Cuando nos aferramos a la esperanza para el futuro nos acercamos a la magia y no enfocamos nuestras capacidades y energías en el presente.
Si nos abstenemos de esperar nos dedicamos enteramente al presente y la alegría, que está aquí, a nuestro alcance.
Nadie puede garantizarnos alegría, paz o iluminación. Lo mejor de la vida está en nuestro interior.
Vivir intensamente significa vivir en el presente, al instante en el que todo está ocurriendo.
La esperanza es para el futuro.
martes, 6 de agosto de 2013
Esperanza
Etiquetas:
Budismo zen,
Hacia la paz interior,
Psicoterapia Budista,
Thich Nhat Hanh
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