar tanto el derecho de acceso a dicha formación como el derecho de ejercer una profesión para la que cualificaría cualquiera de los dos itinerarios.
La lucha actual por las diferencias entre competencias entre el Máster y la formación PIR, es forzada e interesada y se basa sólo en defender la supuesta superioridad de la formación PIR, que daría acceso al título de especialista. Vemos como las partes interesadas en este conflicto se esfuerzan por retorcer y forzar el lenguaje para que, según la postura que se defienda, los futuros “sanitarios” sean “generalistas” que se ocupen de cosas “leves”, reservando aquellas patologías más complicadas a los “especialistas”, dejando claro que ellos están mejor preparados y que la famosa LOPS les ampara puesto que son los “únicos” que pueden diagnosticar y hacer tratamientos. A veces se trata de utilizar un lenguaje ambiguo, otras muy específico, para defender una u otra postura respecto a las competencias del futuro PGS y del “Especialista”.
Como hemos dicho antes, el problema, a nuestro entender, ha sido la creación de una falsa especialidad. Evidentemente creemos que el Máster Generalista Sanitario, debería dar competencias para poder ejercer como psicólogo clínico generalista, tanto en ámbitos públicos como privados en igualdad de condiciones con el actual Psicólogo Especialista en Psicología Clínica (como la figura análoga del médico generalista) y que en un futuro se deberían crear (al igual que se ha hecho en medicina) diferentes especialidades dentro de la clínica. Por ejemplo Psicólogo clínico especialista en psicooncología, psicólogo clínico especialista en salud infanto juvenil, etc.
En este momento, la falsa “especialidad en psicología clínica” sólo es un problema, no es una especialidad, no se puede ser especialista en todo (eso es ser generalista), pero como hoy por hoy, según se ha desarrollado la normativa, los únicos que pueden ejercer la psicología clínica son los “especialistas”, se entiende su interés por defender - con la excusa de una mejor preparación - que solo sean ellos los que puedan trabajar en el ámbito clínico.
En lugar de afrontar el problema de acuerdo a su real magnitud, se adoptan soluciones incompletas que obedecen más a los intereses de unos pocos, los actuales psicólogos especialistas, en perjuicio de una mayoría, aquellos que por un mal hacer de la CNEPC han quedado excluidos del exclusivo círculo de especialistas y los que a partir de ahora se incorporan al mercado laboral y ven como no pueden acceder a una formación especializada en igualdad de condiciones con otros profesionales.
Por eso defendemos un itinerario Grado – Máster que faculte para trabajar como psicólogo clínico generalista, pudiendo evaluar, diagnosticar y tratar todos los problemas que aborda la psicología clínica y de la salud. Todos sabemos que hay profesionales dentro de la psicología que están especializados (aunque no oficialmente, hasta que no se creen las distintas especialidades) en diferentes temas (drogodependencias, adolescentes y niños, trastornos de ansiedad, etc.) y a los que se debe derivar en aquellos casos en que el problema supere nuestros conocimientos o capacidad de atención. Lo que es un sinsentido es que un Psicólogo generalista derive a otro psicólogo generalista, simplemente porque se haga llamar “especialista”. Los que conocemos como funciona la formación PIR, sabemos que los residentes rotan periódicamente durante los tres años de su formación, por diferentes servicios durante períodos que no garantizan el poder identificarlos como especialistas en psicosis o en neurosis o en trastornos de la conducta alimentaria, etc. Son, por tanto, psicólogos clínicos con un nivel de especialidad que no es en absoluto diferente del que se pretende alcanzar con el Máster en Psicología General Sanitaria.
Por otra parte y como consecuencia de los tres conflictos nombrados más arriba, está el problema no resuelto de los miles de psicólogos que ejercían la psicología clínica antes de que se creara la especialidad. Muchos de estos compañeros, por una desinformación de los que se supone son nuestros representantes legales (CGCP), ni siquiera presentaron sus expedientes para su valoración e inclusión en una de las tres vías transitorias contempladas en la LOPS, puesto que se les informó oficialmente que esta medida sólo afectaría a los que ejercían en la sanidad pública. A muchos otros ni siquiera se les dio la oportunidad, porque la CNEPC decidió unilateralmente y en la mitad del proceso de valoración, cambiar los criterios de lo que consideraba psicología clínica o no, dejando a fuera a miles de colegas. Muchos, la mayoría de los que sí pudieron acceder a la valoración, se encontraron con un proceso, a nuestro entender lleno de irregularidades que ante la falta de una respuesta clara de las autoridades, fueron denunciadas en los tribunales. Como consecuencia, miles de psicólogos se han quedado en un limbo jurídico a la espera de que se pronuncien los tribunales o se dé una salida racional y que ponga orden a todo este desaguisado que se viene arrastrando desde hace años.
Con la creación del Máster en Psicología General Sanitaria, se pensó en una especie de “Habilitación” o “resolución extraordinaria” para dar solución a este problema y que todos estos profesionales que ya estaban trabajando antes de la creación de la especialidad, de la LOPS y de la creación de Máster, pudieran seguir ejerciendo aquello que venían haciendo hace años y para lo que, en su día, se ganaron un título que les habilita. Según nuestras últimas informaciones, parece ser que nuevamente se les quiere negar este reconocimiento, suponemos que con un criterio meramente económico y recaudatorio, porque es incomprensible que después de décadas de ejercicio profesional se vuelva a exigir pagar un Máster para poder seguir ejerciendo. Es necesario recordar que no dar salida y solución a este problema, podría dejar en el paro a cerca de 40.000 profesionales, además de volver a promover denuncias y protestas ante los tribunales.
Es indignante y vergonzoso que después de décadas de ejercicio profesional, avalados por miles de pacientes, tengamos que estar luchando por defendernos frente a los intereses creados por un sector de la psicología, extremista y excluyente, que se ampara en una infundada superior preparación y en una falsa especialidad.
Aceptar un itinerario Grado – Máster – PIR, es prolongar más de diez años una formación redundante, excesivamente larga, sin sentido y sin precedentes en nuestro entorno europeo, cuyo único fin es, se disimule como se disimule, acaparar el mercado laboral.
Por todo ello – insistimos - apoyamos el itinerario Grado – Máster o Grado - PIR, como aparentemente propone el Ministerio, pero con idénticas competencias profesionales para los nuevos estudiantes, así como una “habilitación extraordinaria” para los psicólogos que ya ejercían la profesión antes de la creación de la especialidad.

Junta Directiva de ANPCS.
Telf. 629762685 / 606812222
 
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si este blog es democrático debería poder publicar este artículo que al menos considero interesante.
http://www.psicologia-online.com/articulos/2013/psicologo-general-sanitario-en-espana.html