PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

domingo, 18 de agosto de 2013

Amor Incondicional

[...] El amor incondicional corresponde a uno de los anhelos más profundos, no solo del niño, sino de todo ser humano; por otra parte, que nos amen por los propios méritos, porque uno se lo merece, siempre crea dudas; quizá no complací a la persona que quiero que me ame, quizá eso, quizá aquello -siempre existe el temor de que el amor desaparezca. Además, el amor "merecido" siempre deja un amargo sentimiento de no ser amado por uno mismo, de que solo se nos ama cuando somos complacientes, de que, en último análisis, no se nos ama, sino que se nos usa. No es extraño, entonces, que todos nos aferremos al anhelo de amor materno, cuando niños y también cuando adultos. Cuando adultos, el mismo anhelo es más difícil de satisfacer. En el desarrollo más satisfactorio, permanece como un componente del amor erótico normal; muchas veces encuentra su expresión en formas religiosas, pero con mayor frecuencia en formas neuróticas.

Erich Fromm: "El Arte de Amar".

No hay comentarios: