PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

sábado, 27 de abril de 2013

Psicoterapia centrada en el cliente



[...] Raskin, en un artículo inédito, ha proporcionado una vívida descripción de esta versión de la función del consejero.

Existe otro nivel de respuesta del consejero no-directivo que para el autor representa la actitud no-directiva. En cierto sentido, es una meta más que una actitud realmente practicada por los consejeros. Pero, en la experiencia de algunos, es una meta altamente alcanzable, que... cambia la naturaleza del proceso del consejo de una manera radical. En este nivel, la participación del consejero se convierte en una experiencia activa, con el cliente, de los sentimientos que este expresa; el  y realiza un esfuerzo máximo para meterse en el pellejo de la persona con la cual se está comunicando, trata de introducirse dentro y vivir las actitudes expresadas en lugar de observarlas, trata de introducirse dentro y vivir las actitudes expresadas en lugar de observarlas, trata de captar todo matiz de su naturaleza cambiante; en una palabra, trata de absorberse completamente en las actitudes del otro. Y en la lucha por lograrlo, simplemente no hay lugar para ningún otro tipo de actividad o actitud del consejero; si está intentando vivir las actitudes del otro, no puede estar diagnosticándolas, no puede estar pensando en acelerar el proceso. Puesto que él es otro, y no el cliente, la comprensión no es espontánea sino que debe ser adquirida, a través de la atención más intensa, continua y activa, a los sentimientos del otro, hasta el punto de excluir todo otro tipo de atención...

Hemos llegado a reconocer que si podemos proporcionar al cliente la comprensión de la manera como se ve a sí mismo en este momento, él mismo puede hacer el resto. El terapeuta debe dejar de lado su preocupación por el diagnóstico y su agudeza diagnóstica, debe descartar su tendencia a hacer evaluaciones profesionales, debe abandonar sus intentos de  formular un pronóstico exacto, debe renunciar a la tentación de guiar sutilmente al individuo, y debe concentrarse solamente en un propósito: el de proporcionar una profunda comprensión y aceptación de las actitudes asumidas conscientemente por el cliente en ese momento, a medida que explora paso a paso las peligrosas áreas de la conciencia que ha estado rechazando.
Confío en que a través de esta descripción se hará evidente que este tipo de relación puede existir solo si el consejero es profunda y genuinamente capaz de adoptar estas actitudes. El consejo centrado en el cliente, si se pretende que sea efectivo, no puede ser una treta o una herramienta. No es un modo sutil de guiar al cliente mientras se simula que se le permite guiarse a sí mismo. Para ser efectivo, debe ser genuino. Este sensible y sincero "centra.rse en el cliente" en la relación terapéutica es la tercera característica de la terapia no-directiva que se establece separada distintivamente de otros enfoques.

Carl R. Rogers: "Psicoterapia centrada en el Cliente". Paidós, 2010, Madrid. Pp.: 40-41

No hay comentarios: