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Paz y Ciencia

lunes, 30 de septiembre de 2013

Difusión de la Identidad y Trastornos de Personalidad: Otto Kernberg

 
 
Qué difícil que es comenzar      a escribir a cerca de la problemática narcisística, cuando en nuestro trabajo nos acercamos las más de las veces a las psicosis y a las neurosis. Cómo poder insertar, a través de la observación, en la psicopatología y en la clínica criterios para detectar con claridad los casos Borderlines.
Cuando se habla de Borderline, hablamos de borde, límites, un mas allá, de modo ajeno y desconocido, una frontera que en un determinado momento, en diversos autores, como ser el caso de Greenson, planteaban la problemática del uso de dicho término: Transición entre neurosis y psicosis, clasificación que hasta ahora entendemos imperfectamente. De aquella época hasta ahora, César Merea sostiene que las enfermedades narcisísticas son actualmente uno de los ejes por donde pasan las mayores diferencias en el campo de la psicopatología y de la clínica, sabemos que hay una gran cantidad de clasificaciones y características clínicas descriptas... para decir que las neurosis narcisísticas las diferenciamos de las psicosis. Norberto Carlos Marucco aplicó dicho término para comprender que estas fronteras marcan un punto de deslinde pero a su vez de confluencia, como una demarcación que une más que separar ya que encuentra manifestaciones que corresponden al narcisismo en toda neurosis transferencia ¿éste seria el punto de confluencia de una multiplicidad de formas y manifestaciones en que el narcisismo podría ser observado.
A nuestro entender existe una gran cantidad de clasificaciones para ubicar estos cuadros y de características clínicas, descriptas por diferentes autores que han trabajado sobre dicho tema como es el caso de Otto Kernberg quien con su claridad mental hace muy apropiada los tres niveles o criterios estructurales para diferenciar la organización de personalidad: nivel neurótico, nivel limítrofe o borderline y nivel psicótico, mediante una observación sistemática y microscópica ayuda a detectar criterios para su utilización en el campo psicoanalítico.
En esta división que Otto Kernberg realiza de las patologías del carácter, considera como fundamental en el nivel neurótico la correspondiente organización del funcionamiento mental basada en una buena integración de la identidad del yo, en imágenes contradictorias del sí mismo y de los demás integradas en concepciones comprensivas es decir que tienen capacidad empática: pudiendo explorar en profundidad aspectos de su personalidad. Otra característica que vamos a encontrar en las organizaciones neuróticas es el criterio de realidad. La capacidad de dicha prueba estará dada por la preservación de la diferencia entre el yo y el no yo, capacidad para evaluarse y evaluar a los demás en forma realista y en profundidad, en forma estructurada, hablar de su relación con las personas importantes para él, de su vida, estudios, trabajo, relaciones sociales pudiendo dar luz de manera integrada sus autoexperiencias subjetivas que las experimentan en forma egodistónicas o ajenas al yo.
En este despliegue se pueden ver predominios de defensas avanzadas y de alto nivel del yo, clásicamente descriptas por Freud, las cuales protegen al neurótico de sus conflictos intrapsíquicos pudiendo mediatizar su conflictiva entre el mundo interno y externo.
En su contrapartida, encontramos la organización psicótica, cuya problemática estaría ligada a develar el vacío estructural dentro de su personalidad. Como dice Jaime Luttenberg: «A la luz de la dinámica de la transferencia comprobamos que aquello que el analizando no puede semantizar verbalmente durante la sesión puede deberse tanto al efecto intrapsíquico de la represión (esfuerzo de desalojo de la conciencia) como a que detrás de la palabra ausente solo hay vacío mental...». El poder discriminar entre estas problemáticas marcaría una diferencia en la postura técnica del analista donde se intentaría, en el caso de la psicosis, con la finalidad de poder organizar esta estructura psíquica que esta ausente. A través de la contratransferencia nos encontraríamos con un material psíquico arcaico, con un predominio de defensas primitiva las cuales surgen ante la amenaza narcisista de disgregación yoica, como ser la proyección masiva como defensa psicótica patognomónica y de bajo nivel. Dicha defensa intentaría evitar el registro de emociones, y la capacidad de poder pensar en éstas. En este proceso se construyen objetos externos
bizarros (alucinaciones y delirio) que condensan el mundo interno del paciente, expresión de sus deseos y ausencia de frustración. ( Bion)
Estos pacientes graves conviven con su patología escindiendo o fragmentando su yo en distintas parcialidades que no interactúan entre sí, dichas parcialidades alojan una concepción mental del mundo interno y externo que resultan incompatibles con las otras, con una perdida del juicio de realidad.
Según Otto Kernberg: «Esta difusión de la identidad se representa por un concepto pobremente integrado del sí mismo y otros significantes que en las estructuras psicóticas se evidenciaría por una falta de diferenciación entre las representaciones del sí mismo y de los objetos, incapacidad para transmitir sus interacciones con los demás no pudiendo empatizar emocionalmente ó expresando una conducta inapropiada, bizarra y desconcertante.
Empezaremos a mencionar las características predominantes del nivel limítrofe o borderline. En primer lugar es necesario tener en cuenta lo dicho por Cesar Merea con respecto a la problemática narcisística:
o es una patología del yo, intrayoica. O entre el yo y los objetos... las patologías narcisísticas muestran hasta que punto los objetos influencian o hacen depender de ellos el equilibrio narcisístico del sujeto... Es una falta o una falla del aporte narcisístico de los padres en tanto somos narcisados por nuestros padres... por falta o falla en esa narcización lleva a la necesidad de autoengendrarse... Esas personas eran queridas por motivos narcisísticos de los padres, estos padres no se fijan en ellos ya sea en alguna parte de ellos o en el todo de ellos por lo tanto los hijos dedican toda la vida a tratar de autoapuntalar su narcisismo de las maneras mas bizarras... Esto es algo que se produce ya en el inicio mismo de las relaciones de objetos... Ellos son su propio ideal en tanto que la renuncia al narcisismo en la infancia sana se produce por obra de la instalación de un ideal... ellos son restituciones de ellos mismos donde se nota poco la escisión del yo a diferencia de las psicosis..."
Propone Rosenfeld que ¿estas personalidades han introyectado en forma omnipotente un objeto parcial, primitivo, totalmente bueno y/o han proyectado en forma omnipotente su propio si mismo hacia dentro de tal objeto negando así cualquier diferencia o separación entre el si mismo y el objeto? Esto permite a dichos pacientes negar cualquier necesidad de dependencia del objeto externo. La dependencia implicaría la necesidad de un objeto amado y potencialmente frustrante que también es intensamente odiado... evitar sentimientos agresivos causados por la frustración y darse cuenta de alguna manera de la envidia. Aquellos objetos externos que el paciente necesita en forma realista son usados a menudo para la proyección en que todas las partes indeseables del paciente...?
El paciente limítrofe, en su estructura posee defensas primitivas como son la identificación proyectiva, la disociación primitiva de aspectos contradictorios de la experiencia de sí mismo, la negación, la fragmentación de afectos... Dicha mecánica defensiva estaría puesta al servicio de los conflictos intrapsiquicos del paciente liberándolo, pero al costo de debilitar el funcionamiento de su Yo, adaptabilidad y funcionalidad en la vida cotidiana. Este debilitamiento traerá como consecuencia la dependencia no consciente y labilidad en el sostenimiento de sus relaciones con los demás en tanto las mismas son caóticas y huecas. Niegan, según Otto kernberg las diferencias entre el si mismo y el objeto, a diferencia de las estructuras psicóticas en donde se encuentra una perdida real de diferenciación entre el sí mismo y el objeto.
En la clínica, el tratamiento con estos pacientes desarrolla un tipo de relación con el terapeuta a la que Rosenfeld llama Analista Lavatorio, relación absolutamente gratificante para el paciente ¿porqué todo lo desagradable se descarga con el analista y el paciente se atribuye a sí mismo todo lo bueno que resulte de la relación?. Esta relación paciente-analista dará lugar a una transferencia terapéutica negativa, ¿voy a jugar al que pierde gana? (Dr. Andre Green)
A menudo estos pacientes fallan en los conceptos comprensivos que el analista le da a las vivencias, vínculos, interacciones, sentimientos tratando de esta manera de destruir las construcciones ofrecidas y dadas por el analista. En este ir y venir el paciente y el analista deben aguantar para poder ir enfrentado la realidad, que ¿les muestra hasta que punto los objetos influencian o hacen depender de ellos el equilibrio narcisístico del sujeto?
Las relaciones intimas se encuentran contaminadas por la condensación de sus conflictos genitales y pregenitales, esto lleva al paciente limite a la dificultad de poder pensar acerca de sí mismos (difusión de identidad: aspectos contradictorios de sí mismo y de los demás pobremente integrados y mantenidos aparte), a la incapacidad de conservar la empatía con los criterios sociales de la realidad, la no-integración de la visión Interna de sí mismo y de los demás, pero manteniendo la prueba de realidad.
Para culminar diremos que las características principales de los trastornos limítrofes se encuentran representadas por la diferenciación de las representaciones objetales del sí mismo, mantenimiento de la prueba de realidad y la falta de integración en la síntesis del sí mismo y de los demás significantes, entendiendo al sí mismo como la suma total de representaciones integradas del sí mismo de todas las etapas del desarrollo "...La integración de las representaciones del sí mismo buenas o malas en un concepto realista del sí mismo que incorpore más que disocie las variadas representaciones componentes del sí mismo es un requisito para la carga libidinal de un sí mismo normal. Este requisito explica la paradoja de que la integración de amor y odio es un prerrequisito de la capacidad para el amor normal" (Otto Kernberg).



http://www.drwebsa.com.ar/emergencias/nro_09/em09_07.htm

Distintas acepciones del término disociación



Etzel Cardeña (1994) propone la siguiente síntesis de las diversas aplicaciones del término disociación en la literatura:

1) Disociación como módulos o sistemas mentales no conscientes o no integrados. No hay una mente unitaria, sino que en algún nivel falta la necesaria integración para que esto suceda. Dentro de esta concepción de disociación pueden encontrarse tres disociaciones:

a) Disociación como la ausencia de percepción consciente de estímulos entrantes o conductas salientes. Estamos escuchando, viendo o sintiendo algo, pero en ese momento no nos damos cuenta. O realizamos una conducta bien aprendida sin mantener un control continuo y consciente de la misma. Una disociación operativa sería conducir en coche, una patológica, la fuga disociativa.
b) Disociación como la coexistencia de sistemas mentales separados que deben ser integrados en la conciencia de la persona, su memoria o identidad. Esto es lo que algunos autores definen como estados mentales o estados del ego. El caso extremo sería el TID, en el cual estos estados mentales llegan a controlar la conducta del individuo, existiendo barreras amnésicas entre un estado y otro más o menos rígidas. Es este concepto el más difícil de asimilar por los profesionales y será en el que más se insistirá. Si no partimos de este mapa conceptual, será imposible entender correctamente los trastornos disociativos más graves y la planificación del tratamiento.
c) Disociación entre la conducta saliente o percepción inconsciente con la introspección verbal que el paciente refiere. El individuo tiene acceso a la conducta o percepción, pero existe una contradicción o inconsciencia.

2) Disociación como una alteración en la conciencia normal, que se experimenta como una desconexión del yo o del entorno. En la desrealización y despersonalización, esta desconexión es cualitativamente distinta de la experiencia ordinaria. Es decir, no se trata de una simple disminución del nivel de conciencia, sino de un cambio en la forma de percibirse a sí mismo o a la realidad circundante.

3) Disociación como un mecanismo de defensa. Sería un rechazo intencional aunque no necesariamente consciente, de información. Esta acepción forma parte del psicoanálisis

Mindfulness en Zaragoza

 
 
NUEVO MASTER PIONERO EN ESPAÑA DE MINDFULNESS

La Universidad de Zaragoza estrenará este curso, entre otros títulos propios, el Máster en Mindfulness, el primer máster que existe en la universidad española sobre esta tendencia psicológica.

El Mindfulness es un movimiento en auge que asegura que la meditación ayuda a prevenir enfermedades psiquiátricas y físicas. Su nombre significa 'atención plena' y cada vez es más utilizado en campos tan variados como el pedagógico, el clínico o el empresarial.

Beneficios demostrados
El Grupo Aragonés de Investigación en Salud Mental en Atención Primaria realizó hace un año un experimento pionero: espectometrías a varios meditadores de larga duración. Esta prueba permite observar los niveles de neurotransmisores en las distintas áreas cerebrales. Los resultados fueron sorprendentes.

Los niveles de glutamato -excitatorio por excelencia del cerebro humano cuyo exceso puede producir dolor y déficit cognitivo- eran notablemente inferiores en estas personas en comparación con los de sujetos normales. Por ello, se piensa que la meditación puede ser una terapia útil para muchas dolencias como fibromialgia, depresión, trastornos obsesivos o psicosomáticos y ansiedad. Además de ser eficaz como terapia preventiva.

En dolencias físicas, el Mindfulness puede ayudar, según los expertos, a evitar problemas cardiovasculares, digestivos y respiratorios. Mientras que en individuos sanos, aumenta la capacidad de concentración y el rendimiento y, en principio, mejora la modulación emocional, es decir, ayuda a afrontar mejor las situaciones de estrés y mejora la empatía y la capacidad de escuchar.

El coordinador del equipo de investigación aragonés que realizó la prueba y director del máster, el psiquiatra Javier García Campayo, afirma que, según los estudios actuales "solo media hora de meditación (o Mindfulness) en días alternos durante tres meses produce mejoras importantes en infinidad de trastornos, tanto físicos como psiquiátricos".

Formar a profesionales
El Mindfulness procede de técnicas orientales de meditación, pero ha eliminado toda reminiscencia religiosa para poder universalizarse y el máster de la Universidad de Zaragoza nace con la intención de formar a profesionales de todos los ámbitos en los secretos de esta tendencia.

"La formación de profesionales en Mindfulness es muy importante y este es el primer máster amplio oficial que existe en la universidad española así que estamos contentos ", valora García Campayo. El innovador máster fue aprobado este viernes en el consejo de Gobierno, tiene un límite de 50 plazas y ya hay 30 personas apuntadas. Veinte de ellas lo cursarán de forma presencial y diez a distancia.

"Está pensado para gente de cualquier profesión. Lo que aporta es conocimiento teórico para su utilización en diferentes campos: tanto pedagógico, como clínico, como empresarial; además de tener una importante carga práctica. Este máster supone un proceso de cambio personal para el individuo que se matricula", expone el psiquiatra aragonés.

Según explica, la práctica de Mindfulness hace que la persona cambie su relación con el mundo: "Hay muchas evidencias científicas de que funciona, de que el cerebro cambia en la gente que practica Mindfulness. La ínsula -parte del cerebro humano relacionada con la forma de gestionar las emociones- está más desarrollada en los individuos que lo practican, más conectada con la corteza cerebral. Está demostrado y se puede observar con una resonancia magnética", asegura Javier García Campayo.

El Mindfulness pretende enseñar a desarrollar lo que se conoce como 'atención plena', a ser "plenamente consciente y aceptar cada momento, sin querer estar en otro diferente, percibiendo y dejando de lado ese diálogo interno continuo, ese rumiar que nos causan las preocupaciones. Enseña que hay otra forma de estar".

El nuevo máster de la Universidad de Zaragoza está también dirigido a ingenieros que apuesten por fomentar la psicoterapia por ordenador o desarrollar aplicaciones móviles relacionadas con la práctica del Mindfulness.

Plegaria contra Putin

Plegaria punk contra Putin.
Nadezhda Tolokónnikova en prisión.. AFP       
Nadezhda Tolokón Nikova en prisión.. AFP
 
La encarcelada integrante del grupo punk ruso Pussy Riot Nadezhda Tolokónnikova, que comenzó el pasado lunes una huelga de hambre en la prisión donde se encuentra, fue trasladada a un hospital, confirmaron las autoridades penitenciarias rusas.

"Por recomendación de los médicos, Tolokónnikova aceptó ser trasladada al hospital para una vigilancia dinámica de su estado de salud", explicó a las agencias rusas un portavoz del Servicio Federal de Prisiones ruso para la república de Mordovia, donde la joven cumple su condena a dos años de prisión.

El marido de la condenada, el conocido activista Piotr Verzílov, saludó la decisión de la administración de la prisión, aunque lamentó que ni él ni los abogados de Tolokónnikova puedan visitarla desde hace tres días por decisión de la dirección del penal, que argumenta su negativa con el mal estado de salud de la interna.

Tolokónnikova, encarcelada por un delito de gamberrismo motivado por odio religioso, denunció esta semana graves casos de violencia en la prisión IK-47 donde cumple la pena y se declaró en huelga de hambre.

Poco después, fue trasladada a una celda de aislamiento por cuestiones de seguridad, tras denunciar amenazas de muerte de compañeras de celda, y más tarde a la enfermería del penal.

En una carta, la joven denunció malos tratos y las torturas que reciben sus compañeras de prisión y, a modo de ejemplo, puntualizó que las reclusas son obligadas a trabajar en un taller de costura 16-17 horas, con apenas cuatro horas diarias para dormir y sólo un día libre en mes y medio.

Condenada a dos años de cárcel, a finales del pasado agosto el tribunal superior de Mordovia rechazó su recurso de libertad condicional.

La otra integrante de Pussy Riot en prisión, María Aliójina, también estuvo en huelga de hambre en mayo en la cárcel de Perm (Urales), en protesta por no poder asistir a la vista judicial sobre la concesión de la libertad condicional.

Ambas chicas fueron condenadas tras escenificar en febrero de 2012 una plegaria punk contra el presidente ruso, Vladímir Putin, en el principal templo ortodoxo ruso.
 
http://www.heraldo.es/noticias/internacional/2013/09/29/trasladan_hospital_lider_pussy_riot_tras_huelga_hambre_251014_306.html

 Las dos mantienen su inocencia e insisten en que su acción en la catedral de Cristo Salvador de Moscú tenía fines políticos y no estaba dirigida contra los creyentes ortodoxos. 

Testimonio: La Autolesión



¿Qué es la Autolesión?
La autolesión consiste en hacerse un daño físico cómo método de alivio al sufrimiento psicológico. A veces el dolor psicológico se hace tan dificil de manejar, que se opta por dañar al cuerpo en un intento de controlar la situación. Esto efectivamente alivia, aunque sea por unos minutos. Las sensaciones que se tienen al momento de autolesionarse depende de cada persona y de la situación que se esté viviendo. A veces puede calmarnos, en otras ocasiones despertarnos. O talvez hacernos sentir "reales", muchas veces es mejor sentir dolor a no sentir absolutamente nada.

Yo comencé a quemarme para controlar la rabia, cuando no podía gritar o sentía que podria dañar a otras personas. Cuando entré a la Universidad comencé a cortarme para mantenerme despierta y también para inspirarme y tener mejores ideas. Había ocasiones en las que si no me cortaba, simplemente no podía terminar mis trabajos. Cuando tenía que hacer un trabajo en la U, simplemente no podía, ya estaba acostumbrada a los cortes, entonces tenía que huir a mi casa. Como resultado, obtuve unas calificaciones horribles. Me sentía muy desilusionada porque en el colegio todos los años obtuve el mejor promedio de notas. Tenía miedo de desilusionar a mis papás, y los cortes se pusieron peor. Finalmente entendí mi problema y decidí contarle a ellos lo que me ocurría. Me retiré de la U, y en un año más entraré a estudiar algo diferente.

Los métodos de autolesión varían mucho de persona a persona: cortes, quemaduras, golpes, etc. Así mismo, también varia la profundidad e intensidad de la lesión. Algunos se hacen cortes muy profundas, otros optan por muchos rasguños en la piel, sin embargo, el tamaño de la herida no se relaciona con el dolor psicologico de la persona, es decir, si alguien simplemente se rasguña, no quiere decir que sufra menos que aquel que se corta profundamente.

Es importante que el autolesionador reciba ayuda psicológica o psiquiatrica, pues en algunas ocasiones puede relacionarse con otros tipos de síndromes, tales como Desórdenes de Personalidad, Desordenes de Ansiedad, Desórdenes Compulsivos o Depresión en otros. Nuevamente, esto es relativo, y no significa necesariamente que quien se autolesiona posea automáticamente alguno de éstos desórdenes, por eso se debe acudir a una persona capacitada para determinarlo.

En la década pasada los estudios indicaban que la mayoría de los autolesionadores eran mujeres, pero estudios más recientes indican que los indices de incidencia masculina son similares a los femeninos. La diferencia radica en que los hombres parecen ocultar el problema, mientras que las mujeres buscan apoyo médico, es decir, se obtiene poca información médica y estádistica sobre los hombres, pero esto no quiere decir que no sean propensos a la autolesión, o que ésta sea una cuestión relacionada específicamente con el sexo femenino.

La autolesión suele desarrollarse entre la pre-adolescencia y la adolescencia, algunos pacientes dicen que van perdiendo la necesidad de lastimarse alrededor de los 30 años, pero esto no quiere decir que la enfermedad termine a esa edad para todos, influye el ambiente de la persona y el hecho de que esté en tratamiento o no. Lo más probable es que si una persona no busca ayuda o no decide detenerse personalmente, no se sane automáticamente. Como cualquier enfermedad, necesita de un proceso de recuperación, y lo más importante, de la misma fuerza de voluntad de quien la padece, así como del apoyo de sus familiares y amigos.

La autolesión afecta mucho al lesionador en su ámbito personal. Quien se autolesiona suele mantenerlo en secreto, ocultando sus cicatricez o dando excusas. El mismo hecho de sufrir psicológicamente hace que sea muy dificil relacionarnos con las personas que nos rodean. A veces un lesionador puede mostrarse muy feliz frente a los demás, ocultando su tristeza o vacio, y nadie se entera del dolor que esa persona padece, por eso mismo enterarse de que algún conocido se autolesiona suele ser muy choqueante.

Al final, la autolesión es un problema que va mucho más allá del mismo autolesionador, pues afecta profundamente a quienes lo rodean. De esta manera, la solución no está solo en las manos del lesionador, pues será muy dificil sanarse si no se cuenta con el apoyo de sus personas más cercanas. No solo el autolesionador debe cambiar su modo de vida, también debe hacerlo su familia o sus amigos. Habrá ocasiones en que por el mismo estado mental del autolesionador, éste no podrá ver las cosas objetivamente, y es en esos casos que se necesita la ayuda del que está sano.

Para poder llegar a una solución, el primer paso es la aceptación de que se tiene un problema, no se puede hacer mucho si el autolesionador no quiere curarse. Es un proceso lento, que requiere mucha paciencia y entendimiento por parte del enfermo y de quienes lo rodean, pero es extremadamente necesario.

STOP-ESTIGMA

Sobre la carencia de ciencia en el DSM, cortesía de una compañera de la asociación STOP-Estigma. Lamentablemente, estos grupos de "afectados" parecen saber menos que los que lo vemos desde el otro "lado de la barrera". Invito a hacer un ejercicio de empatía y sensatez. Rodrigo Córdoba Sanz

domingo, 29 de septiembre de 2013

Sobre el TLP (Dolores Mosquera)

diagnostico-tlp

Autor: Dolores Mosquera
La evaluación y diagnóstico de los trastornos de personalidad es una tarea muy compleja que requiere considerar múltiples aspectos de la vida del individuo y no simplemente las quejas o problemas que presenta la persona.

Sin duda la entrevista clínica constituye el mejor medio para valorar la presencia de un Trastorno de Personalidad. Los profesionales que realizamos la entrevista debemos conocer en profundidad no sólo los diversos criterios diagnósticos de los manuales, sino además cómo hay que abordarlos, qué tipo de preguntas se debe realizar para valorar su presencia e importancia y disponer de los recursos y habilidades necesarias como profesional para abordar diversos aspectos (teniendo en cuenta que el paciente no siempre es consciente de sus problemas y/o no suele estar demasiado predispuesto a hablar de ello con detalle).

En este sentido, señalar que los instrumentos estandarizados de evaluación (tests) y/ o entrevistas estructuradas o semi-estructuradas pueden servir de ayuda para explorar algunos aspectos que en el transcurso de la entrevista diagnóstica no se abordan de un modo explícito (por tiempo basicamente) y para aportar información adicional a mayores pero en ningún caso pueden ser utilizados como el único o principal recurso de evaluación.

Además, hay que tener en cuenta que muchos de los instrumentos estandarizados dan lugar a falsos diagnósticos (tanto positivos como negativos).

Falsos diagnósticos (positivos): es posible diagnosticar como existente un trastorno que no es tal. Esto se debe a que muchos de los elementos contenidos en los criterios diagnósticos (DSM IV y/o CIE-10) apelan a rasgos de personalidad que, en niveles de intensidad baja, se hallan presentes en muchas personas sin problemas aparentes.

Falsos diagnósticos (negativos): es posible porque es muy frecuente la ausencia de conciencia de enfermedad de las personas con TP, lo que les induce a responder negativamente a indicadores de patología en los que no se sienten reflejados o con los que no se identifican (consciente o inconscientemente).

A continuación aparecen los criterios para el diagnóstico del Trastorno Límite de Personalidad (TLP) según el DSM IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales). La presencia de 5 o más puede indicar la existencia de este trastorno:

  • Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginario
  • Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación
  • Alteración de la identidad: auto-imagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable
  • Impulsividad en al menos dos áreas que son potencialmente dañinas para sí mimo (Ej..: gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida..)
  • Comportamientos intensos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación
  • Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (por ej.: episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y raras veces unos días)
  • Sentimientos crónicos de vacío
  • Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (por ej.: muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes)
  • Ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves

Hay que tener en cuenta que hasta cierto punto, todos tenemos estas características, especialmente los adolescentes. Estas características deben de ser de larga duración (años), persistentes e intensas para que se pueda diagnosticar este trastorno.

Es importante recordar que hay que tener cuidado a la hora de hacer diagnósticos propios o a otras personas. Un diagnóstico no debe de estar basado en los contenidos de un folleto informativo, una página web ni de un libro. Si cree que usted o alguien que conoce puede tener este trastorno lo mejor es hablar con un terapeuta cualificado.

Muchas personas con este trastorno pueden tener problemas o preocupaciones adicionales como depresión, trastornos de la alimentación, abuso de sustancias, etc. y puede resultar difícil aislar lo que es el Trastorno Límite de la Personalidad de otros trastornos.

Disociación. Tipos y explicación

 
Disociacion
 
 
¿Que es la disociación?

Disociación es una palabra que se utiliza para describir la desconexión entre cosas generalmente asociadas entre sí. Las experiencias disociativas no se integran en el sentido del yo, dando por resultado discontinuidades en el conocimiento consciente. En la disociación se da una falta de conexión en los pensamientos, memoria y sentido de identidad de una persona. Por ejemplo, alguien puede pensar en un acontecimiento que le trastornaba enormemente y aún así no experimentar ninguna emoción en absoluto. Es lo que se llama embotamiento emocional, uno de los aspectos principales del trastorno de estrés postraumático. La disociación es un proceso psicológico que se encuentra comúnmente en personas que buscan un tratamiento por problemas psicológicos (Maldonado et al., 2002).

La disociación cae dentro de una línea continua de severidad. Por ejemplo, una disociación leve sería quedarse absorto leyendo un libro y no darse cuenta de lo que sucede alrededor, o cuando estás conduciendo por una carretera familiar y te das cuenta de que no recuerdas los últimos kilómetros porque tu mente estaba "en otra parte" mientras tu cuerpo se encargaba de conducir. Estos síntomas no se consideran patológicos y caen dentro de la normalidad. Reciben el nombre de abstracción hipnótica. Una forma más severa y crónica de disociación puede verse en el trastorno de identidad disociativo, antes llamado trastorno de personalidad múltiple, y otros trastornos disociativos que iremos viendo a lo largo de estas páginas.

La disociación puede afectar a la subjetividad de una persona en forma de pensamientos, sentimientos y acciones que parecen no provenir de ninguna parte, o se ve a sí misma llevando a cabo una acción como si estuviera controlada por una fuerza externa. (Dell, 2001). Por lo general, una persona se siente "controlada" por una emoción que no parece tener en ese momento. Por ejemplo, puede sentir repentinamente una tristeza insoportable, sin una razón evidente, y después esa emoción desaparece de la misma manera que llegó. O bien, una persona puede encontrarse a sí misma haciendo algo que no haría normalmente pero incapaz de detenerse, como si alguien le estuviera obligando a hacerlo. Esto se describe a veces como la experiencia de ser un "pasajero" en su propio cuerpo, más que el conductor.

Hay cinco maneras principales mediante las cuales la disociación de procesos psicológicos cambia la manera en que una persona experimenta la vida: despersonalización, desrealización, amnesia, confusión de la identidad, y alteración de la identidad. Se sospecha de la existencia de un trastorno disociativo cuando se da cualquiera de las cinco características.
 
Despersonalización

Despersonalización es la sensación de estar separado, o fuera del propio cuerpo. Sin embargo, algunas personas hablan de una profunda alienación de sus cuerpos, la sensación de que no se reconocen en el espejo, no reconocen su cara, o simplemente, no se sienten "conectados" con sus cuerpos de maneras que son difíciles de expresar con palabras (Frey, 2001; Guralnik, Schmeidler, Y Simeon, 2000; Maldonado et al., 2002).


Desrealización

Es la sensación de que el mundo no es real. Algunas personas explican que el mundo parece falso, brumoso, lejano, o como si lo vieran a través de un velo. Otras dicen ver el mundo como si estuvieran fuera, o como si vieran una película (Steinberg, 1995).
Amnesia disociativa

La amnesia se refiere a la incapacidad para recordar información personal importante que es tan extensa que no es debida al olvido ordinario. La mayoría de las amnesias típicas de los trastornos disociativos no suelen ser del tipo de la fuga disociativa, donde las personas recorren largas distancias y de repente se dan cuenta de que no saben dónde están ni cómo llegaron allí. Por el contrario, la mayoría de las amnesias consisten a menudo en el olvido de un acontecimiento importante, por ejemplo, una boda, o una reunión social, o un periodo de tiempo, que puede abarcar minutos o años. Más típicamente, se producen micro-amnesias, en las que no se recuerda una discusión, o el contenido de una conversación se olvida de un momento a otro. Algunas personas afirman que este  tipo de experiencias las dejan a menudo luchando por recordar de qué estuvieron hablando. Mientras tanto, esta persona intenta no dejar que su interlocutor se dé cuenta de que no tiene ni idea de lo que se ha estado diciendo.


Confusión de la identidad y alteración de la identidad

La confusión de la identidad es un sensación de confusión respecto a quién es uno mismo. Por ejemplo, cuando una persona siente excitación y una emoción positiva mientras está realizando una actividad (por ejemplo,  conducción temeraria, uso de drogas) que por lo general le resulta desagradable. La alteración de la identidad es la sensación de ser marcadamente diferente de otra parte de su ser. Así, una persona puede cambiar a una personalidad diferente, sentirse confusa, y preguntar a su terapeuta, "¿Quién eres tú, y qué hago yo aquí?" Además de estos cambios observables, la persona puede experimentar distorsiones del tiempo, lugar, y situación. Por ejemplo, en el curso de un descubrimiento inicial de la experiencia de la alteración de la identidad, una persona puede creer incorrectamente que es cinco años mayor, que está en la casa de su niñez y no en el despacho de su terapeuta, o temer que una persona fallecida a la que teme aparezca de un momento a otro (Fine, 1999; Maldonado et al., 2002; Spiegel Y Cardena, 1991; Steinberg, 1995).

Más a menudo, pueden observarse formas más sutiles de alteración de la identidad cuando una persona utiliza diferentes tonos de voz, forma de hablar, o expresiones faciales. Éstos cambios pueden estar asociados a un cambio en la forma de ver el mundo del paciente. Por ejemplo, durante una discusión sobre el miedo, un cliente puede sentirse inicialmente joven, vulnerable, y asustado, seguido por un cambio repentino a un estado de hostilidad y crueldad. La persona puede expresar confusión sobre sus emociones y percepciones, o puede tener dificultades para recordar qué acaba de decir, incluso aunque no diga ser una persona diferente o tener otro nombre.

El paciente puede ser capaz de confirmar la experiencia de una alteración de la identidad, pero a menudo la parte de sí mismo que se presenta a terapia no es consciente de la existencia de estados disociados. Si se sospecha de una alteración de la identidad, puede confirmarse al observar amnesia para el propio comportamiento, cambios de humor, cambios en los patrones de discurso, lenguaje corporal, conducta y relación con el terapeuta.

¿Cuál es la causa de la disociación y de los trastornos disociativos?

La investigación tiende a indicar que la disociación procede de una combinación de factores ambientales y biológicos. La probabilidad de que una tendencia a disociar sea heredada se considera que es de cero (Simeon et al., 2001). Por lo general, el abuso repetido físico y/o  sexual en la infancia y otras formas de trauma se asocian al desarrollo de los trastornos disociativos (Putnam, 1985). En el contexto de un trauma crónico y severo en la niñez, la disociación puede ser considerada adaptativa porque reduce el intenso dolor emocional creado por el trauma. Sin embargo, si la disociación continúa utilizándose en la edad adulta, cuando el peligro original ya no existe, puede ser disfuncional. El adulto que disocia puede desconectar automáticamente de las situaciones que percibe como peligrosas o amenazantes, sin tener tiempo para determinar si existe un peligro real. Esto deja a la persona fuera de contacto en muchas situaciones de la vida diaria, e incapaz protegerse en momentos de peligro real.

La disociación puede también ocurrir cuando ha habido negligencia severa o abuso emocional, incluso cuando no ha habido abuso físico o sexual ostensible (Anderson y Alexander, 1996; Del oeste, Adán, Spreng, Y Rose, 2001). Los niños pueden también disociar en las familias en las que los padres son amenazadores, imprevisibles, disocian ellos mismos, o utilizan un estilo de comunicación altamente contradictorio (Blizard, 2001; Liotti, 1992, 1999a, b).

El desarrollo de desórdenes disociativos en la edad adulta parece estar relacionado con la intensidad de la disociación durante el acontecimiento traumático real; la disociación severa durante la experiencia traumática aumenta la probabilidad de la generalización de tales mecanismos tras el acontecimiento.

El trauma repetido en la niñez aumenta perceptiblemente la probabilidad de desarrollar trastornos disociativos en la edad adulta. (International Society for the Study of Dissociation, 2002; Kisiel & Lyons, 2001; Martinez-Taboas & Guillermo, 2000; Nash, Hulsey, Sexton, Harralson & Lambert, 1993; Siegel, 2003; Simeon et al., 2001; Simeon, Guralnik, & Schmeidler, 2001; Spiegel & Cardena, 1991).
Problemas para manejar las emociones

Uno de los problemas principales para la persona con un trastorno disociativo es la alteración de la regulación de las emociones; es decir, la dificultad para tolerar y manejar experiencias emocionales intensas. Este problema procede en parte de haber tenido pocas  oportunidades de aprender a calmarse a sí mismos o modular sus emociones, debido al hecho de criarse en una familia abusiva o negligente, donde los padres no enseñaron estas habilidades. Los problemas en el manejo de las emociones se componen de la intrusión repentina de recuerdos traumáticos y de las emociones abrumadoras que los acompañan (Metcalfe y Jacobs, 1996; Rauch, van der Kolk, Fisler, Alpert, Orr et al., 1996).

La incapacidad para manejar emociones intensas puede desencadenar un cambio en el estado del yo, desde un estado de ánimo a otro. La despersonalización, la desrealización, la amnesia y la confusión de la identidad pueden considerarse esfuerzos de autorregulación cuando la regulación de las emociones falla. La despersonalización (o verse a sí mismo como si estuviera fuera de su propio cuerpo), por ejemplo, es un modo de no estar presente mientras se está siendo sometido a un acto de abuso o crueldad insoportable. Como última alternativa de una mente abrumada para escapar del miedo cuando no hay escapatoria, una persona puede, inconscientemente, adaptarse creyendo que es alguien diferente. Así, la experiencia traumática que la persona no se ve capaz de afrontar ni de admitir, queda en un compartimento aislado de su mente, desconectado del resto, y desarrollándose de un modo independiente con cada repetición del trauma hasta dar lugar a una personalidad diferente. No es raro que una de las personalidades sea agresiva y sienta ira y desprecio hacia la personalidad víctima, a quien considera débil, cobarde y merecedora del castigo. Esta personalidad airada ha observado a la víctima desde fuera sin sentir nada hacia ella. Por eso, uno de los pasos principales para la integración de esta personalidad pasaría por lograr que sienta compasión por la víctima y empatía hacia ella. La aproximación terapéutica requiere ayudar a construir la confianza en la capacidad de una persona para tolerar sus emociones, aprender, y crecer como persona.

Tipos de trastornos disociativos

Hay cuatro categorías principales de trastornos disociativos:

Amnesia disociativa, fuga disociativa, trastorno de identidad disociativo, y trastorno de despersonalización.

La amnesia de disociativa (amnesia psicógena) se caracteriza por una incapacidad para recordar información personal importante, generalmente de una naturaleza traumática o estresante, que es demasiado amplia como para ser explicada por el olvido ordinario. Es la más común de todos los trastornos disociativos, y puede verse con frecuencia en las salas de emergencia de los hospitales (Maldonado et el al., 2002; Steinberg et al., 1993). Además, la amnesia disociativa se asocia a menudo a otros trastornos psicológicos (por ejemplo, trastornos de ansiedad, otros trastornos disociativos). Los individuos que sufren de amnesia disociativa son generalmente conscientes de su pérdida de memoria, la cual suele ser reversible debido a que los problemas de memoria se dan en el proceso de recuperación, no en el proceso de codificación. La duración del trastorno varía desde algunos días a varios años.

La fuga disociativa (fuga psicógena) se caracteriza por un viaje repentino e inesperado lejos del hogar o del trabajo, acompañado por una incapacidad para recordar su pasado y confusión sobre la identidad personal o la asunción de una nueva identidad. Estas personas son vistas como normales por los demás. És decir, su psicopatología no es obvia. No suelen ser conscientes de su pérdida de memoria

El trastorno de despersonalización se caracteriza por una sensación persistente o recurrente de estar separado de los propios procesos mentales o del propio cuerpo. Las personas que padecen este trastorno dicen sentirse como si estuvieran mirando sus vidas desde fuera de sus cuerpos, como si vieran una película.

A menudo informan de problemas de concentración, memoria y percepción (Guralnik et al., 2001). La despersonalización debe ocurrir independientemente del trastorno de identidad disociativo, trastornos por abuso de sustancias y esquizofrenia (Steinberg et al., 1993).

El trastorno de identidad disociativo (conocido anteriormente como trastornos de personalidad múltiple) es la manifestación más severa y más crónica de la disociación, caracterizado por la presencia de dos o más estados de personalidad o identidades diferentes  que, recurrentemente, toman el control del comportamiento del individuo, acompañado por una incapacidad para recordar información personal importante que es demasiado amplia para ser explicada por el olvido ordinario. Ahora se sabe que estos estados disociados no son personalidades totalmente formadas, sino más bien representan un sentido de la identidad fragmentado. La amnesia asociada típicamente a este trastorno es asimétrica, es decir, las diferentes personalidades recuerdan aspectos diferentes de la información autobiográfica. Suele haber una personalidad principal que se identifica con el nombre verdadero del cliente. Por lo general,  la personalidad principal no está enterada de la presencia de las demás. Las diferentes personalidades pueden jugar papeles distintos al hacer frente a áreas problemáticas. Suelen aparecer un promedio de 2 a 4 identidades en el diagnóstico, con un promedio de 13 a 15 personalidades que emergen durante el curso del tratamiento (Coons, Bowman y Milstein, 1988; Maldonado et al., 2002). Los acontecimientos ambientales suelen desencadenar el cambio repentino de una personalidad a otra.

Trastorno disociativo no especificado. Incluye los trastornos disociativos que no satisfacen totalmente los criterios diagnósticos  para ninguno de los trastornos mencionados. En la práctica clínica, éste parece ser el diagnóstico más habitual.
Prevalencia de los trastornos disociativos

Algunos estudios indican que la disociación ocurre en un 2-3 % de la población en general. Otros estudios han estimado un índice de prevalencia del 10% para todos los trastornos disociativos (Loewenstein, 1994). La disociación puede darse en formas agudas o crónicas. Inmediatamente después de un trauma severo, la incidencia de fenómenos disociativos es bastante alta. Aproximadamente el 73 % de las personas expuestas a un incidente traumático experimentarán estados disociativos durante el incidente o durante las horas, días o semanas posteriores. Sin embargo, para la mayoría de las personas estas experiencias desaparecerán por sí mismas en algunas semanas.
  • Amnesia disociativa: no se conoce la prevalencia exacta.
  • Fuga disociativa:0,2 % de la población general. Esta prevalencia se considera más alta durante periodos de estrés extremo.
  • Trastorno de identidad disociativo. Entre el 0,1 y el 1 %. En pacientes psiquiátricos la prevalencia oscila entre el 5 y el 10 %
  • Trastorno de despersonalización. No se conoce la prevalencia exacta pero algunos investigadores lo consideran el tercer trastorno psicológico más frecuente después de la depresión y la ansiedad.
http://www.trastornolimite.com/Otros-Trastornos-y-Enfermedades/disociacion-y-trastornos-disociativos

Desapego

 
 
 
Las cinco prácticas del desapego
 
 
1. Independizarse psicológicamente: eso significa prescindir del vínculo de apego y dejar de ser prisionero de lo que te ata. ¿Qué podemos hacer? Decirnos: "Si logro estar sin ti, habrás perdido todo el poder sobre mí y, en consecuencia, seré libre". Cuando seas capaz de decir honestamente: "Ya no me interesas", habrás recuperado el poder.
 
2. No estar donde te quieren o te hacen daño: Supongamos que no te han invitado a una reunión de personas que aprecias. Una reflexión adecuada sería: "Me incomoda que no me hayan tenido en cuenta, pero no dejaré que esto afecte a mi vida". No digo que el rechazo no te afecte en absoluto, lo que sostengo es "¿por qué?" o "qué he hecho mal" son pensamientos intrusivos que te lastiman. Que tu pensamiento repita: "No merecen estar conmigo quien no me quiera".
 
3. Ver la abstinencia Como un sufrimiento útil: dejar de recibir la dosis diaria de nuestras adicciones preferidas descompensa el organismo y lo altera. Para ser libre en lo emocional, no hay que matar al amo, basta con quitarle el poder psicológico que mantiene sobre ti alejándote mentalmente. "No me importas, no te necesito". Ni asco, ni rabia. "No eres conveniente para mi vida".
 
4. Hacer listas de liberación personal: Estos registros te permitirán adquirir fuerza interior y ponerte a prueba. Por ejemplo, haz una lista de dependencias irracionales, ordénalas por grado de dificultad y comienza a actuar: llevar el coche al mecánico, tomar decisiones acerca de visitar al médico o alguna compra pendiente. Aduéñate de tus decisiones.
 
5. La mayoría de las veces son problemas sencillos del día a día, que sin embargo hay que afrontar, resolver o quitarles importancia, como quedarse sin agua caliente: la preferimos, pero con un mínimo de esfuerzo podemos vivir sin ella. Se puede hacer con cualquier otra necesidad irracional: afrontarla e intentar prescindir de ella, a ver qué ocurre. "Puedo estar sin ti", de verdad, y sin excusas.
 
 

Cenicienta



Cenicienta es una pobre muchacha que vive con su malvada madrastra y sus hijas. Ella y sus odiosas hermanastras le obligan a realizar duras tareas del hogar propinándole todos los malos tratos de que son capaces. Un día llega la noticia de que el príncipe organiza un baile al que todas las muchachas del pueblo están invitadas. Todos irán a la fiesta; todas, menos Cenicienta, claro. Aunque se lo permitieran, ¿cómo podría asistir vestida con esos roídos y cenicientos harapos que le dan su nombre?
Cuando las tres mujeres parten y la muchacha se queda sola, mágicamente aparece el hada madrina para ayudar a Cenicienta. ¿Y qué es lo que hace? La viste. Hace aparecer un hermoso vestido, unos delicados zapatitos de cristal y algunos accesorios (el carruaje y el resto de la parafernalia). Todos conocemos cómo continúa el cuento: Cenicienta va al baile y el príncipe cae rendido ante su hermosura. Pero se hace tarde y suenan las campanas de medianoche. Todo el atuendo está a punto de desaparecer y Cenicienta teme que el príncipe la vea como realmente es. La muchacha huye, por supuesto, dejando tras de sí un zapatito de cristal.
El príncipe encuentra el zapato olvidado y se propone encontrar a la misteriosa y bella muchacha del baile. Una a una, las jóvenes del pueblo son convocadas para probarse el zapato de cristal, cuando el pie de Cenicienta encaja a la perfección en él, el príncipe la reconoce: "eres tú", le dice: "Tú eres la muchacha del baile". Se casan y viven felices para siempre

No dudo de que el proceso continuo y profundo de trabajar las raíces de la falta de valoración de uno mismo y la exploración interna de la fuente donde nace ese cierto desprecio de los propios recursos es el mejor camino. Pero sostuve y sostengo que si en un encuentro único con alguien que yo valoro, en una experiencia útil e intensa, viendo una película motivadora, hojeando un buen libro, y hasta leyendo un artículo como este, alguien se asoma a su mejor autoestima, aunque sea durante un instante, lo que sigue, estoy seguro, nunca será igual.

Jorge Bucay

El Antisocial y el Psicópata



En el libro "Personalidades Violentas", de Enrique Echeburúa comenta que las personalidades antisociales son extravertidas e inestables emocionalmente y se caracterizan por la hostilidad, la rebeldía social y la ausencia de conductas emocionales de miedo ante el castigo y las situaciones arriesgadas, así como por los comportamientos impulsivos, la baja tolerancia a la frustración y la dificultad para la demora del reforzamiento. También señala que si el estilo cognitivo de estas personas está caracterizado por la pobreza de planificación y juicio y por la tendencia a proyectar culpas en los otros sin asumir los propios errores, así como por una falta de conciencia ante los valores y normas morales. Por otra parte, en el mismo libro, Paz del Corral comenta que los rasgos nucleares del trastorno antisocial de la personalidad son los comportamientos impulsivos, sin reparar en las consecuencias negativas de las conductas, la ausencia de responsabilidades personales y sociales, con déficits en la solución de problemas, y la pobreza sentimental, sin sentimientos de amor ni culpabilidad. También comenta que, como consecuencia de todo ello, estas personas carecen del mínimo equipamiento cognitivo y afectivo necesario para asumir los valores y normas morales aceptados socialmente.

En la personalidad psicopática no suele haber esta pobreza de planificación y juicio, pues además de planificar con mucho detalle (en los casos extremos de asesinos en serie algunos incluso seleccionan y estudian a la/s víctima/s¨), saben perfectamente lo que está "bien" y lo que está "mal". En lo referente a la impulsividad, creo que el que seleccionen y estudien a una víctima potencial y se planteen el lugar y momento idóneo para llevar a cabo su plan anula el componente impulsivo, pues, si son capaces de elegir el momento y no actuar cuando la situación no es óptima, tienen la capacidad para frenar la conducta. La realidad es que las personalidades psicopáticas son conscientes de las repercusiones de su conducta, pero simplemente no les importa porque prima su gratificación frente a todo lo demás y, en muchos casos, esta gratificación depende en gran medida del sufrimiento ajeno.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Fatiga crónica



Científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el Institut d´Investigació Germans Trias i Pujol han liderado un estudio, publicado en el Journal of Translation Medicine, que ha identificado ocho moléculas que podrían mejorar el diagnóstico del Síndrome de Fatiga Crónica. Desde los años 90, un campo de investigación se ha centrado en su relación con el debilitamiento del sistema inmunitario, ya que en muchos pacientes el inicio de los síntomas coincide con infecciones víricas y una mayor sensibilidad a determinadas infecciones. Los investigadores compararon más de 100 características del sistema inmunitario de personas con SFC y personas con SFC y personas sanas, e identificaron ocho moléculas alteradas, tanto en los linfocitos T (células encargadas de coordinar la respuesta inmunitaria) como en los NK (las que destruyen células malignas.

Modelos teóricos sobre disociación

Modelos Teóricos sobre Disociación

Un modelo teórico integrador: El concepto de disociación somatoforme

Este concepto se inicia en la psiquiatría francesa del siglo XIX. En esta época muchos autores se centraron sobre todo en las manifestaciones somáticas de la histeria (Nijenhuis, 2000). Durante la primera guerra mundial se describieron muchos casos de disociación somatoforme entre los soldados traumatizados (Van der Hart, 2000).
Nijenhuis señala que aunque la disociación somatoforme y la psicológica son manifestaciones de un mismo fenómeno subyacente, no son completamente superponibles. La disociación somatoforme está más asociada con maltrato físico y abuso sexual, ya que ambos amenazan la integridad del cuerpo.
Dentro del concepto de disociación somatoforme se incluyen tanto síntomas negativos (anestesia, analgesia e inhibiciones motoras) como positivos (dolor localizado, convulsiones, síntomas somáticos intrusivos). Esta diferenciación ya había sido establecida por Janet, que los denominó estigmas y accidentes mentales.
 

El modelo Estructural de Disociación

Van der Hart (2000) propone el concepto de lo que denomina “Disociación Estructural”. Recoge la distinción de Myers entre personalidad aparentemente normal (PAN), que se encarga de llevar adelante la vida cotidiana y personalidad emocional (PE), que contiene lo asociado con el trauma. Esta división está presente en cualquier trastorno derivado del trauma, desde el Trastorno por Estrés Postraumático al TID, constituyendo lo que los autores denominan Disociación Primaria. Cuanto más complejo es el trastorno disociativo (el extremo de mayor gravedad del espectro postraumático sería el TID), más se van fragmentando la PE (Trastorno Disociativo No Especificado) y la PAN (TID).
Las concepciones recientes de los trastornos disociativos o de conversión generalmente enfatizan los síntomas de disociación somatoforme negativa, que implica una pérdida más o menos permanente de funcionalidad en la PAN: pérdidas de memoria, sensaciones, funciones perceptivas o motoras. En cambio la PE se caracteriza más bien por reexperimentaciones sensorimotoras traumaticas, que se experimentan como intrusiones por la PAN.
 

El Modelo BASK

Entre los modelos teóricos de disociación uno de los más relevantes es el modelo BASK (Braun, 1988a, 1988b). Las iniciales corresponden a Behavior (conducta), Affect (afecto), Sensation (sensación somática), Knowledge (conocimiento). Según este modelo la información es procesada a lo largo de estos 4 ejes y un funcionamiento integrado requiere que todos ellos estén presentes de modo sincrónico. La disociación ocurre cuando alguno de estos elementos está desconectado del resto. Por ejemplo: un individuo puede tener una reacción emocional sin entender a nivel cognitivo por qué se produce. O a la inversa: tener un conocimiento racional de una situación, que no se corresponde con su respuesta emocional. Con las sensaciones ocurre lo mismo: una persona siente que algo le aprieta la garganta y esta puede ser el único componente de una experiencia previa de agresión a la que puede acceder.

El Modelo SIBAM de Peter Levine

Otro modelo propuesto por Levine (1997) es el SIBAM. Este modelo enfatiza los aspectos somáticos de la respuesta traumática, que según el autor se compone de distintos elementos: Sensaciones (respuestas kinestésicas y propioceptivas), Imágenes (representaciones internas de estímulos externos incluyendo los visuales, auditivos, tactiles, gustatorios y olfatorios), Conductas (voluntarias e involuntarias, incluyendo las gestuales, emocionales, posturales, autonómicas y arquetípicas), Afectos (incluye la emoción pero es más amplio) y Significado (incluye pero es más extenso que cognición, pensamiento y conocimiento). Levine, a partir de este modelo conceptual, propone un tipo de terapia centrado primordialmente en la sensopercepción, insistiendo en la diferencia entre esta y la emoción. Enseñando al individuo a ser consciente de su sensopercepción y permitiendo al cuerpo procesar los elementos traumáticos, el trauma se resolvería. Según Levine, los animales, al no intentar controlar desde lo racional o emocional las percepciones somáticas básicas, conservarían su capacidad de autocuración del trauma. En los seres humanos esta capacidad se perdería debido al intento de “controlar” la sensopercepción, que quedaría de este modo bloqueada y generaría la patología postraumática. En esta misma línea están las teorías y propuestas terapéuticas de Scaer (2001), así como los modelos terapéuticos de Roschild (2000) y Odgen.
 

"El Yo atormentado": Disociación Estructural

 
Rodrigo Córdoba Sanz: Quiero hacerles una recomendación, se trata del "Yo atormentado", la disociación estructural. Un libro "terrible" de leer porque versa sobre un asunto sumamente duro, también corriente en las consultas. Podríamos decir que trata de la disociación estructural de la personalidad. Se trata de una herramienta de un pionero y su equipo sobre la disociación. Está presente en síndromes del eje I como el TEPT o el TID y del eje II, como el TLP.
 
 
 
La vida es una lucha constante para los pacientes con traumatización crónica. Habitualmente presentan una amplia variedad de síntomas, lo que puede hacer de su evaluación y tratamiento una labor complicada y desconcertante para el terapeuta. Muchos de ellos presentan problemas sustanciales en el ámbito de la vida cotidiana y de las relaciones. Su sufrimiento se relaciona esencialmente con un pasado terrible y doloroso que les atormenta. No es de extrañar, pues, que muchas de las víctimas de traumatizaciones crónicas manifiesten escaso o ningún avance. En este libro, tres importantes investigadores y profesionales comparten lo que han aprendido a raíz de tratar y estudiar a personas crónicamente traumatizadas a lo largo de más de 65 años de experiencia colectiva. Sobre la base de la teoría de la disociación estructural de la personalidad, combinada con la psicología de la acción de Pierre Janet, los autores han elaborado un modelo de tratamiento por fases que se concentra en la detección y el tratamiento de la disociación estructural y las acciones mentales y conductuales desadaptativas asociadas. La base de este modelo consiste en ayudar a los pacientes a aprender acciones mentales y conductuales más eficaces que les permitan llevar una vida más adaptada y superar su disociación estructural. Los profesionales, los estudiantes de psicología clínica y de psiquiatría, los investigadores y todas aquellas personas interesadas en los adultos que han sido víctimas de malos tratos y abandono emocional crónico durante la niñez, encontrarán en el texto intuiciones e instrumentos útiles que pueden contribuir a que el tratamiento sea más eficaz a nivel terapéutico y más tolerable para el paciente doliente. Onno van der Hart es profesor de psicopatología de la traumatización crónica en la Universidad de Utrecht, Holanda. Fue presidente de la Sociedad Internacional para el Estudio del Estrés Traumático. Ellert R. S. Nijenhuis es psicólogo clínico, psicoterapeuta e inves-tigador. Fue director del consejo ejecutivo de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Disociación. Kathy Steele es directora clínica de los Servicios Psicológicos Metropolitanos, centro de formación y de psicoterapia de bajo coste de Atlanta, Georgia.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Sentidos denotativos de la palabra Disociación



1. La palabra se emplea en la literatura para designar conceptos diferentes que incluyen síntomas, mecanismos psíquicos y trastornos mentales.

2. Existen términos como el de "conversión" que se mantienen en el DSM como una herencia de la tradición psicoanalítica, pero que no encajan en una clasificación ateórica no basada en el modelo psicoanalítico.

3. Las clasificaciones internacionales se basan en la descripción clínica de síntomas y no en el mecanismo etiopatogénico. Por ello hay trastornos conectados por su etiopatogenia. Por ello hay trastornos conectados por su etiopatogenia, como el trastorno de estrés postraumático, los trastornos disociativos y conversivos y los trastornos por somatización, que están clasificados en distintos capítulos. Esto no facilita a los profesionales una comprensión global de los fenómenos psíquicos.

4. La dualidad mente-cuerpo propia del pensamiento médico-científico occidental ha llevado a separar trastornos muy ligados, como los trastornos somatomorfos, conversivos y disociativos, basándose únicamente en que la sintomatología se expresa a través del cuerpo o de funciones psíquicas.

5. Algunos autores hablan de la disociación como un fenómeno normal, estableciendo un continuum que va desde la disociación cotidiana y adaptativa hasta el otro extremo, donde estaría el trastorno de identidad disociativo. Otros consideran la disociación como un mecanismo patológico.

6. El concepto de disociación que estamos acostumbrados a manejar implica una disminución o estrechamiento de la conciencia. En esta concepción nos encajan bien síntomas como el estupor disociativo o la despersonalización. Sin embargo, la psicopatología del TID, antes llamado trastorno de personalidad múltiple, se corresponde no con una disminución del nivel de conciencia, sino con una fragmentación de la misma. Para la teoría de la disociación estructural, toda respuesta ante el trauma se entiende desde este concepto de fragmentación. En el primer caso (disminución o estrechamiento de la conciencia), estamos ante una concepción horizontal de los distintos estados de conciencia. En el segundo caso (fragmentación), se trata de una concepción vertical de la disociación:  hay una escisión o separación entre distintos estados de conciencia, que no tienen por qué estar a distinto nivel.

7. También es controvertido si algunos conceptos incluidos en las escalas de evaluación, como la absorción (perderse o ensimismarse en los propios pensamientos en una película, etc,), son o no fenómenos disociativos.

Anabel González: "Trastornos disociativos". Ed. Pléyades

Rodrigo Córdoba Sanz: Hay que matizar que este concepto tiene un marcado componente cultural. Por ejemplo, en EEUU se diagnostican muchos más casos de TID, en oriente, sin embargo, la disociación se tiene como objetivo. El focalizar en una sola cosa y abstraerse del resto. El Mindfulness entraría dentro de esa corriente.

Disociado



Turkus y Kahler (2006) proponen cambiar el término "lugar seguro" por el de "lugar de curación" cuando se trabaja con pacientes disociativos. Los autores definen este lugar como un lugar imaginario al que el individuo puede ir en situaciones de crisis, cuando se siente sobrepasado o durante el trabajo terapéutico. Se le dice al paciente algo como: "Este es un momento para cuidar de ti mismo, para facilitar el proceso interno de cuidado. Es un momento para invitar a todos los aspectos del yo, todas las partes de tu mente y tu espíritu interior, a crear este lugar de cuidado. Este lugar es solo imaginario, un nuevo lugar de cuidado para tu mente, tu cuerpo y tu espíritu".

Otros autores como Twombly y Walthan (2008) proponen distintas estrategias para superar las dificultades en la instalación del lugar seguro con estos pacientes. Estas aportaciones son muy útiles, pero el gran número de intervenciones para superar las dificultades en la instalación del lugar seguro, reflejan la complejidad de esta actuación con pacientes disociativos.

Anabel González y Dolores Mosquera: "EMDR y Disociación. El Abordaje Progresivo". Ed. Pléyades

jueves, 26 de septiembre de 2013

¿Qué es el Trastorno Límite de Personalidad?

 

 

¿Qué es el trastorno límite de la personalidad?

El trastorno límite de la personalidad es una enfermedad mental grave que se distingue por los estados de ánimo, comportamiento y relaciones inestables. En 1980, el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Tercera edición (DSM-III por sus siglas en inglés) enumeró por primera vez al trastorno límite de la personalidad como una enfermedad diagnosticable. La mayoría de los psiquiatras y otros profesionales de la salud mental utilizan el DSM para diagnosticar las enfermedades mentales.
Como algunas personas con el trastorno límite de la personalidad sufren de episodios psicóticos breves, originalmente los expertos pensaban que esta enfermedad era una versión atípica, o límite, de otros trastornos mentales.1 Aunque los expertos de la salud mental coinciden en que el nombre “trastorno límite de la personalidad” esta mal interpretado, y todavía no existe un término más preciso.
La mayoría de las personas con el trastorno límite de la personalidad sufren de:
  • Problemas para regular las emociones y pensamientos
  • Comportamiento impulsivo e imprudente
  • Relaciones inestables con otras personas
Las personas con este trastorno también tienen tasas altas de trastornos concurrentes, como depresión, trastornos de ansiedad, abuso de sustancias y trastornos de la alimentación, así como la automutilación, los comportamientos suicidas o suicidios.
Según los datos de un subconjunto de participantes de una encuesta nacional sobre trastornos mentales, aproximadamente el 1,6 por ciento de adultos en los Estados Unidos sufren del trastorno límite de la personalidad en un año.2
Con frecuencia, el trastorno límite de la personalidad se considera difícil de tratar. Sin embargo, investigaciones recientes muestran que el trastorno límite de la personalidad puede tratarse con eficacia y que muchas personas con esta enfermedad mejoran con el tiempo.1,3,4

¿Cuáles son los síntomas del trastorno límite de la personalidad?

Según el DSM, Cuarta Edición, Texto revisado (DSM-IV-TR), para recibir un diagnóstico del trastorno límite de la personalidad, una persona debe demostrar un patrón duradero de comportamiento que incluya, al menos, cinco de los siguientes síntomas:
  • Reacciones extremas, como pánico, depresión, ira o acciones frenéticas, incluyendo abandono real o percibido
  • Un patrón de relaciones intensas y tempestuosas con la familia, amigos y seres queridos, que en general cambia entre la cercanía y amor extremo (idealización) y una aversión o ira extremas (devaluación)
  • Imagen propia o autoestima distorsionada e inestable, que pueden causar cambios repentinos en los sentimientos, opiniones, valores o planes y objetivos para el futuro (como las elecciones de estudios o carrera)
  • Comportamiento impulsivo y con frecuencia peligrosos, como comprar a lo loco, sexo sin protección, abusar de sustancias, conducir de forma imprudente y darse atracones de comida
  • Comportamientos o amenazas suicidas recurrentes o comportamiento de automutilación, como cortarse
  • Ánimos intensos y muy cambiables, con episodios que duran desde unas pocas horas hasta varios días
  • Sentimiento crónico de vacío o aburrimiento
  • Ira inadecuada e intensa o problemas para controlar la ira
  • Pensamientos paranoicos relacionados con el estrés o síntomas severos de disociación, como sentirse separado de uno mismo, observarse desde fuera del cuerpo o perder contacto con la realidad
Eventos aparentemente mundanos pueden activar síntomas. Por ejemplo, las personas con el trastorno límite de la personalidad pueden sentirse enojadas o afligidas por separaciones menores, como vacaciones, viajes de negocios o cambios repentinos de planes, de personas que sienten cercanas. Los estudios demuestran que las personas con este trastorno pueden ver ira en un rostro que no muestra emociones5 y que tienen una reacción más fuerte a palabras con significado negativo que las personas que no padecen el trastorno.6

Suicidio y automutilación

La conducta autolesiva incluye suicidio o intentos de suicidio, así como las conductas autodestructivas que se describen a continuación. Al menos el 80 por ciento de personas con el trastorno límite de la personalidad tienen comportamientos suicidas7 y aproximadamente entre un 4 y un 9 por ciento se suicidan.4,7
El suicidio es uno de los resultados más trágicos de cualquier enfermedad mental. Algunos tratamientos pueden ayudar a reducir el comportamiento suicida de las personas con el trastorno límite de la personalidad. Por ejemplo, un estudio demostró que la terapia dialéctico-conductual (TDC) reduce los intentos de suicidio en las mujeres a la mitad en comparación con otros tipos de psicoterapia o terapia de diálogo. La TDC también reduce el uso de la sala de emergencias y de servicios de hospitalización, así como retiene una mayor cantidad de participantes en la terapia, en comparación con otros enfoques del tratamiento.7 Para más información sobre la TDC, consulte la sección “¿Cómo se trata el trastorno límite de la personalidad?”
A diferencia de los intentos suicidas, las conductas autodestructivas no se originan el deseo de morir. Sin embargo, algunas conductas autodestructivas pueden poner en riesgo la vida. Las conductas autodestructivas vinculadas con el trastorno límite de la personalidad incluyen cortarse, quemarse, calentarse, golpearse la cabeza, tirarse del cabello y otros actos dañinos. Las personas con el trastorno límite de la personalidad pueden tener una conducta autodestructiva para que los ayude a regular sus emociones, para castigarse o para expresar su dolor.8 No siempre perciben estos comportamientos como perjudiciales.

¿Cuándo comienza el trastorno límite de la personalidad?

El trastorno límite de la personalidad generalmente comienza durante la adolescencia o la adultez temprana.1,9 Algunos estudios señalan que los primeros síntomas de la enfermedad pueden ocurrir durante la niñez.10,11
Algunas personas con el trastorno límite de la personalidad padecen síntomas severos y requieren cuidado intensivo, muchas veces con hospitalización. Otros puede que reciban tratamientos ambulatorios sin nunca necesitar hospitalización ni cuidados de emergencia. Algunas personas que padecen de este trastorno pueden mejorar sin ningún tratamiento.12
Los estudios señalan que los primeros síntomas pueden ocurrir durante la niñez

¿Qué enfermedades coexisten generalmente con el trastorno límite de la personalidad?

El trastorno límite de la personalidad ocurre generalmente con otras enfermedades. Estos trastornos concurrentes pueden dificultar el diagnóstico y tratamiento del trastorno límite de la personalidad, especialmente si los síntomas de las otras enfermedades coinciden con los síntomas del trastorno límite de la personalidad.
Las mujeres con el trastorno límite de la personalidad son mas propensas a tener trastornos concurrentes como, depresión mayor, trastornos de ansiedad o de la alimentación. En el caso de los hombres, el trastorno límite de la personalidad es más probable de coincidir con trastornos como abuso de sustancias y el trastorno de personalidad antisocial.13
Según la National Comorbidity Survey Replication financiada por el NIMH, hasta el momento en el mayor estudio a nivel nacional sobre trastornos mentales en adultos estadounidenses, aproximadamente el 85 por ciento de las personas con trastorno límite de la personalidad también cumple con los criterios de diagnóstico para otras enfermedades mentales.2
Otras enfermedades que ocurren junto con el TLP incluyen diabetes, presión arterial alta, dolor crónico de la espalda, artritis y fibromialgia.14,15 Estas afecciones están asociadas con la obesidad, que es un efecto secundario común de lo medicamentos recetados para tratar el trastorno límite de la personalidad así como otros trastornos mentales. Para más información, consulte la sección "¿Cómo se trata el trastorno límite de la personalidad?"

¿Cuáles son los factores de riesgo del trastorno límite de la personalidad?

La investigación sobre las causas posibles y los factores de riesgo sobre el trastorno límite de la personalidad todavía se encuentra en una etapa muy temprana. Sin embargo, los científicos en general concuerdan en que es probable que estén involucrados factores genéticos y medioambientales.
Los estudios en gemelos con el trastorno límite de la personalidad señalan que la enfermedad tiene un alto componente hereditario.16,17 Otro estudio muestra que la persona puede heredar su temperamento y rasgos específicos de la personalidad, en especial la impulsividad y la agresión.18 Los científicos están estudiando genes que ayudan a regular las emociones y el control de los impulsos respecto a su posible relación con el trastorno.19
Es posible que los factores sociales o culturales aumenten el riesgo de padecer el trastorno límite de la personalidad. Por ejemplo, ser parte de una comunidad o cultura en las que las relaciones familiares inestables son comunes puede aumentar el riesgo de que una persona padezca el trastorno.1 La impulsividad, el mal criterio a la hora de tomar decisiones de estilo de vida y otras consecuencias del TLP pueden llevar a los individuos a situaciones de riesgo. Los adultos con el trastorno límite de la personalidad son mucho más propensos a ser las víctimas de violencia, incluyendo violación y otros delitos.

¿Cómo se diagnostica el trastorno límite de la personalidad?

Lamentablemente, el trastorno límite de la personalidad muchas veces se diagnostica de forma incorrecta o a menos personas que las que lo padecen.20,21
Un profesional de salud mental con experiencia en el diagnóstico y tratamiento de trastornos mentales, como un psiquiatra, psicólogo, trabajador social clínico o enfermera especialista en psiquiatría, puede detectar el trastorno límite de la personalidad basándose una entrevista exhaustiva y una charla sobre los síntomas. Un examen médico completo y exhaustivo puede ayudar a descartar otras posibles causas de los síntomas.
Es posible que el profesional en la salud mental realice preguntas sobre los síntomas y los historiales médicos tanto del paciente como de la familia, incluyendo cualquier historial de enfermedades mentales. Esta información puede ayudar al profesional de salud mental a decidir cuál es el mejor tratamiento. Como, en algunos casos, las enfermedades mentales concurrentes pueden tener síntomas que coinciden con el trastorno límite de la personalidad, lo que hace difícil distinguir el trastorno límite de la personalidad de otras enfermedades mentales. Por ejemplo, una persona puede describir sentimientos de depresión pero podría no mencionar otros síntomas al profesional de la salud mental.
Ningún examen por sí solo puede diagnosticar el trastorno límite de la personalidad. Científicos financiados por el NIMH están buscando formas de mejorar el diagnóstico de este trastorno. Un estudio determinó que los adultos con el trastorno límite de la personalidad demostraron reacciones emocionales excesivas al leer palabras con significado desagradable en comparación con personas sanas. Las personas con un trastorno límite de la personalidad más severo demostraron una respuesta emocional más intensa que aquellos que sufren de un trastorno límite de la personalidad menos severo.6

¿Qué estudios se están realizando para mejorar el diagnóstico del trastorno límite de la personalidad?

Estudios recientes de neuroimagen muestran diferencias en la estructura y la función cerebrales entre las personas con el trastorno límite de la personalidad y aquellas que no padecen esta enfermedad.22,23 Algunas investigaciones sugieren que las áreas del cerebro involucradas en las respuestas emocionales se vuelven hiperactivas en personas con el trastorno límite de la personalidad cuando realizan tareas que perciben como negativas.24 Personas con el trastorno también muestran menos actividad en áreas del cerebro que ayudan a controlar las emociones, los impulsos agresivos y permiten a la persona entender el contexto de una situación. Estos hallazgos podrían ayudar a explicar la característica de los estados de ánimo inestables y muchas veces explosivos propios del trastorno límite de la personalidad.19,25
Otro estudio demostró que, al mirar imágenes emocionalmente negativas, las personas con el trastorno límite de la personalidad utilizaron áreas del cerebro diferentes a las personas sin el trastorno. Aquellos con la enfermedad tendieron a utilizar las áreas del cerebro relacionadas con las acciones reflexivas y de alerta, lo que podría explicar la tendencia a actuar de forma impulsiva cuando se sienten emocionales.26
Estos hallazgos podrían informar esfuerzos para desarrollar exámenes específicos para diagnosticar el trastorno límite de la personalidad.6

¿Cómo se trata el trastorno límite de la personalidad?

El trastorno límite de la personalidad puede tratarse con psicoterapia o terapia de diálogo. En algunos casos, un profesional de la salud mental podría también recomendar medicamentos para tratar síntomas específicos. Cuando una persona recibe cuidados de más de un profesional, es fundamental que los profesionales coordinen entre sí el plan de tratamiento.
Los tratamientos descritos a continuación son solo algunas de las opciones que pueden estar disponibles para una persona con el trastorno límite de la personalidad. Sin embargo, la investigación sobre los tratamientos todavía se encuentra en una etapa temprana. Se necesitan más estudios para determinar la efectividad de estos tratamientos, a quién beneficiarían más y cuál es la mejor forma de administrarlos.

Psicoterapia

La psicoterapia es, en general, el primer tratamiento para personas con el trastorno límite de la personalidad. Investigaciones recientes sugieren que la psicoterapia puede aliviar algunos síntomas, pero se requieren otros estudios para entender mejor cuán bien funciona la psicoterapia.27
Es importante que las personas en terapia se lleven bien y confíen en su terapeuta. La naturaleza misma del trastorno límite de la personalidad puede dificultar que las personas con este trastorno mantengan este tipo de vínculo con su terapeuta.
Los tipos de psicoterapia que se utilizan para tratar el trastorno límite de la personalidad incluyen los siguientes:28
  1. Terapia cognitiva-conductual (TCC). La TCC puede ayudar a las personas con el trastorno límite de la personalidad a identificar y cambiar creencias fundamentales y/o los comportamientos subyacentes a la percepción poco precisa de sí mismos y de otros, así como los problemas de la interacción con los demás. La TCC puede ayudar a reducir los síntomas de cambios de estado de ánimo y de ansiedad, así como reducir el numero de comportamientos suicidas o de conductas autodestructivas.29
  2. Terapia de dialéctico-conductual (TDC). Este tipo de terapia se enfoca en el concepto de conciencia plena o de reconocer y estar atento a la situación actual.1 La TDC enseña habilidades para controlar las emociones intensas, reduce los comportamientos autodestructivos y mejora las relaciones. La diferencia de esta terapia en comparación con la TCC es que busca un equilibrio entre el cambio y la aceptación de las creencias y comportamientos.30
  3. Terapia centrada en esquemas. Este tipo de terapia combina los elementos de la TCC con otras formas de psicoterapia que se enfocan en reformular los esquemas o la forma en que las personas se ven a sí mismas. Este enfoque se basa en la idea de que el trastorno límite de la personalidad se deriva de una imagen propia disfuncional, posiblemente causada por experiencias negativas durante la niñez, que afecta la forma en que las personas reaccionan a su entorno, interactúan con otros y se sobrellevan a los problemas o lidian con el estrés.31
La terapia puede ser personal, entre el paciente y el terapeuta, o en grupo. Las sesiones en grupo lideradas por un terapeuta pueden enseñar a las personas con el trastorno límite de la personalidad a interactuar con otros y a expresarse de forma eficaz.
Un tipo de terapia de grupo, Systems Training for Emotional Predictability and Problem Solving (STEPPS), está diseñada como un tratamiento relativamente breve, que consiste en 20 sesiones de dos horas lideradas por un trabajador social con experiencia. Científicos que están financiados por el NIMH informaron que STEPPS, cuando se utiliza junto con otro tipo de tratamiento (medicamentos o psicoterapia individual), puede ayudar a reducir los síntomas y conductas problemáticas del trastorno límite de la personalidad, aliviar los síntomas de la depresión y mejorar la calidad de vida.32 La efectividad de este tipo de terapia no se ha estudiado exhaustivamente.
Las familias de las personas con el trastorno límite de la personalidad también pueden beneficiarse de la terapia. Los desafíos de tratar con un familiar enfermo a diario pueden ser muy estresantes y es posible que los miembros de la familia estén actuando, sin saberlo, de formas que empeoran los síntomas del familiar.
Algunas terapias, como la capacitación de habilidades para los familiares, incluyen a los familiares en las sesiones del tratamiento. Estos tipos de programas ayudan a la familia a desarrollar habilidades para comprender y respaldar mejor al familiar con el trastorno límite de la personalidad. Otras terapias, como Conexiones familiares, se enfocan en las necesidades de los miembros de la familia. Se necesitan más investigaciones para determinar la eficacia de la terapia familiar en el trastorno límite de la personalidad. Estudios de otras enfermedades mentales sugieren que incluir a los familiares puede ayudar en el tratamiento de la persona.33
Otros tipos de terapia que no están enumerados en este folleto pueden ser útiles para algunas personas con el trastorno límite de la personalidad. Los terapeutas adaptan con frecuencia la psicoterapia a las necesidades de la persona. Los terapeutas pueden cambiar entre un tipo de terapia y otro, mezclar técnicas de diferentes terapias o utilizar una terapia combinada. Para más información, consulte la sección de psicoterapia del sitio web del NIMH (solo en inglés).
Algunos síntomas del trastorno límite de la personalidad pueden aparecer y desaparecer, pero los síntomas principales del estado de ánimo muy cambiantes, la ira intensa y la impulsividad suelen ser más persistentes.34 Las personas cuyos síntomas mejoran pueden continuar enfrentándose a trastornos concurrentes, como la depresión o el trastorno de estrés postraumático.4 Sin embargo, investigaciones prometedoras sugieren que la recaída o recurrencia de los síntomas completamente desarrollados después de la remisión es poco frecuente. En un estudio, el 6 por ciento de las personas con el trastorno límite de la personalidad sufrieron una recaída después de la remisión.4

Medicamentos

La Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU. no ha aprobado ningún medicamento para el tratamiento del trastorno límite de la personalidad. Solo algunos estudios demuestran que medicamentos son necesarios o eficaces para personas con esta enfermedad.35 Sin embargo, muchas personas con el trastorno límite de la personalidad son tratadas con medicamentos en conjunto con la psicoterapia. Aunque los medicamentos no curan el trastorno límite de la personalidad, algunos pueden ser útiles para tratar síntomas específicos. Para algunas personas, los medicamentos los ayudan a reducir los síntomas como la ansiedad, la depresión o la agresión. Con frecuencia, las personas reciben diversos medicamentos al mismo tiempo,12 pero existe poca evidencia de que esta práctica sea necesaria o efectiva.
Los medicamentos pueden causar diversos efectos secundarios en diferentes personas. Las personas que padecen del trastorno límite de la personalidad deberían conversar con el médico que les receta los medicamentos para saber qué esperar de ese medicamento en particular.

Otros tratamientos

Ácidos grasos Omega-3. Un estudio realizado en 30 mujeres que padecen del trastorno límite de la personalidad demostró que los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a reducir los síntomas de agresión y depresión.36 El tratamiento pareció ser tan bien tolerado como los estabilizadores de estado de ánimo recetados comúnmente y con pocos efectos secundarios. Menos mujeres que tomaron ácidos grasos omega-3 dejaron el estudio en comparación con aquellas que tomaron un placebo (píldora de azúcar).
Con el tratamiento adecuado, muchas personas padecen menos síntomas, o menos severos. Sin embargo, muchos factores afectan el tiempo que toma que los síntomas mejoren, por lo que es importante que las personas con el trastorno límite de la personalidad sean pacientes y recibir el respaldo adecuado durante el tratamiento.

¿Cómo puedo ayudar a un amigo o familiar que sufre del trastorno límite de la personalidad?

Si conoce a alguien que sufre del trastorno límite de la personalidad, esto le afecta también a usted. Lo primero y más importante que puede hacer es ayudar a que su amigo o familiar reciba el diagnóstico y tratamiento correctos. Puede que necesite hacer una cita y acompañar a su amigo o familiar a ver al médico. Aliéntelo a permanecer en tratamiento o a buscar otro tratamiento si los síntomas parecen no mejorar con el tratamiento actual.
Para ayudar a un amigo o pariente usted puede:
  • Ofrecer apoyo emocional, ser paciente, comprensivo y animarlo; el cambio puede ser difícil y aterrador para personas con el trastorno límite de la personalidad, pero es posible para ellos mejorar con el tiempo
  • Aprender sobre los trastornos mentales, incluyendo el trastorno límite de la personalidad, para poder entender lo que está viviendo su amigo o familiar
  • Con permiso de su amigo o familiar, converse con el terapeuta de él o ella para aprender sobre las terapias que incluyen a los familiares, como la capacitación de habilidades para los familiares.
Nunca ignore los comentarios sobre la intención o el plan de una persona de lastimarse a sí mismo o a otro. Informe dichos comentarios al terapeuta o médico de esa persona. En situaciones de emergencia o que pueden poner en riesgo la vida, puede que necesite llamar a la policía.

¿Cómo puedo ayudarme si padezco del trastorno límite de la personalidad?

Dar el primer paso para ayudarse a sí mismo puede ser difícil. Es importante entender que, a pesar de que puede tardar un tiempo, usted puede mejorar con el tratamiento.
Para ayudarse:
  • Converse con su médico sobre las opciones de tratamiento y siga con el tratamiento
  • Intente mantener un horario estable de comidas y de sueño
  • Comience a hacer actividades o ejercicios físicos moderados.
  • Póngase metas realistas
  • Divida las tareas grandes en tareas pequeñas, establezca prioridades y haga lo que pueda a medida que pueda
  • Intente pasar tiempo con otras personas y confíe su problema a un amigo o familiar
  • Informe a otros los eventos o situaciones que pueden activar los síntomas
  • Espere que sus síntomas mejorne gradualmente, no de inmediato
  • Identifique y busque situaciones, lugares y personas que lo reconforten
  • Continúe educándose sobre este trastorno

¿Dónde puedo ir para obtener ayuda?

Si no está seguro de a dónde ir para obtener ayuda, pregúntele a su médico de cabecera. Otras personas que pueden ayudarlo son:
  • Profesionales de salud mental, como psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales o consejeros de la salud mental
  • Organizaciones del cuidado de la salud
  • Centros comunitarios de la salud mental
  • Departamentos de psiquiatría de hospitales o clínicas ambulatorias
  • Programas de salud mental en universidades o facultades de medicina
  • Clínicas ambulatorias de hospitales estatales
  • Servicios para la familia, agencias sociales o iglesias
  • Grupos de apoyo
  • Clínicas e instituciones privadas
  • Programas de asistencia para empleados
  • Asociaciones médicas y psiquiátricas locales
También puede buscar números de teléfono y direcciones en el directorio telefónico bajo las secciones "salud mental"(mental health), "salud" (health), "servicios sociales" (social services), "líneas de ayuda" (hotlines) o "médicos" (physicians). Los médicos de las salas de emergencias también pueden brindarle ayuda temporal e brindarle información dónde y cómo obtener más ayuda.

¿Qué sucede si yo, o alguien que conozco, esta en crisis?

Si está pensando en lastimarse o conoce a alguien que está pensando en lastimarse:
  • Llame a su médico.
  • Llame al 911 o vaya a la sala de emergencias del hospital para obtener ayuda inmediata o pida a un amigo o familiar que lo ayude.
  • Llame a la línea directa gratuita de la Red Nacional de Prevención del Suicidio, las 24 horas, al 1-888-628-9454; número de teléfono de texto/teletipo: 1-800-799-4TTY (4889) para hablar con un consejero capacitado del centro de crisis de suicido más cercano a su hogar.
  • Si está en crisis, asegúrese de no quedarse solo.
  • Si otra persona está en crisis, asegúrese que él o ella no se quede solo.