Observamos aquí los principales fundamentos filosóficos que se oponen a las conductas de afecto entre madre e hijo:
-La maldad intrínseca del recién nacido: un ser caprichoso que abusa de quienes le cuidan y exige cosas que no necesita solo por fastidiar. Solo con una formación represiva adquiere los valores del adulto.
- El niño que necesita llorar. El llanto no es reconocido como síntoma de sufrimiento sino algo malévolo, un chantaje.
- La exigencia de abnegaciòn materna.
- Es por su propio bien.
"Mucho recreo, mucha expansión al aire libre..., pero todo con método, con orden, con medida."
Leopoldo Alas Clarín: Don Urbano
Recomiendo las lecturas de Alice Miller.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta
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